El presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), Paul Atkins, instó a reforzar el papel del análisis económico en el diseño normativo de los mercados financieros, advirtió sobre los riesgos de legislar sin una base técnica sólida y defendió una mayor transparencia en los procesos de elaboración de normas.
“No podemos permitirnos crear soluciones en busca de problemas. Toda acción regulatoria debe partir de un diagnóstico claro y una propuesta específica”, subrayó Atkins en la 12ª Conferencia Anual sobre Regulación del Mercado Financiero, ante un auditorio formado por expertos del sector financiero, académicos y funcionarios públicos.
Paul Atkins, quien fuera nominado por el presidente Donald Trump, asumió formalmente en su cargo el pasado 21 de abril. Se espera que reduzca la regulación y promueva normas más amistosas de la SEC con las empresas de criptomonedas, que lucharon en los tribunales con su predecesor, Gary Gensler.
El presidente de la SEC lamentó que en años anteriores la Comisión haya priorizado, en algunos casos, la expansión regulatoria sobre el rigor analítico, lo que, a su juicio, ha afectado el equilibrio entre protección al inversor, eficiencia del mercado y formación de capital.
En ese sentido, criticó que ciertos informes recientes del regulador reconocen su incapacidad para cuantificar con precisión los efectos económicos de algunas normas. “Debemos demostrar con claridad qué proponemos y por qué, considerando tanto los beneficios como los posibles efectos adversos”, sostuvo.
Atkins, quien asumió la presidencia tras haber sido comisionado entre 2002 y 2008 y haber trabajado previamente en la agencia durante los años ’90, aseguró que su mandato estará marcado por una defensa firme de la evidencia empírica como pilar de la política regulatoria. “Mi objetivo como presidente es que el análisis económico riguroso sea la base sobre la que se construyan todas nuestras normas”, afirmó.
Regulación con precisión quirúrgica
En un tono didáctico, el titular de la SEC comparó la labor reguladora con el golf: “Requiere golpes precisos y un análisis meticuloso de cada jugada. Si eliges el palo equivocado o haces un swing excesivo, puedes pasarte del green. En regulación, como en golf, el juego corto, la precisión, es lo que marca la diferencia”.
Atkins advirtió sobre los costos de una regulación mal diseñada. “Si no medimos dos veces antes de cortar, corremos el riesgo de dañar los mercados e imponer cargas innecesarias tanto a emisores como a inversores”, afirmó. En su opinión, el entorno competitivo global actual obliga a la SEC a mantener la calidad y la previsibilidad de su marco normativo: “Los inversores pueden moverse. Nuestro deber es garantizar que los mercados de EE.UU. sigan siendo los más atractivos del mundo”.
Un nuevo enfoque en la SEC
El presidente del regulador estadounidense celebró la diversidad de perspectivas presentes en el foro y animó a los expertos a seguir contribuyendo con investigación empírica. “Valoramos profundamente el trabajo que hacen. Integrar visiones diversas fortalece nuestro análisis y mejora nuestras decisiones”.
Concluyó su intervención agradeciendo a los organizadores del evento, entre ellos Amy Edwards y Vlad Ivanov (División de Análisis Económico y de Riesgos de la SEC), Kathleen Hanley (Universidad de Lehigh) y Pedro Matos (Universidad de Virginia). “Es un nuevo día en la SEC”, aseguró. “Y estoy convencido de que, con una regulación basada en datos, podemos fortalecer la confianza en nuestros mercados y fomentar un crecimiento económico sostenible”.