Tras varios años rezagadas respecto a sus homólogas de gran tamaño, las acciones de pequeña capitalización se hallan en una posición inmejorable para protagonizar un repunte en las carteras de los inversores. Además de ofrecer una valiosa diversificación, las pequeñas empresas (sobre todo las ubicadas en EE. UU.) se disponen a aprovechar unos tipos de interés más bajos, las políticas orientadas al crecimiento del nuevo gobierno y la creciente innovación.
Las small caps podrían destacarse en el entorno actual
Las subidas bursátiles desde el fin de la pandemia han estado apuntaladas por el éxito de las mayores empresas del mundo, sobre todo el grupo de gigantes tecnológicos estadounidenses conocido como las «Siete Magníficas» (7M): Alphabet, Amazon, Apple, Meta Platforms, Microsoft, Nvidia y Tesla. Desde comienzos de esta década, la brecha de valoración entre las compañías de pequeña y gran capitalización no ha hecho más que aumentar.
No obstante, en los últimos meses han surgido varias razones de peso para reevaluar a las small caps americanas, desde un entorno de política monetaria más favorable hasta una nueva administración concentrada en revitalizar la actividad doméstica. La adopción generalizada de la inteligencia artificial (IA) está ocurriendo con gran rapidez, mayor incluso que la de internet durante la era puntocom de los años noventa. La demanda de infraestructura para respaldar esta tendencia es inmensa, y va mucho más allá de las grandes compañías de semiconductores. Muchos segmentos de equipamiento tecnológico experimentan una fuerte aceleración, junto a un gran número de empresas industriales diferentes y de todos los tamaños.
La amplitud del universo small cap, junto al hecho de que los negocios que lo componen tienen menor probabilidad de ser cubiertas por analistas, también significa que el mercado asigna precios de manera ineficiente a muchas pequeñas empresas.
Small caps: ¿infravaloradas e infrarrepresentadas?
En muchos mercados, las acciones de pequeña capitalización se han rezagado frente a sus homólogas de gran tamaño durante gran parte de la década pasada. Esto se debe a que estas últimas han sido capaces de capear el temporal de mayor inflación y tipos de interés crecientes. Su tamaño les ha brindado un mayor poder de fijación de precios, y sus balances más sólidos las han ayudado a protegerse frente al encarecimiento de la financiación.
Así, las valoraciones de las large caps han subido marcadamente, mientras que las small caps parecen estar significativamente infravaloradas en términos históricos. Desde que la Reserva Federal estadounidense iniciara su ciclo de subidas de tipos a comienzos de 2022, el descuento de valoración de las small caps respecto a las acciones de gran capitalización ha permanecido en niveles extremos que no se veían desde principios de los 2000.
No existe garantía alguna de que estas tendencias de valoración vayan a cambiar de rumbo en el corto plazo, pero factores como unos tipos de interés más altos por más tiempo y su impacto desproporcionado sobre la rentabilidad de las empresas de distinto tamaño ha contribuido sin duda a la creciente brecha de valoración entre large caps y small caps, y esta tendencia podría estar cambiando ahora que se anticipan nuevos recortes inminentes del precio del dinero. El crecimiento registrado por las mayores tecnológicas americanas en los últimos años significa que muchas carteras de renta variable están muy concentradas en un puñado de valores. Las small caps brindan la oportunidad de añadir una valiosa diversificación a aquellos inversores que todavía buscan exposición a una economía estadounidense más resiliente.
Concentración en small caps americanas: posicionados de cara al éxito
Las medidas tomadas por el gobierno Trump para animar a las empresas tanto domésticas como extranjeras a elevar sus inversiones en EE. UU. y a repatriar sus cadenas de suministro también podrían beneficiar a las small caps americanas, dada su mayor orientación al mercado interno y su mayor exposición al conjunto de la economía. La renta variable estadounidense de gran capitalización presenta una concentración significativa en el sector tecnológico y en las principales megacaps tecnológicas (a veces clasificadas en los sectores de servicios de comunicaciones o consumo discrecional). Con mayores ponderaciones en los segmentos industrial, financiero, energético y de materiales, en cambio, las small caps están considerablemente más expuestas al conjunto de la economía americana, cuya resiliencia debería por consiguiente brindarles más respaldo. Pese a ralentizarse en la primera mitad del año, el PIB americano no ha dejado de crecer, y han surgido señales de que el impacto de los aranceles podría ser menor de lo que se temía inicialmente. El gobierno también ha anunciado planes de reducir la carga regulatoria sobre las empresas y de recortar impuestos (algo compensado en parte por los ingresos arancelarios).
