Con el inicio de octubre todo indica que está por definirse la situación de CI Banco, Intercam y Vector Casa de Bolsa, entidades financieras mexicanas acusadas el pasado 25 de junio por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos de permitir operaciones de lavado de dinero, y amenazadas con ser desconectadas del sistema financiero de ese país. Amenaza que, después de dos prórrogas, tendría su plazo fatal el próximo día 20.
Vector Casa de Bolsa, firma que prácticamente había reducido a nada su comunicación corporativa tras el escándalo, anunció este miércoles la transferencia ordenada de sus activos a Finamex Casa de Bolsa, incluyendo su gestora de fondos de inversión (Vector Fondos). La noticia es llamativa no solo por el negocio que representa, sino porque se trataba de la única institución financiera de las tres acusadas que no había registrado movimiento alguno relacionado con sus activos.
La casa de bolsa aclaró que la transferencia no se trata de una fusión ni de una adquisición de la licencia ni de la sociedad anónima de Vector, sino exclusivamente de una transferencia de cartera y activos de clientes.
“Tras un riguroso y responsable proceso de análisis, Vector determinó que la mejor alternativa era llevar a cabo una transferencia ordenada de sus activos a Finamex Casa de Bolsa, una institución con más de cinco décadas de trayectoria, reconocida por su solvencia, profesionalismo y compromiso con el desarrollo financiero de México”, explicó la institución en un comunicado.
Vector resaltó que, con esta operación, las inversiones y activos de los clientes permanecen íntegros y debidamente respaldados, bajo los mecanismos de custodia y supervisión establecidos por la regulación mexicana, y custodiados por el Instituto para el Depósito de Valores (Indeval), lo que asegura su resguardo y disponibilidad conforme a las disposiciones legales aplicables.
De acuerdo con Vector, los promotores y asesores que actualmente están atendiendo a los clientes en esa entidad se integrarán a Finamex, por lo que podrán contar con la misma calidad, cercanía y esmero. La operación está sujeta a la obtención de las autorizaciones regulatorias correspondientes.
El comprador del negocio
“Finamex adquirirá, a través de su sociedad operadora de fondos de inversión o cualquier otra afiliada que designe, las acciones representativas del capital social fijo de las que es titular Vector Fondos, S.A. de C.V. en 21 fondos de inversión”, puntualizó la entidad en un breve comunicado.
Finamex fue fundada originalmente como Valores Finamex, S.A. de C.V. en 1974. Fue en el año 1992 cuando se constituye la entidad actual, Casa de Bolsa Finamex, S.A.B. de C.V. En 2024, Finamex operó un volumen de 1,48 billones de pesos mexicanos (alrededor de 74.000 millones de dólares) en el mercado de capitales, lo que la consolidó como líder en importe operado ese año, con un incremento de 360.000 millones de pesos (18.000 millones de dólares), respecto al año anterior.
Con la noticia, Vector Casa de Bolsa se suma a las instituciones bancarias CI Banco e Intercam, que han desmantelado parte de sus negocios, lo que incrementa la expectativa del mercado en el sentido de que las tres están heridas de muerte y poco futuro tienen incluso si logran sortear las sanciones del Tesoro estadounidense, la acusación por sí sola fue devastadora para sus operaciones y casi mortal en un factor esencial en cualquier parte del mundo para una institución financiera: la confianza.
En julio de 2025, unos días después del anuncio del Departamento del Tesoro, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público determinó transferir “temporalmente” el negocio fiduciario de CI Banco e Intercam a otros bancos, como una media preventiva, esa temporalidad parece que será definitiva. Pero, ¿qué tan grande era este negocio para los bancos?
Impacto en el negocio de fideicomisos
El negocio fiduciario del sistema bancario mexicano –fideicomisos administrados por bancos– se estimaba al cierre del primer trimestre del año en 11 billones de pesos (alrededor de 594.600 millones de dólares).
En el mercado fiduciario de México CI Banco era la institución dominante con una participación aproximada del 26% del mercado, lo que equivale a un monto de casi 3 billones de pesos (162.162 millones de dólares).
Intercam, por su parte, tenía una participación mucho menor, alrededor de 67.941 millones de pesos (alrededor de 3.672,48 millones de dólares) bajo administración fiduciaria, lo que corresponde al 1% del total del mercado.
En un reporte de HR Ratings se menciona que, al cierre del año pasado, el negocio fiduciario representaba prácticamente 10% de los ingresos totales de CI Banco, mientras que no había estimaciones sobre los ingresos de Intercam ligados a su negocio fiduciario.
