¿Sabía que el agua es la materia prima más comercializada del mundo? Mientras que el petróleo domina los titulares y los mercados financieros, el comercio de “agua virtual” -que representa el agua presente en la producción de alimentos, ropa, energía y tecnología- es 400 veces mayor que el del petróleo (The World Counts). Desde la comida de nuestros platos a los centros de datos que alimentan nuestro mundo digital, el agua está en todas partes, impulsando silenciosamente el crecimiento mundial.
La economía azul, que engloba una amplia gama de actividades económicas vinculadas a los océanos y los recursos hídricos, se encuentra en la intersección de los retos y las oportunidades más importantes de nuestro tiempo. El agua conecta además con los seis objetivos de la Taxonomía de la UE: mitigación del cambio climático y adaptación al mismo, uso sostenible de los recursos, prevención de la contaminación, protección de la biodiversidad y los principios de la economía circular.
Entendiendo la economía azul
La economía azul se refiere al uso sostenible de los recursos oceánicos para el crecimiento económico, la mejora de los medios de vida y la preservación de la salud de los océanos.
Una de las herramientas desarrolladas para financiar la economía azul son los bonos azules, a los que se suman otras clases de activos, en particular la renta variable cotizada. Los activos de los fondos de inversión dedicados a los recursos hídricos sostenibles y soluciones de gestión del agua se han multiplicado por 3,8 en los últimos cinco años (EPFR).
A pesar de los recientes avances, la financiación de este sector sigue estando muy por debajo de lo necesario. Entre los subsectores del agua, las mayores brechas de inversión necesaria están en abastecimiento de agua y saneamiento (de 116.000 a 229.000 millones de dólares anuales) y existen carencias significativas en protección contra inundaciones (23.000-335.000 millones de dólares) y riego (entre 43.000 y 100.000 millones de dólares) (ONU).
Una nube sedienta
El agua es la columna vertebral de la innovación y la industria, a menudo invisible pero siempre esencial. A medida que estos sectores se expanden, lo hace también la presión sobre nuestro recurso vital. Reconocer y abordar esta realidad no es sólo una necesidad medioambiental, sino un imperativo económico.
Para comprenderlo, apenas dos datos: 1) cada consulta de ChatGPT consume de media 500 ml de agua (Universidad de Colorado Riverside, Universidad de Texas Arlington). 2) La fabricación de semiconductores consume tanta agua como Hong Kong, una ciudad de 7,5 millones de habitantes (S&P Global).
Se prevé que el PIB mundial se duplique de aquí a 2050 (PwC) y que la demanda industrial de agua aumente hasta un 400% de aquí a 2050, impulsada por la industria manufacturera, la generación de energía y el crecimiento exponencial de las industrias tecnológicas (OCDE).
El sector tecnológico se está convirtiendo en uno de los usuarios de agua más importantes, especialmente en los centros de datos y la fabricación de semiconductores. La rápida adopción de la IA y la computación en nube está impulsando esta tendencia. Esto sirve para recordar que los ETF pasivos de alto contenido tecnológico etiquetados como “líderes ESG” o “alineados con París” pueden ser engañosos, ya que muchas empresas tecnológicas consumen silenciosamente grandes cantidades de energía y agua para alimentar nuestra era digital. Sólo en Estados Unidos, los centros de datos consumen 660.000 millones de litros de agua al año, lo que los convierte en uno de los mayores consumidores industriales de agua (Google).
Riesgos para la economía azul
Las catástrofes relacionadas con el agua han causado el 70% de las muertes por catástrofes naturales en los últimos 50 años (Banco Mundial), ya sea inundaciones, sequías o tormentas, cada vez más frecuentes y graves debido al cambio climático. A ello se suman una infraestructura anticuada a través de la cual se pierden grandes cantidades de agua, la contaminación por plásticos y el creciente riesgo de ciberataques a las infraestructuras hídricas.
A pesar de la naturaleza esencial de estos servicios, solo el 22% de las empresas de agua han tomado medidas de protección adecuadas (WaterISAC) y muchas de ellas asignan menos del 1% de su presupuesto a la ciberseguridad, lo que las hace vulnerables.
