Los UCITS cumplen 40 años y Cecabank ha celebrado este aniversario con unas jornadas en las que la industria de la inversión colectiva ha desgranado los efectos y los retos que afrontan las entidades. En este evento, José Marcos, director general de Entidades de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), recordó las largas conversaciones en el seno de la UE para dar a luz a este pasaporte para los fondos de inversión, que contaba con el objetivo de dar a los inversores “acceso a una gama más amplia de productos, además de beneficiarse de una bajada de los costes”. Asimismo, citó como clave del éxito de los UCITS su “elevada seguridad jurídica”.
Pero también explicó que el 95% de las exportaciones de fondos UCITS se realizan desde Luxemburgo e Irlanda, un escenario que tiene como origen “la ausencia de supervisión única”. Por ese motivo, reconoció la conveniencia de que ESMA, la autoridad europea, “asuma competencias supervisoras directas sobre los grandes UCITS transnacionales con actividad en varios estados”. Es más, para el ejercicio de esta actividad supervisora “no tendría conflictos de interés”, según Marcos.
Asimismo, resaltó la resiliencia mostrada por las IICs españolas en la crisis financiera, que lograron garantizar los reembolsos “sin usar medidas excepcionales ni generar conflictos de interés”. Pero Marcos reseñó también los retos que la industria afronta en el futuro. Uno de ellos es la SIU. “Somos partidarios de estas iniciativas”, aseguró, en referencia a que esta normativa europea pretende fomentar el ahorro y canalizarlo a la economía europea a través de los mercados financieros. El éxito de una de sus facetas estrella, la cuenta de ahorro e inversión, dependerá, según Marcos, “del diseño, la fiscalidad y de que los productos satisfagan las necesidades de los clientes, en definitiva, que sean sencillos y baratos”.
También citó como retos la simplificación y la reducción de trabas. En este sentido, admitió que en breve, la CNMV publicará una treintena de iniciativas a modificar, casi la mitad de ellas, relacionadas con las IICs. Entre ellas, modificaciones en las autorizaciones de entidades o en la carga supervisora.
Un último reto que Marcos señaló hizo referencia al diseño y comercialización de los productos. Aquí, puso el foco en el “creciente interés” por comercializar vehículos de capital riesgo, así como evergreen, para el segmento minorista. Así, cree que el cumplimiento de las actuales normas de distribución para estos productos puede “ser insuficiente” para proteger al inversor. Por lo tanto, cree necesario “un adecuado diseño de estos productos sobre todo lo relacionado con los reembolsos”. La protección del inversor exige, según Marcos, “garantizar un consentimiento informado correctamente”, de tal manera, que “la distribuidora debe asegurarse que el producto es adecuado” para un determinado cliente.
La visión de los depositarios
Por su parte, Aurora Cuadrado, directora corporativa de Securities Services de Cecabank, resaltó el papel del depositario, como una “infraestructura esencial para el buen funcionamiento y estabilidad de los mercados financieros”. Recordó que en Cecabank, en el marco de security services, “apostamos decididamente por la depositaría de la inversión colectiva de entidades de capital riesgo, fondos de pensiones, EPSVs, con un modelo basado en la independencia, la solvencia, el conocimiento experto y la colaboración con nuestras gestoras”. Y dio datos de la dimensión de la entidad: lleva más de 10 años “ostentando la posición de liderazgo de la depositaría en la Península Ibérica”, con presencia en España, Portugal y Luxemburgo, ha superado ya los más de 280.000 millones depositados; distribuidos en más de 1.000 vehículos y cerca de 15 millones de cuentas de partícipes. “Estamos convencidos que nuestro modelo de éxito es exportable a otras jurisdicciones”, aseguró.
Recordó que 2025 ha registrado una intensa actividad transformadora y citó como ejemplo la integración y el avance en la gestión de colaterales en Europa, que “ha requerido una estrecha colaboración entre bancos centrales, depositarios centrales de valores, bancos custodios y proveedores tecnológicos”, con el objetivo de unificar la gestión de activos que sirven como garantía en las operaciones de crédito del eurosistema.
Tampoco quiso dejar fuera los retos futuros, como “el gran impacto de la reducción del ciclo de liquidación a T+1, cuya entrada en vigor está prevista en octubre de 2027”. Sus objetivos serían impulsar una liquidación “más eficiente y resiliente, al disminuir las garantías necesarias”, entre otros. El desafío estaría, según Cuadrado, en la existencia de numerosos mercados de contratación, sistemas de compensación y depositarios centrales de valores, así como las fuertes inversiones en tecnología.