Pero, los fideicomisos no lo son todo. El daño reputacional es incalculable y no tanto por la salida de recursos producto de la cancelación de cuentas de los clientes en estos bancos, sino porque recuperar la confianza será una tarea de muchos años en caso de que mantengan sus operaciones, si logran sortear el siguiente plazo fatal del Departamento del Tesoro.
Caída en las operaciones
Según cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), en junio, tras los señalamientos de FinCEN y el Departamento del Tesoro estadounidense, CI Banco e Intercam registraron una salida conjunta de 16.132 millones de pesos en depósitos de sus clientes (872 millones de dólares).
Solo en el caso de CI Banco sus depósitos cayeron de 50.948 millones de pesos a 38,175 millones (de 2.753,95 a 2.063,51 millones de dólares), lo que implica una caída de 12.773 millones de pesos (690,43 millones de dólares). Es decir, una caída de 25,33% en un solo mes.
El caso de Intercam no es distinto, aunque debido a su tamaño las cifras pueden ser menos impactantes, el registro de depósitos de sus clientes pasó de 40.172 a 36.849 millones de pesos (De 2.171,46 a 1.991,84 millones de dólares), equivalente a una caída de 8,53% en el mismo mes.
CI Banco también ha visto restringidas sus operaciones de manera significativa. Por ejemplo, su área de transacciones cambiarias prácticamente está suspendida de manera informal para evitar cualquier operación que pudiera comprometer su ya complicada situación ante las autoridades financieras de México y Estados Unidos.
Además, se canceló de manera unilateral el acuerdo que respaldaba la emisión de tarjetas de crédito por parte de la institución, y las calificadoras de valores, especialmente en el caso de Fitch Ratings, han degradado su calificación.
Intercam de plano es considerado casi un “cascarón bancario”. La marca como tal tiene poco futuro en caso de que sobreviva a las sanciones previstas por parte de EE.UU., tanto así que apenas el 20 de agosto Kapital Bank, hasta ese momento una de las instituciones bancarias más pequeñas del mercado mexicano, informó que adquirió activos de Intercam Banco, de la casa de bolsa y de Intercam fondos.
La institución crediticia comparadora también informó que invertirá 100 millones de dólares al negocio para apoyar a los clientes de Intercam.
Igualmente se han confirmado noticias en el sentido de que Bankaool, otro banco pequeño del sistema, contrató a más de 280 personas de la mesa de cambios de Intercam. Actinver, una gestora de fondos de inversión, informó que se quedó con varios fideicomisos que manejaba CI Banco, principalmente los vehículos inmobiliarios conocidos como Fibras.
Vector y el factor político
Apenas el año pasado, Vector Casa de Bolsa celebró con bombo y platillo los que definió como sus primeros 50 años de existencia. En aquel momento, su dueño, el empresario Alfonso Romo Garza, dijo ante los medios que el futuro de su empresa era promisorio y brindó por los próximos 50 años.
“El gran objetivo de Vector consiste en alcanzar para 2025 el hito de los 300.000 millones de pesos en activos administrados (15.790 millones de dólares), para consolidarse como la mejor Casa de Bolsa independiente del sistema y seguir haciendo historia”, decían a medios de comunicación Garza y Edgardo Cantú Segovia, director general de la entidad bursátil, durante la celebración.
Alfonso Romo no es un empresario más, pese a no estar considerado actualmente en el Top 20 de los más acaudalados del país –el dato más reciente de su fortuna personal data del lejano 1998 cuando se estimaba que contaba con 2.400 millones de dólares–, su notoriedad en los años recientes ha sido incluso mayor a la de los grandes empresarios de México.
Romo Garza fue jefe de la oficina de la presidencia entre el 1 de diciembre de 2018, cuando inició el mandato de Andrés Manuel López Obrador, hasta el 2 de diciembre de 2020. Su renuncia, casi cuatro años antes de que finalizara el mandato del presidente no lo exentó de quedar ligado a esa administración.
Las razones de su salida, de la que estaba considerada la oficina más influyente del gobierno mexicano, nunca se conocieron a ciencia cierta, pero siempre fue considerado como uno de los artífices de la llegada al poder del entonces opositor y aspirante por más de una década a la presidencia de México.
Por lo tanto, la acusación de lavado de dinero por parte del Departamento del Tesoro contra la empresa más importante del conglomerado empresarial encabezado por Romo Garza, se convierte en un importante factor político, considerando que el actual gobierno emana del mismo partido de López Obrador.
Romo Garza no ha dicho una sola palabra, mientras que Vector Casa de Bolsa solamente había emitido un comunicado el mismo día en el que se conocieron las acusaciones de lavado de dinero. Desde entonces no se decía nada, la empresa trató de llevar a cabo sus operaciones con normalidad todos estos meses.