Además, las small caps tienden a estar más endeudadas que sus homólogas de gran tamaño, con lo que la reciente relajación monetaria de la Reserva Federal (y la perspectiva de nuevos recortes de tipos por parte de la entidad) podría brindarles más impulso si cabe. Unos menores costes de financiación significan que estas empresas podrán elevar su volumen de inversión además de hacer frente al servicio de su deuda existente. El crecimiento de los préstamos en EE. UU. ha permanecido extremadamente apagado en los últimos dos años, y podría acelerarse si unos tipos de interés más bajos suscitan un retorno a los niveles a largo plazo.
Una política monetaria más expansiva también podría ser el catalizador de un aumento de la actividad de fusiones y adquisiciones (M&A): la mayor disponibilidad de financiación para realizar opas podría ayudar a desbloquear la cartera de operaciones tras un periodo complicado en los mercados de capitales. La expectativa es que las empresas de gran capitalización y los inversores en private equity aprovecharán estas circunstancias para adquirir a compañías más pequeñas, lo cual beneficiaría a los accionistas de estas últimas.
Nuestro objetivo es identificar acciones que cotizan en valoraciones atractivas y presentan un potencial de crecimiento superior a la media, construyendo así una cartera repleta de ideas sólidas y capaz de aportar una rentabilidad consistente en un abanico de entornos de mercado.
Oportunidades de innovación e IA en la pequeña empresa
El auge de la IA y los enormes niveles de gasto de capital por parte de los grandes actores en dicho segmento están creando oportunidades para los proveedores de componentes para centros de datos y redes de fibra óptica, entre otros. Incluso fuera del sector tecnológico, las empresas industriales están ayudando a la construcción de estas nuevas instalaciones y proporcionando la infraestructura necesaria para que funcionen de manera eficiente.
Otro sector que está siendo escenario de una intensa innovación es el sanitario, cuya ponderación también es significativamente mayor en los índices small cap que en los de gran capitalización. Los tipos de interés más elevados y la profunda reforma de las agencias sanitarias públicas han conducido al fuerte rezagamiento del sector, pero esto no debería alterar la demanda inelástica de la atención sanitaria en el marco del envejecimiento de la población y las abundantes necesidades médicas no satisfechas. Además, con toda la labor de secuenciación genética llevada a cabo en los últimos años, es probable que algunas de las innovaciones con mayor impacto procedan del desarrollo de fármacos en base dicho trabajo a lo largo de la próxima década. Esta también es un área de los mercados americanos en la que cabe esperar una explosión de actividad de M&A.
Cómo abordamos el reto de la selección de small caps
En un universo de inversión tan enorme y diverso como el de las acciones de pequeña capitalización estadounidenses, las empresas reciben mucha menos cobertura por parte de los analistas y los medios de comunicación. Mientras que el potencial de crecimiento es considerable, invertir en compañías potencialmente nuevas conlleva un mayor nivel de riesgo, pero el mercado suele asignarles precios de manera mucho menos ineficiente y ofrecen más oportunidades para explotar esta falta de atención por parte del mercado.
En BNP Paribas Asset Management reconocemos que en una clase de activo tan volátil e ineficiente como la renta variable de pequeña capitalización, aplicar un enfoque activo y selectivo (respaldado por una labor exhaustiva de análisis fundamental y gestión de riesgos) es probablemente lo más efectivo.
El equipo de inversión se compone de especialistas sectoriales, muchos de los cuales gestionan una gama de carteras (dentro y fuera del segmento de pequeña capitalización) relacionadas con sus conocimientos y experiencia concretos. Concentrándose en el riesgo activo de la cartera a nivel de acciones individuales, hemos sido capaces de generar una rentabilidad excedente más estable y con menores niveles de error de seguimiento respecto al índice de referencia.
La mejora de las condiciones para las small caps americanas prevista en adelante nos aporta una confianza creciente en las perspectivas de la estrategia, y creemos que esto presenta una excelente oportunidad a los inversores para obtener exposición a la bolsa estadounidense añadiendo al mismo tiempo una valiosa diversificación a sus carteras.
Tribuna de Vincent Nichols, Investment Specialist del fondo BNP Paribas US small Caps
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