¿Cómo invierte un family office, directamente o coinvierte? ¿Cuáles son los principales desafíos? ¿Pueden competir con los fondos de private equity y real estate? Estas son algunas de las preguntas que se plantearon este miércoles en uno de los paneles del Foro de Private Equity & Real Estate celebrado por Terrapinn en Miami.
En dicho panel participaron Jennifer Magana, analista de Inversiones de WLD Enterprises, y Annette Franqui, socia del family office Forrestal Capital. Ambas buscaron, desde el punto de vista del family office, dar respuesta a las interrogantes planteadas por Camilo Nino, socio de AKRO Group, moderador del panel.
Para estos dos family offices la idea de la inversión directa tiene sentido y funciona siempre y cuando esté relacionada con un sector en el que tengan experiencia. En el caso de WLD Enterprises, family office fundado en la década de los 80 tras la venta de un importante negocio de real estate en Florida, la inversión en bienes raíces siempre es directa porque es un negocio que conocen de sobra y sobre el que se asientan los pilares de su firma, a pesar de que ya no tenga una empresa operativa. En el caso de Forrestal Capital, que nació en 2003 de la venta de Panamco, una embotelladora para Coca Cola en Latinoamérica, Franqui explica que operan de la misma manera, buscando entrar al negocio que conocen de forma directa porque «además es donde se obtiene un mayor beneficio».
En Forrestal Capital, dijo Franqui, “hacemos los dos tipos de inversiones. Hemos aprendido a lo largo de los años que la inversión directa tiene sentido cuando la conocemos, mientras que en una situación alternativa nos asociamos con alguien que sí tiene más conocimiento. Buscamos una mejor asesoría en áreas donde el private equity logra mejores resultados”, puntualizó. En este sentido, ésta explicó que invierten, por ejemplo, en private equity en energía y finanzas en Estados Unidos porque son sectores con potencial en los que ellos no tienen experiencia.
Ambas coincidieron en que un family office debe de ser cauto a la hora de invertir directamente en determinados sectores en los que el private equity ofrece unos criterios muy específicos para la inversión, una estrategia de retorno y una salida muy específica. Magana dijo que en este caso se somete al private equity a un proceso de due diligence, en el que buscan alguien muy similar a ellos en ejecución y operativa y que cuente con un importante track record: requisitos fundamentales antes de coinvertir.
En cuanto a cuál debe de ser la participación necesaria para que un family office esté a gusto coinviritiendo, Franqui reconoció que los porcentajes pequeños solo consiguen que se mermen las capacidades del family office, por lo que prefieren coinvertir como socios mayoritarios y siempre con una buena salida atada, aunque “nunca hay documentos legales que te protejan al final del día”. Para Magana, no solo son necesarias dichas premisas, también es fundamental encontrar un buen socio y también la proximidad del activo. “En real estate tenemos socios con los que llevamos décadas invirtiendo y con los que los resultados hasta la fecha son muy buenos. Eso es importante”, recalcó.
Si lo que se está buscando es invertir en un private equity, y como ya se mencionó anteriormente, la experiencia que pueda tener un gestor externo, y que no se tiene en casa, es vital a la hora de tomar decisiones, además de la confianza en dicho gestor. Franqui reconoce que en América Latina, en donde ellos tienen un gran conocimiento, huyen del gran private equity porque lo que buscan es especialización. “Nos gustan los managers que no tienen más de 40/50 posiciones y que cuentan con una buena posición en el mercado… Invertimos a través de fondos en áreas que no conocemos y de forma directa en donde sabemos”, puntualizó.
Respecto a si debe involucrarse en el negocio del family office a las nuevas generaciones, Franqui cree que no es bueno porque no todos los miembros de una familia tienen las mismas capacidades ni intereses en la gestión. “Siempre es difícil traerlos porque siempre trabajan en la sombra, por lo que una salida es llevarles hacia un negocio exterior del family office. Como mínimo tienen que aprender a ser buenos accionistas, tienen que hacer bien sus deberes”, puntualiza.
Franqui y Magana coincidieron también en que una de las corrientes que últimamente se observa en el sector de los family offices es que ha aumentado el diálogo entre family offices en busca de oportunidades para coinvertir, una vía en la que de momento no ha entrado Forrestal Capital, pero en la que si lleva tiempo WLD Enterprises, sobre todo en el sector de bienes raíces, en donde si además es en el sur de Florida suelen llevar la batuta.
“Cuando obtienes un mayor beneficio es cuando identificas la operación, no tienes competencia y puedes llevar el negocio sobre la mesa de otros… También cuando además de capital puedes añadir valor”, enfatizó Franqui.