El Instituto Español de Analistas y finReg360 han presentado en Madrid el estudio La Unión de Ahorros e Inversiones: una oportunidad para racionalizar y simplificar la regulación de los servicios financieros, que propone un paquete de medidas para reducir la complejidad del marco europeo y ganar competitividad en los mercados de capitales. El estudio sitúa la SIU como palanca para pasar de la acumulación normativa a un enfoque de calidad regulatoria, con efectos directos sobre la financiación de la economía real.
Durante la jornada, inaugurada por Santiago Satrústegui, presidente de Abante, Gloria Hernández Aler, socia cofundadora de finReg360, presentó las principales conclusiones del informe. “La regulación actual de los servicios financieros es inmanejable y lastra la competitividad del sector. Es necesario actuar sobre las bases comenzando por el propio sistema de producción normativa (procedimiento Lamfalussy), evitar revisiones contantes de las normas, eliminar obligaciones y reportings duplicados, y ordenar y codificar mejor la regulación existente”, apuntó Hernández.
El documento advierte del riesgo de colapso operativo por el solapamiento de normas y desarrollos técnicos, y propone una respuesta en tres niveles: ordenar y simplificar lo existente, dosificar la nueva producción normativa y medir el impacto con criterios homogéneos. Entre las medidas, el estudio plantea un calendario coordinado entre autoridades europeas, la codificación de reglas dispersas en un single rule book accesible y un régimen de proporcionalidad real para entidades pequeñas y medianas.
Consenso en reducir cargas y unificar normas: hacia un marco más simple y predecible
En la mesa de debate, que estuvo moderada por Gloria Hernández Aler, socia cofundadora de finReg360, Víctor Rodríguez Quejido, director general de Política Estratégica y Asuntos Internacionales de la CNMV, alertó de que “es fundamental una mayor participación de los mercados en la financiación de la economía, para lo cual es necesario un cambio cultural tanto por parte de las empresas como de los inversores. Esto es un objetivo de largo plazo y, mientras procuramos que esto suceda, unos incentivos fiscales adecuados, entre otras medidas, pueden tener impacto en el corto plazo”.
Por su parte, Cristina Freijanes Presmanes, secretaria general de Unacc, puso el acento en la proporcionalidad, “principio cuya aplicación requiere que las normas diseñadas para entidades más grandes no se apliquen sin adaptación alguna a las entidades más pequeñas y con características diferentes”.
Por otro lado, Arantzazu Rodríguez, directora de Regulación de CECA, subrayó la necesidad de elegir el instrumento legislativo que mejor se adapte a los problemas que se quieren abordar para reducir la fragmentación del mercado: “La preferencia por las Directivas europeas abre la puerta a diferentes interpretaciones y aplicaciones por parte de los Estados miembros, con el riesgo de dar lugar a 27 regímenes jurídicos diferentes”, señaló. Además, abogó por una normativa de conducta común, con especificaciones para cada uno de los productos.
La directora de Regulación de CECA finalizó su intervención destacando que “SIU es un camino a largo plazo, ahora estamos sentando las bases para el futuro, y es clave que vaya acompañado de una mayor conciencia y educación financiera de los ciudadanos a través de la colaboración público-privada”.
Christian Castro, Head of Public Affairs de CaixaBank, destacó la importancia de concretar medidas y eficientizar procesos legislativos en Europa en materia de regulación financiera, por ejemplo, a la hora de racionalizar la multiplicidad de regulaciones y organismos involucrados. “El proceso de simplificación regulatoria en marcha es una pieza fundamental para impulsar la competitividad europea. Tenemos una oportunidad única para avanzar en frentes claramente identificados, tales como los que se han destacado en materia de titulizaciones, procesos supervisores y reporting”, apuntó. En este sentido, ha asegurado que “no podemos permitirnos que esta oportunidad para Europa se vuelva una fuente de incertidumbre, por falta de avances concretos y plazos muy dilatados”. Además, el Head of Public Affairs de CaixaBank, también puso en valor “la importancia de tener una regulación robusta y consistente entre los distintos actores de mercado con actividad financiera”, un tema que, aseguró, “se viene arrastrando desde hace tiempo y no se ha logrado resolver”.
Gloria Hervás, Global Head of Public Policy de Banco Santander, insistió en que “la Comisión Europea ha definido la competitividad y el crecimiento como pilares de su estrategia, y con gran determinación, consciente del momento crítico en el que estamos”. Asimismo, añadió que “todas las medidas incluidas en la SIU son importantes, pero ellas solas no funcionarán si no van acompañadas de medidas para simplificar y racionalizar el marco regulatorio, dotando al marco de mayor predictibilidad y transparencia en los requerimientos. Ahora urge actuar. El sentido de urgencia tiene que guiarnos en nuestras decisiones”, concluyó Hervás.
El estudio ilustra cómo la proliferación de normas de niveles 2 y 3 genera incertidumbre jurídica, cargas de reporting y costes de cumplimiento que lastran la innovación y la competencia, especialmente en segmentos minoristas. Para revertirlo, el informe propone ocho líneas de reforma: creación de un grupo de expertos en simplificación con participación público-privada; fusión y coherencia de las normas de conducta en un texto único; calendario integrado entre supervisores; proporcionalidad por tamaño y complejidad; claridad redaccional y pruebas de legibilidad; codificación y acceso unificado al acervo; mayor participación de usuarios e industria en consultas; y programas de capacitación para facilitar la implantación.
Asimismo, el documento apuesta por una “pausa regulatoria” acotada que permita culminar la simplificación y ajustar obligaciones de reporting no esenciales, sin menoscabar la protección del inversor ni la estabilidad financiera. En paralelo, sugiere reforzar las evaluaciones de impacto con métricas comparables y revisar el proceso de elaboración normativa para evitar la hipertrofia de desarrollos técnicos.
Los ponentes coincidieron en que un marco más simple, predecible y proporcionado permitirá destinar más recursos a la atención al cliente, la digitalización y la innovación de productos, fortaleciendo la profundidad del mercado y la canalización del ahorro hacia la economía real.
Lola Solana, presidenta del Instituto Español de Analistas, cerró el acto destacando el papel de la SIU como catalizador de una mejor regulación: “La SIU es la oportunidad de pasar de la cantidad a la calidad regulatoria: menos dispersión, más claridad y una hoja de ruta medible que devuelva competitividad a los mercados europeos y facilite que el ahorro financie mejor a familias y empresas”.
Puede consultar el informe completo aquí.
 



