Estamos viviendo en una era de cambio global que afecta a todos los aspectos de nuestra sociedad, incluyendo lo político, lo económico y nuestra vida cotidiana. La forma en que nos comunicamos, compramos y pensamos se está transformando rápidamente debido a las nuevas tecnologías y la influencia de las redes sociales. Este fenómeno impacta al sector financiero de manera significativa, impulsando una fase de transformación donde las entidades buscan conectar mejor con sus clientes, lograr mayor eficiencia y agilidad, y adaptarse a las nuevas expectativas del mercado. Sin embargo, este proceso de innovación no debe ser apresurado. Es crucial que las organizaciones analicemos qué objetivos deseamos alcanzar al invertir en nueva tecnología y si es preferible gestionar estas iniciativas internamente o apoyarse en socios terceros y realizar una externalización. La inversión económica que lleva consigo un cambio tecnológico del calibre que estamos viendo ahora, es relevante, por lo que antes de acometerlos se tiene que realizar una revisión de los modelos de negocio.
Como bien sabemos el sector financiero en Europa se enfrenta a algunos retos. Entre ellos se encuentran la fragmentación del mercado de capitales, el aumento de la inversión en activos financieros por parte de clientes tanto institucionales como minoristas para mejorar la liquidez del mercado, la implementación de la normativa MICA para regular los criptoactivos, el desarrollo de tecnologías como DLT para la tokenización de activos, y la revisión de marcos de resiliencia operativa para abordar los riesgos de externalización y seguridad cibernética. Además, la aplicación de criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) también representa un desafío importante. Estos retos requieren un enfoque colaborativo entre las entidades del sector financiero y los reguladores, para establecer un marco común de actuación bajo las directrices de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA).
La inversión en infraestructuras digitales, especialmente impulsada por la inteligencia artificial (IA), es fundamental para abordar estos desafíos. La IA requiere conexiones más rápidas, seguras y con menor latencia, lo cual demanda significativas inversiones. No obstante, la IA tiene el potencial de catalizar cambios innovadores necesarios en el sector financiero, mejorando la personalización de los servicios, aumentando la seguridad y eficiencia operativa, y permitiendo a las instituciones financieras conocer mejor y anticiparse a las necesidades de sus clientes. A pesar de que estamos en una etapa inicial, los casos de uso de la IA, combinados con la tecnología existente, prometen modernizar el sector de manera profunda.
Para entidades financieras como CACEIS Bank Spain, especializadas en servicios de custodia y depositaría para clientes institucionales, así como en soluciones de back-office operativas, este es un momento propicio. Nuestra especialización y experiencia va a permitir que entidades como aseguradoras, gestoras de fondos y entidades de capital privado puedan apoyarse en nuestra tecnología y conocimiento de mercado para lanzar nuevos productos, como fondos de capital riesgo, fondos híbridos, carteras gestionadas, activos tokenizados, etc. E incluso que puedan optimizar sus equipos operativos, delegando parte de su actividad en nosotros. Nuestros clientes institucionales reconocen que somos una extensión de su propia entidad, beneficiándose de tecnologías que facilitan la captación de clientes y el seguimiento transparente de sus inversiones. Los inversores, ya sean institucionales o minoristas, solicitan información de sus inversiones en tiempo real, sin preocuparse por la infraestructura subyacente. Esta inmediatez a la que nos hemos acostumbrado en cualquier mercado es posible gracias a la constante inversión en tecnología por parte de las entidades custodias, ya sea directamente o a través de colaboraciones con Fintech. Desde CACEIS, se ha creado una plataforma de Fintech denominada «Connect Store», que reúne entidades con las que se tienen acuerdos de colaboración. Estos sistemas están integrados y a disposición de los clientes institucionales para agilizar su operativa y permitirles acceder a soluciones tecnológicas de vanguardia. En un mundo cada vez más global, es esencial buscar sinergias entre las distintas entidades financieras y las Fintech, ya que esta colaboración puede incrementar significativamente la eficiencia al llegar al mercado y, en última instancia, al cliente final.
En el sector financiero la innovación tecnológica debe ir de la mano de la regulación y la gestión de riesgos, al tiempo que se mantiene y se optimiza la tecnología «core» esencial para las operaciones diarias. Tenemos que encontrar un equilibrio que permita a las instituciones financieras aprovechar las oportunidades que ofrece la tecnología emergente, mientras se garantiza el cumplimiento normativo y se mitigan los riesgos asociados. Para CACEIS la seguridad es una prioridad absoluta, teniendo en cuenta toda la información y datos que mantenemos de nuestros clientes, así como la exigencia que tenemos de cara a la regulación. En definitiva, no nos podemos quedar parados, tenemos que seguir aportando más a nuestros clientes y a la sociedad, pero creando entornos resilientes y confiables.
Artículo escrito por M. Elena Mesonero Lázaro, Managing Director, Head of Coverage & Business Solutions Spain & LatAm de CACEIS.