En las últimas semanas han aumentado las especulaciones sobre la posibilidad de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, destituya o obligue a dimitir al presidente de la Reserva Federal, Jay Powell. Por supuesto, los titulares sensacionalistas no son nada nuevo en política, y no sabemos cuán probable es realmente este desenlace. Sin embargo, los esfuerzos por reducir la independencia de la Fed probablemente afectarían a los precios de los activos, por lo que los inversores deberían tener una idea de cómo podrían reaccionar los mercados.
Lecciones históricas de la independencia de los bancos centrales
En nuestra opinión, la cuestión fundamental no es el actual presidente de la Fed, sino la independencia de la propia institución. La Ley de la Reserva Federal de 1913 creó el banco central para llevar a cabo la política monetaria sin supervisión política o electoral directa. Las enmiendas posteriores han mantenido la distinción entre las funciones de la Fed y el funcionamiento del sistema político.
Existen numerosas pruebas de que los bancos centrales independientes obtienen mejores resultados económicos. En la década de 1970, por ejemplo, la Fed recortó los tipos a instancias del presidente Nixon, solo para ver cómo la inflación se disparaba y se mantenía alta durante la mayor parte de la década. En la década de 1980, Paul Volcker reafirmó la independencia de la Fed y subió los tipos de interés de forma drástica, venciendo a la inflación a costa de la recesión. Esta decisión habría sido dolorosa, o incluso imposible, para una entidad sometida a supervisión electoral o política.
Históricamente, los episodios de mayor inflación suelen surgir cuando los bancos centrales se doblegan ante la influencia política. No es de extrañar, pues, que la mayoría de los economistas y analistas consideren que es mejor dejar que la Reserva Federal se ocupe de sus asuntos, aunque sus medidas no sean las que desean los líderes electos. En esencia, la independencia permite a los bancos centrales tomar decisiones impopulares cuando es necesario hacerlo.
¿Cómo podrían reaccionar los mercados ante una Fed menos autónoma?
Si se toman medidas para reducir la autonomía de la Fed, ¿qué deberían esperar los inversores de los mercados? Creemos que la reacción inicial sería un fuerte aumento de la pendiente de la curva de rendimiento del Tesoro, con un aumento de la diferencia entre los rendimientos a corto y largo plazo del Tesoro.
Es probable que los tipos a corto plazo bajen, ya que el próximo presidente de la Fed probablemente favorecería los recortes de tipos, en consonancia con los objetivos de Trump. Los tipos a largo plazo podrían comportarse de manera diferente, incluso aumentando. Si los recortes de tipos se produjeran rápidamente, las expectativas de inflación probablemente se dispararían. Los inversores responderían aumentando la prima de riesgo de los bonos del Tesoro a más largo plazo, que perderían valor con el aumento de la inflación. La curva de rendimiento ya ha comenzado a empinarse, pero tiene más margen de maniobra según la experiencia histórica.
Es probable que la caída del dólar continúe. Si la inflación repuntara, el poder adquisitivo del dólar se vería afectado, lo que llevaría a los inversores a buscar fuentes de valor más estables en otros lugares. Aunque activos como el oro y las criptomonedas son en cierta medida especulativos, creemos que se beneficiarían si se viera amenazada la independencia de la Fed. Ambos son alternativas al dólar y se consideran coberturas eficaces contra la inflación.
En cuanto a los mercados de valores, el impacto de la reducción de la independencia de la Fed no está claro. El aumento de las tasas de inflación amenazaría el rendimiento económico a largo plazo, un factor clave para los mercados bursátiles. Sin embargo, la perspectiva de recortes de tipos a corto plazo podría resultar lo suficientemente atractiva para los inversores como para apoyar el mercado, incluso aunque aumenten las dudas económicas.
La posible erosión de la independencia de la Fed es un territorio desconocido, al igual que la evaluación de las posibles implicaciones para los mercados. En nuestra opinión, describir la dirección de la evolución de los precios de los activos es más fácil que estimar la magnitud de esos movimientos. Sin embargo, podemos estar seguros de una cosa: la destitución del presidente de la Fed sería muy perjudicial tanto para los mercados financieros como, probablemente, para la economía en general.
Las opiniones expresadas en este documento no constituyen investigación, asesoramiento de inversión ni recomendaciones comerciales, y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB. Las opiniones están sujetas a revisión con el tiempo.