Considerando el amplio espectro de características y variables que dan forma a los sistemas de pensiones a lo largo del continente, hay algunas tendencias que se dibujan en el panorama. Esa es la visión que entrega Guillermo Zamarripa, presidente de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore) y presidente de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP), quien destaca que, dentro de la heterogeneidad de los sistemas previsionales y reformas que están en curso, los sistemas mixtos están primando a nivel mundial.
Desde su posición de líder de la gremial internacional que agrupa a las asociaciones de gestoras de fondos de pensiones de Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, México, Perú, República Dominicana y Uruguay –junto con los de España y Kazajstán–, Zamarripa ve un debate público en torno a las pensiones que se ha vuelto más balanceado.
“Todo el mundo va refinando los debates”, dice el profesional en entrevista con Funds Society. Durante años, el debate estaba dominado por dos posiciones extremas: sólo capitalización individual o reparto. Desde entonces, la discusión “ha ido evolucionando”, describe, con argumentos más agudos y razones más concretas.
Si bien todavía quedan ciertas posturas de corte más ideológico en las conversaciones públicas en torno a los sistemas de pensiones, “lo que hoy está conduciendo todo es el pragmatismo”, asegura. En ese sentido, Zamarripa acota que esta postura más práctica se ha convertido en la visión “mainstream”, incluyendo grandes entidades internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Este fenómeno, agrega, tiene como telón de fondo temas que han generado preocupación en materia de pensiones a nivel global, como los cambios demográficos –y sus implicaciones para los mercados laborales– y el envejecimiento de la población.
En ese sentido, los modelos mixtos se han convertido en la opción preferida de varias latitudes.
Modelos mixtos y fondos generacionales
Según describe el presidente de la FIAP, el concepto de modelo mixto de financiamiento de las pensiones da cuenta de que un sistema no puede apoyarse en sólo una fuente de capitalización. Esto, acota, es especialmente relevante en países como los latinoamericanos, que tienden a tener mayores niveles de informalidad laboral.
En ese sentido, la tendencia global –incluyendo mercados desarrollados, como Estados Unidos y Europa– es combinar elementos del modelo de beneficios definidos y del de ahorro individual, adaptándose a las realidades –y dinámicas más culturales– de los mercados laborales locales.
“¿Cuál es un componente esencial? La cuenta individual. Porque el dinero del gobierno no alcanza”, indica Zamarripa.
Por el lado de los regímenes de inversión, otra tendencia que ha surgido es la adopción de fondos generacionales o Target Date Funds (TDFs), donde la gestión de la cartera va evolucionando a lo largo del período laboral de distintas generaciones de trabajadores.
Eso sí, recalca el presidente de Amafore, estos vehículos “no son una receta única”. El profesional llama a ver este esquema como un modelo operativo conceptual, cuya bajada práctica debe adaptarse a la realidad local. Por lo mismo, el líder gremial enfatiza en la importancia de la definición de benchmarks y glidepaths que estén adecuadamente diseñados.
Apertura de las carteras
Otro fenómeno que Zamarripa ha visto en la industria donde juega un rol de liderazgo es la evolución de la composición de las carteras de los fondos de pensiones. Puntualmente, ve tres grandes cambios: una apertura de los portafolios a instrumentos más riesgosos, a activos alternativos y a inversiones internacionales.
El camino clásico de un fondo de pensiones es partir invirtiendo los recursos en deuda gubernamental de su propio país e ir abriendo progresivamente las carteras. La renta fija local, explica el presidente de FIAP, es sólo una “capa” de la cartera.
“Lo que estamos haciendo es construir esas capas adicionales, por eso la gran tendencia es consistente con ampliar”, acota, agregando que “el mundo cambia y los mercados cambian”.
En ese sentido, para Zamarripa, los límites de inversión juegan un rol crucial. “El regulador ha ido abriendo esas fronteras y límites”, permitiendo a las gestoras diversificar sus carteras. Así, los cambios normalmente responden a normativas que ya no calzan con la realidad de los portafolios previsionales.
“El tema no es pensarlo como restricciones que me imponen, sino en que las restricciones no generen una distorsión. Por eso se han ido ampliando a más clases de activos”, explica. En esa línea, el ejecutivo enfatiza en la importancia del diálogo público-privado, ya que facilita la discusión sobre la idoneidad de ciertos límites y sus efectos en las pensiones finales.