También vio necesario “adoptar nuevas estrategias para la gestión de inversión”, y resaltó el visto bueno al préstamo de valores en las instituciones de inversión colectiva, y su propuesta como proveedor de servicios de criptoactivos, ofertando el servicio de recepción, transmisión de órdenes, transferencia y custodia.
Cambios en el ahorro de las familias
Por su parte, Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco, revisó las cifras de estos 40 años para concluir que el acrónimo UCITS “ha sido un ejemplo de éxito basado en un sinónimo de confianza, de protección al inversor y un reconocimiento global en la calidad de la gestión de los activos”. También, los cambios en la composición del ahorro de las familias españolas, para detectar cuatro tendencias: el aumento del peso de los activos vinculados a los mercados financieros; la drástica caída del peso de los depósitos bancarios; la mayor relevancia de las instituciones de inversión colectiva y, finalmente, el decreciente peso decreciente de la inversión directa en renta variable y en renta fija.
De cara al futuro, ve indispensable que Europa movilice ahorro financiero hacia los mercados para transformar el modelo productivo “hacia una economía más sostenible, más digital donde las inversiones en seguridad y en defensa son claramente crecientes”. Aquí, considera necesario “seguir impulsando la regulación tanto en su aspecto financiero como en su aspecto fiscal”. También, avanzar en la simplificación regulatoria.
Martínez-Aldama hizo referencia explícita a la RIS. Recordó que las intenciones iniciales de la Comisión Europea eran transformar al ahorrador en inversor y facilitar ese tránsito de los minoristas a los mercados financieros. “Sin embargo, lamentablemente, en este entorno donde deben primar la simplificación y la competitividad de la economía europea, el enfoque -a pesar de las mejoras-, no va en la dirección del todo correcta”, enfatizó. El presidente de Inverco explicó, en este sentido, que el enfoque basado solo en aspectos cuantitativos y cualitativos “puede expulsar a los productos que pueden tener menos costes, sin embargo sí tienen incidencia en aspectos claves de la agenda europea como la sostenibilidad o la inversión en pymes”.
La SIU, a escena
La clausura del evento corrió a cargo de Sergio Escobedo, subdirector general de Legislación Financiera del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, que arrancó su intervención definiendo este aniversario de 40 años de fondos UCITS como la celebración de 40 años “de integración europea, de construcción de un mercado interior más profundo, más líquido y competitivo”, así como de “uno de los mayores casos de éxito de la regulación europea”.
Escobedo se detuvo en la SIU, concretamente, en la cuenta de ahorro e inversión y la etiqueta “Finance Europe”. Respecto a la primera, se trata de un medio para incrementar la participación de los hogares en los mercados financieros y, así, incrementar su renta disponible futura. “No pretende incentivar sectores concretos ni priorizar geografías determinadas, es más, el propio comportamiento natural de los inversores hace que exista un sesgo hacia los activos nacionales europeos sin necesidad de introducir restricciones adicionales”, apuntó. Escobedo añadió que tampoco pretende dirigir a los ciudadanos hacia inversiones a largo plazo “sin perjuicio de que el régimen regulatorio pueda incentivar un plazo o un horizonte de inversión más amplio”. Aseguró que la cuenta “debe estructurarse como un instrumento único, sencillo y estable operado por intermediarios financieros autorizados y que permita invertir de manera diversificada”. También, que cuente con “un diseño simple, reglas claras, una arquitectura fiscal comprensible y barreras centrales reducidas”.
Sin embargo, reconoció ser consciente de que existen dificultades: si debe existir un límite a las aportaciones a la cuenta y dónde debe situarse ese límite; qué entidades deberían estar autorizadas a comercializarlas; cómo articular con garantías y costes razonables la movilidad de cuentas entre los distintos proveedores o qué productos deben integrarse dentro de esta cuenta. “Se trata de interrogantes complejos que deberán responderse con la vista puesta en incrementar la participación de los ciudadanos en los mercados financieros y de aumentar la renta disponible de los hogares en el futuro”, apostilló.
También habló de la etiqueta “Finance Europe” que persigue un objetivo diferente: canalizar la financiación de forma estructural y a largo plazo hacia las empresas del espacio económico europeo. Exige que al menos el 70% de la inversión se dedique a activos del espacio económico europeo; permite excluir los criptoactivos; establece una inversión mínima de cinco años que se podrá aumentar y deja en manos de cada estado miembro las decisiones en materia de fiscalidad. “Todavía no podemos avanzar una fecha concreta, pero nuestra intención es que pueda ponerse en marcha lo antes posible”, concluyó.


Por Alicia Miguel Serrano
