Tras años de estancamiento, el número de mujeres en puestos directivos en España vuelve a crecer y aumenta tres puntos con respecto al año pasado, situándose en un notable 30%. El avance nos sitúa por encima del 28% que alcanza la Unión Europea y también del 29% a nivel global, según los datos del nuevo informe “Women In Business 2019: hacia un avance real” de la consultora Grant Thornton.
La mujer, además, ya ocupa al menos un puesto de mando en el 87% de compañías españolas de entre 20 y 500 empleados, una cifra que en 2012 se reducía al 67%,
El salto es el más positivo desde 2015 y, aunque permite que las compañías, cotizadas o no, alcancen el umbral de directivas recomendado por la CNMV en 2020, sin embargo, solo supone un progreso del 10% en diez años. “Los resultados son una foto fija muy realista de la empresa española, que parece haber recogido el guante de un 2018 intenso en reivindicaciones y vuelve a activar políticas de diversidad de género en sus plantillas. Pero la paridad está lejos de alcanzarse y esperamos que este aumento no sea una mera reacción al actual entorno social y veamos avances similares en los próximos años”, explica Isabel Perea, socia de Grant Thornton.
Entre esas compañías comprometidas con el impulso del liderazgo femenino, el informe recoge los casos de éxito de Banco Santander, Iberdrola, Caixabank, Merck, Caser Seguros, Alphabet, Natura Bissé y Boehringer Ingelheim, que explican cómo sus diferentes políticas les han permitido alcanzar en muchos casos la paridad efectiva en sus equipos directivos.
La maternidad, el principal freno al desarrollo directivo
Para lograr este avance, los directivos y directivas encuestadas explican que han reforzado las políticas de diversidad de género en sus corporaciones. Entre las más importantes destacan el trabajo flexible (56%); el acceso igualitario a oportunidades laborales (44%) y la creación de una cultura de empresa más inclusiva y diversa (40%)
Sin embargo, la maternidad (49%), la falta de conciliación (47%) y una cultura dominada por hombres en su sector (47%) y en su propia empresa (45%) siguen siendo las principales barreras que frenan a la mujer en su desarrollo directivo.Sin embargo, la maternidad (49%), la falta de conciliación (47%) y una cultura dominada por hombres en su sector (47%) y en su propia empresa (45%) siguen siendo las principales barreras que frenan a la mujer en su desarrollo directivo.
Según Aurora Sanz, socia de Grant Thornton, “lo ideal sería que a partir de esta reactivación no se dieran pasos atrás que revirtieran la situación. No hay que cesar en el empeño ni caer en la complacencia”.
Es curioso que solo el 18% de empresas estén formando a sus empleados para que eviten prejuicios de género. o lo que se llama “parcialidad inconsciente”, que provocan sesgos en la percepción de verdaderas situaciones de igualdad. “Ser conscientes y comprender más esos sesgos aumenta la diversidad y la inclusión en las empresas, porque ayuda a tener siempre una visión más completa de la realidad”, apunta Perea.