Las donaciones realizadas por los grandes filántropos estadounidenses se redujeron hasta en un 30% en 2015, según el ranking anual elaborado por The Chronicle of Philantropy que incluye a las 50 personas y parejas más generosas del año.
En su conjunto, las aportaciones de estos 50 patrimonios supusieron una inyección de cerca de 7.000 millones de dólares para sus causas favoritas, lo que no evita que ésta haya sido la menor cifra desde 2010. Principalmente, esta reducción hay que achacarla a que las donaciones por parte de los filántropos del mundo de la tecnología cayeron de 5.000 millones -de 2014- hasta 1.300, en 2015.
Pero hay otras posibles razones, que el medio menciona: por un lado, la inestabilidad de los mercados puede haber hecho que algunos de ellos se hayan abstenido de conceder mega donaciones; por otro lado, están las fluctuaciones naturales en su listado, que cada año se ha visto disparado por una o dos mega operaciones; o, también, el hecho de que algunos de los donantes estén empezando a utilizar nuevas estructuras, como Marck Zuckerberg y Priscilla Clan, que no aparecen en el listado pero en 2015 destinaron 45 millones a una corporación con el fin de “mejorar este mundo para la siguiente generación”.
Aunque pueda parecer que muchos de los grandes patrimonios del país no practican la filantropía, el medio explica que algunos prefieren hacer grandes donaciones en momentos puntuales o hacerlo en el anonimato.
Top 10 de donantes a entidades benéficas en 2015:
El fallecido Richard Mellon Scaife donó 759 millones de su fortuna de origen familiar principalmente a fundaciones, entre las que se encuentran la Allegheny Foundation y la Sarah Scaife Foundation.
El segundo mayor donante del año fue el también fallecido John Santikos, que con un patrimonio amasado en los sectores del real estate y ocio aportó 605 millones para servicios humanitarios, siendo las mayores beneficiarias la John L. Santikos Charitable Foundation at San Antonio Area Foundation.
510 millones fueron los que donó Michael Bloomberg -empresario del mundo de los medios de comunicación y el entretenimiento- para favorecer las artes, la educación, el medioambiente y programas y grupos de sanidad pública, con el fin de mejorar la gestión de las ciudades globalmente.
Tras estos tres primeros, John y Jenny Paulson –que deben su riqueza a la industria financiera- cedieron 400 millones a la Universidad de Harvard; Pierre y Pam Omidyar – que hicieron fortuna en el mundo tecnológico- donaron 327 millones; Bill y Melinda Gates aportaron a su fundación 272 millones; Alice Walton, en el séptimo puesto, donó 225 millones; el californiano David Geffen compartió los mismos 200 millones que los neoyorquinos Stephen y Christine Schwartzman; y, para terminar, el también neoyorquino David Koch fue el décimo mayor donante de 2015, con 192 millones.