Con el objetivo de construir un sistema más útil, coherente y centrado en el inversor, la Comisión Europea continúa con la revisión del Reglamento sobre Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR), un proceso iniciado en 2023 que ha entrado en una fase clave tras finalizar el pasado viernes el periodo de consulta pública. Se espera que la propuesta formal se presente durante el tercer trimestre de este año, marcando un punto de inflexión para el futuro marco normativo de las finanzas sostenibles en la Unión Europea.
En este contexto, cobra especial relevancia la coordinación entre el SFDR, la Taxonomía de la UE y la Directiva de Información Corporativa sobre Sostenibilidad (CSRD), pilares fundamentales del ecosistema regulador europeo. Uno de los temas centrales del debate es la reformulación de las categorías de productos financieros bajo el SFDR. La propuesta de la Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama, por sus siglas en inglés) parte de las recomendaciones de la Plataforma de Finanzas Sostenibles y busca una clasificación más clara y operativa.
En este sentido, su ppropuesta contempla tres categorías principales:
- La primera es la categoría sostenible, que está dirigida a productos que ofrecen soluciones específicas y mensurables a problemas de sostenibilidad. Esta se alinea con el Artículo 2(17) del SFDR vigente, aunque no depende exclusivamente del marco de la Taxonomía.
- La segunda categoría propuesta es la categoría de transición, enfocada en inversiones que apoyan la transformación de empresas o sectores hacia modelos más sostenibles. Esta categoría requiere el establecimiento de métricas de seguimiento y objetivos intermedios claros que permitan evaluar los avances en el proceso de transformación.
- Finalmente, la Colección ESG es una categoría más amplia, orientada a productos basados en procesos con características de sostenibilidad claramente definidas. Esta opción permitiría que la mayoría de los fondos clasificados actualmente bajo el Artículo 8 del SFDR se integren en el nuevo sistema propuesto.
Efama subraya la necesidad de mantener las obligaciones de divulgación simples, específicas y proporcionadas, con el fin de conservar la competitividad del régimen europeo. Asimismo, defiende que las divulgaciones se basen en los datos proporcionados por las empresas bajo la CSRD, ajustando la categorización de productos a la disponibilidad real de dicha información.
En cuanto a las obligaciones informativas, se plantea mantener el nivel básico de transparencia del Artículo 6 del SFDR sin añadir nuevos requisitos generales. Para productos ASG o de sostenibilidad, la información debe centrarse en objetivos, estrategias y resultados medibles, evitando redundancias con otros marcos regulatorios. Por otro lado, la asociación insiste en simplificar también los informes a nivel de entidad para evitar duplicidades, adaptar las exigencias al sector de gestión de activos y basar cualquier cambio en análisis de materialidad e impacto real.
«La estrategia de la Unión del Ahorro y la Inversión ha puesto la simplificación y las necesidades de los inversores en primer plano. Esperamos que este espíritu guíe también la revisión del SFDR. Es el momento perfecto para un SFDR más inteligente que ponga al inversor en primer lugar, se alinee con la información corporativa y evite complejidades innecesarias. Esto garantizará que el marco regulador de las finanzas sostenibles de la UE siga siendo creíble y competitivo», declaró Anyve Arakelijan, asesora política principal de Efama.



