Los sistemas de pensiones muestran avances globales, pero el envejecimiento demográfico es el gran desafío. Esta es una de las principales conclusiones del informe Mercer CFA Institute Global Pension Index 2025, que ha analizado 52 sistemas de pensiones, incorporando a Kuwait, Namibia, Oman y Panamá, lo que supone el 65% de la población mundial.
El estudio evalúa a los países a nivel global utilizando más de 50 indicadores, distribuidos en tres subíndices principales: suficiencia (40%), sostenibilidad (35%) e integridad (25%). En 2025, los sistemas de pensiones de Países Bajos, Islandia, Dinamarca e Israel mantienen la máxima calificación (A). Por primera vez, Singapur alcanza también el nivel A, siendo el único país asiático que logra esta distinción.

En su última edición, ocho países mejoran su calificación y ninguno empeora, reflejando avances generalizados en la provisión de ingresos para la jubilación. Los Países Bajos (85,4 puntos) mantienen el liderazgo mundial, seguidos de Islandia (84,0), Dinamarca (82,3), Singapur (80,8) e Israel (80,3). Todos ellos alcanzan la categoría A, que distingue a los sistemas más sólidos, sostenibles y con altos niveles de integridad. Singapur se convierte, además, en el primer país asiático que logra esa calificación, un reconocimiento a su modelo híbrido que combina ahorro obligatorio con prestaciones estatales.
El informe, elaborado por Mercer junto al CFA Institute y el Monash Centre for Financial Studies, evalúa cada país en función de tres pilares: suficiencia, sostenibilidad e integridad. Entre las economías con mejor desempeño se encuentran también Suecia, Australia, Chile, Finlandia y Noruega, todas con calificaciones B +. En contraste, los sistemas menos desarrollados, como los de Turquía, Filipinas, Argentina e India, permanecen en la categoría D, debido a su limitada cobertura, baja rentabilidad y debilidad institucional.
Un contexto con retos
El estudio advierte que el contexto global, marcado por el envejecimiento demográfico, el aumento de la longevidad y los cambios en el mercado laboral, obliga a los gobiernos a replantear sus políticas de pensiones y a equilibrar sostenibilidad, cobertura y rentabilidad. “A medida que aumenta la esperanza de vida y cambian los mercados laborales, los gobiernos sienten la presión de adaptar los sistemas de pensiones. Sin embargo, las reformas nunca son sencillas. Es fundamental analizar los posibles resultados, por eso empleadores, gobiernos y gestores de planes deben implicarse en la creación de sistemas de pensiones más sólidos”, señala Christine Mahoney, responsable global de Planes de Prestación y Aportación Definidas de Mercer.
Por su parte, Margaret Franklin, CFA, presidenta y CEO de CFA Institute, advierte sobre los efectos de las regulaciones gubernamentales en la gestión de los fondos: “Ahora que algunos países buscan que estos fondos financien inversiones consideradas de interés nacional, el sector profesional de la inversión debe estar alerta ante posibles consecuencias no deseadas derivadas de mandatos o restricciones que puedan alterar el sistema. Como resalta el Índice, el objetivo fundamental de las pensiones debe ser garantizar ingresos para la jubilación, guiados siempre por el principio fiduciario”.
El informe también aborda cómo los gobiernos están influyendo en las decisiones de inversión de los fondos privados, desde la promoción de criterios ESG hasta el fomento de la inversión en infraestructuras nacionales. En este sentido, Tim Jenkins, socio de Mercer y autor principal del estudio, subraya que “los sistemas de pensiones con restricciones nulas o limitadas tienden a obtener mejores resultados en el Índice. Esto sugiere que, en lugar de imponer obligaciones, los gobiernos podrían centrarse en ofrecer opciones de inversión atractivas, fomentar la transparencia y una buena gobernanza, y promover la colaboración con el sector privado para reforzar la sostenibilidad de los sistemas de pensiones y el crecimiento económico”.
El MCGPI 2025 concluye que los sistemas que mejor equilibran los intereses nacionales y la rentabilidad para los partícipes tienden a ofrecer mayores garantías a largo plazo. En un contexto global de incertidumbre económica, Mercer y CFA Institute instan a los gobiernos a avanzar hacia modelos mixtos, flexibles y sostenibles, que aseguren un ingreso digno en la jubilación sin comprometer la estabilidad fiscal.



