WTW, firma global de consultoría, correduría y soluciones, ha publicado su última Encuesta global sobre planes de pensiones (IPP), en la que se confirma una transformación en los planes de pensiones internacionales gestionados por empresas multinacionales, especialmente en regiones con mercados de jubilación poco desarrollados o con incertidumbre económica.
Según el documento, el 62% de los planes ya incluye opciones de inversión ESG (frente al 51% en 2019), el 22% ofrece fondos Shariah, el 86% de los proveedores detecta un aumento de demanda por parte de las empresas, el 34% de los planes cuenta con un comité de supervisión formal (20% en 2020) y el 77% invierte en herramientas digitales de planificación financiera online, mientras que el 62% lo hace en apps móviles.
Entre las novedades más destacadas, sobresale el creciente interés por las inversiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) y, de forma específica, por los fondos Shariah (vehículos de inversión que cumplen con los principios de la ley islámica). También se observa una mayor apertura a activos alternativos, antes exclusivos de grandes inversores institucionales.
Según el informe, elaborado con datos de 1.154 planes y más de 375.000 partícipes a nivel global, el 62% de las compañías que ofrece IPPs ya incluyen opciones ESG, frente al 51% en 2019. Además, uno de cada cinco planes (22%) ofrece fondos compatibles con la Shariah, y un 86% de los proveedores afirma estar detectando un aumento de la demanda por parte de las empresas por ofrecer planes de pensiones más diversificados y sofisticados.
“Observamos cómo las empresas están transformando los planes de pensiones internacionales y de ahorro en herramientas estratégicas, no solo para facilitar el ahorro, sino para alinearse con las nuevas expectativas de los empleados: mayor sostenibilidad, más flexibilidad y un control real sobre su futuro financiero”, explica Pilar Méndez, Pension Consulting Leader en WTW España.
Otro de los cambios más relevantes que ha detectado el informe es el creciente acceso a inversiones en mercados privados, diversificación con la que se busca mejorar los rendimientos a largo plazo y la resiliencia de las carteras. “La clave está en saber adaptarse. Las compañías que diversifican sus opciones de inversión, integran tecnología y optimizan los costes están logrando construir planes más eficientes, sostenibles y alineados con las necesidades actuales”, concluye Méndez.