Finanzas, industria y energía emergen como líderes en la adopción eficaz de la IA, generando oportunidades claras para los inversores en un contexto de expansión acelerada.
Aunque el debate en los mercados gira en torno a si la inteligencia artificial está impulsando una nueva burbuja tecnológica, la realidad apunta en otra dirección: varias industrias ya están capturando beneficios tangibles gracias a su adopción acelerada. Para AIS Financial Group, los sectores de finanzas, industria y energía son hoy los principales receptores de esta transformación, y se perfilan como áreas clave para los inversores que buscan exposición al crecimiento estructural de la IA.
Finanzas: la automatización inteligente impulsa el crecimiento
La banca ha sido tradicionalmente pionera en automatización y modelos algorítmicos. La llegada de la IA generativa desde 2023 ha elevado esa tendencia a un nivel sin precedentes. Según McKinsey, el 58% de las instituciones financieras ya han observado un aumento de ingresos gracias a la IA, especialmente en áreas como scoring crediticio, análisis de riesgos o automatización documental.
En préstamos, varios bancos estadounidenses han reducido sus tiempos de aprobación de 12–15 días a solo 6–8 días mediante modelos de IA que procesan información en segundos. Esto mejora la competitividad y reduce costes operativos.
En la prevención del fraude, los modelos alcanzan precisiones cercanas al 90%, permitiendo a las entidades reducir pérdidas y reforzar el control del riesgo. El mercado global de IA aplicada a finanzas continúa creciendo a doble dígito y se espera que supere los 22.000 millones de dólares en 2026.
Industria 4.0: fábricas inteligentes y procesos más resilientes
La industria 4.0 se apoya cada vez más en la IA para gestionar fábricas complejas, anticipar fallos y optimizar la producción. El mantenimiento predictivo es ya una práctica extendida: un estudio de SmartDev muestra que una gran fábrica agroalimentaria logró reducir los costes de mantenimiento en un 30% y aumentar la eficiencia de los equipos en un 25% gracias a algoritmos capaces de anticipar incidencias antes de que ocurran.
La capacidad de predicción es también clave: una investigación en ScienceDirect revela que los sensores conectados a IA pueden identificar el 70% de las averías con 24 horas de antelación, evitando paradas inesperadas y minimizando fallos estructurales.
Por su parte, los cobots —robots colaborativos— se han convertido en una herramienta accesible incluso para empresas medianas. Según Universal Robots, las fábricas europeas que adoptaron estas soluciones han reducido sus costes operativos entre un 10% y un 20%.
En conjunto, estas mejoras refuerzan la competitividad del sector industrial y lo posicionan como uno de los principales beneficiarios de la IA en los próximos años.
Energía: redes inteligentes y eficiencia en tiempo real
La transición energética y el crecimiento de los centros de datos han puesto a las infraestructuras energéticas bajo una presión inédita. La IA surge aquí como un aliado esencial para gestionar la demanda y optimizar los recursos.
Google ha colaborado con utilities estadounidenses, aplicando modelos predictivos que han logrado reducir en un 20% los errores de previsión de carga, permitiendo evitar sobrecargas y optimizar la producción. En paralelo, la plataforma Predix de General Electric analiza millones de datos procedentes de turbinas y transformadores en tiempo real, generando ahorros estimados en cerca de mil millones de dólares al año gracias al mantenimiento predictivo.
El retorno económico también es evidente: según Deloitte, grandes empresas energéticas ya han obtenido entre dos y tres euros de retorno por cada euro invertido en IA. Además, la creciente demanda de talento especializado ha duplicado los salarios de los perfiles con formación en IA, según PwC, reflejo del dinamismo del sector.
Con el objetivo de capturar este potencial, AIS Financial Group presenta dos productos estructurados que permiten exponerse de manera diversificada a los sectores que más se están beneficiando de la IA, a través de los ETFs sectoriales XLF (finanzas), XLI (industria) y XLE (energía).
Bonus + Participation
Un Bonus + Participation es un producto financiero estructurado que permite a los inversores acceder a una rentabilidad superior ligada al comportamiento de un activo subyacente, como un índice bursátil. Combina la posibilidad de participar en las subidas del subyacente con un cierto nivel de protección del capital o una rentabilidad mínima predeterminada.
Además, siempre que el nivel final del subyacente se mantenga en o por encima de la barrera de capital, el inversor obtiene una rentabilidad positiva fija, conocida como Bonus, que garantiza un rendimiento definido independientemente de la magnitud de la subida.

Autocall Catapult
Un Autocall Catapult es un producto financiero estructurado que combina el pago de un cupón con la posibilidad de obtener una rentabilidad adicional en función del comportamiento de un activo subyacente, como un índice bursátil.
A los 12 meses, si el Worst Of se sitúa por encima del 100%, el inversor recibe el cupón y la nota se cancela anticipadamente. Si, por el contrario, el Worst Of está por debajo del 100%, el producto continúa hasta el vencimiento.
En ese momento, si el Worst Of supera nuevamente el 100%, el inversor recibe el 100% del capital invertido más un 200% de participación en la subida del subyacente, lo que permite amplificar la rentabilidad potencial. Todo ello manteniendo un cierto nivel de protección del capital durante la vida del producto.

La IA ya no es una expectativa futura: es una tecnología que está mejorando ingresos, reduciendo costes y transformando operaciones en sectores estratégicos. Finanzas, industria y energía concentran hoy los beneficios más visibles y las oportunidades más sólidas. Las soluciones de AIS Financial Group permiten a los inversores acceder de manera diversificada y eficiente al crecimiento derivado de esta revolución tecnológica.