El sector de los seguros se enfrenta a un riesgo sin precedentes derivado de los impactos del agua relacionados con el clima, lo que les obliga a recalibrar los modelos de riesgo y ajustar las primas.
Oportunidades de la economía azul
La economía azul tiene una cadena de valor extraordinariamente larga e intrincada que refleja el ciclo del agua desde su obtención de los acuíferos, pasando por la agricultura, la alimentación y todo tipo de procesos industriales, hasta su depuración y vuelta a los ríos y océanos. Estas son algunas de las oportunidades que consideramos atractivas en este momento:
1. Infraestructuras hidráulicas
Empresas como Core & Main (CNM), un distribuidor de equipos de agua, abordan problemas críticos como el envejecimiento de las tuberías, el acceso al agua y la conservación de los recursos. El envejecimiento de las infraestructuras es un reto importante, pero también una gran oportunidad de inversión. En EE.UU., la edad media de las infraestructuras de agua es de 49 años, y la sustitución de los sistemas obsoletos podría costar 1 billón de dólares en los próximos 25 años (American Water Works Association).
2. Agricultura y seguridad alimentaria
KWS Saat (KWS) es la mayor empresa semillera “pure-play” del mundo y figura entre las cinco más grandes a nivel global. Especializada en remolacha azucarera, cereales, plantas oleaginosas y hortalizas, KWS desempeña un papel crucial para ayudar a los agricultores a adaptarse a retos como el cambio climático, la sequía y las enfermedades. La agricultura representa más del 70% de la extracción mundial de agua dulce (FAO), y la creciente población, que se espera alcance los 9.700 millones de personas en 2050, necesitará un 50% más de alimentos.
3. Análisis, aguas residuales y descontaminación
Xylem (XYL) es una compañía de soluciones para el sector del agua cuya cartera abarca equipos de filtración, detección de fugas y análisis avanzado del agua. En 2023, Xylem adquirió Evoqua en una operación de 7.500 millones de dólares, ampliando significativamente sus capacidades en tratamiento de aguas, reutilización de aguas y mitigación de PFAS, entre otras cosas. Dado que el 80% de las aguas residuales del mundo se vierten al mar sin tratar (National Geographic), hay una necesidad urgente de soluciones de tratamiento de aguas como las que ofrece esta compañía.
4. Desalinización
Veolia es líder mundial en este tipo de soluciones medioambientales, con operaciones que abarcan servicios de agua, residuos y energía. La desalación es sólo una parte de la estrategia global de Veolia en materia de agua, que también incluye reciclado de aguas residuales y control de la contaminación. Según sus propios datos, el 18% de la actual capacidad mundial de desalinización del mundo se ha construido con sus tecnologías y tiene una capacidad de producción de 1.400 millones de litros al día.
5. Acuicultura
Bakkafrost destaca en el sector de la acuicultura al controlar el 50% de las licencias de cría de salmón en las Islas Feroe. Con la menor huella de carbono y el uso de agua más bajos entre las proteínas animales, además del mejor índice de conversión de alimentos (alimento para los peces en relación al kg comestible que se obtiene), la cría de salmón ofrece una solución sostenible a la sobrepesca.
6. Cableado submarino
Prysmian es también líder global en la fabricación de cables submarinos y juega un papel fundamental en la solución de uno de los mayores cuellos de botella de la transición energética: la conectividad a la red. Estos cables submarinos de alta tensión son esenciales para la estabilidad principal de las redes eléctricas y también para transmitir electricidad renovable generada en el mar a las redes terrestres.
7. Energía hidráulica
El potencial de la energía oceánica es enorme, desde la energía de las olas y las mareas hasta los parques eólicos marinos. El pleno aprovechamiento de este potencial podría proporcionar más de 130.000 TWh al año, lo que cubriría más del doble de la actual demanda mundial de electricidad. Iberdrola destaca con su cartera inclinada hacia las redes y las hidroeléctricas. Si bien no es una empresa puramente hidroeléctrica, su gran capacidad de bombeo hidráulico la convierte en clave en el sector de las energías renovables, ofreciendo la forma más eficiente de almacenamiento de energía.
Columna de Mathias Talmant, gestor de renta variable fundamental en DPAM
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