México tiene un mercado potencial de 28 millones de personas que podrían ahorrar e invertir y con ello incrementar la solidez del ahorro interno que según expectativas podría alcanzar hasta 40% del PIB solo en cuentas de ahorro para el retiro hacia el año 2040. Así lo señalaron las conclusiones del estudio elaborado por la organización México Cómo Vamos, auspiciada por Vanguard.
Esta cantidad representa poco más del 50% de la población total de una región como Centroamérica, que cuenta con 53 millones de habitantes según los conteos más recientes. Además, el potencial de la población con posibilidad de ahorro o bien de ahorro adicional, se incrementó 18% respecto al año 2022 cuando se realizó un ejercicio similar.
«Nosotros tenemos un enfoque especial en el fomento al ahorro en el país, como un factor determinante para el desarrollo. Las cifras obtenidas por México Cómo Vamos nos permite detectar cuáles son las fortalezas y las oportunidades para incrementar el ahorro de largo y mediano plazo especialmente vinculado a los sistemas de ahorro para el retiro», dijo Juan Hernández, Director General de Vanguard México.
«En este estudio decidimos enfocarnos en un mercado que se ha descuidado y que representa una gran oportunidad si se atiende adecuadamente, es la población en la informalidad o bien aquella que tiene una condición de inestabilidad laboral con ingresos y salidas constantes de los sistemas formales», dijo Sofía Ramírez Aguilar, directora general de México Cómo Vamos.
De acuerdo con algunas de las cifras derivadas del estudio, actualmente en México el 54,5% de los trabajadores en México están en la economía informal y eso limita su acceso a los sistemas de seguridad social del país, esta situación afecta especialmente al sector femenino, con un 54,9% versus el 53,9% que corresponde a los hombres.
Crece el potencial de ahorro, pero se deteriora el contexto económico
En un escenario en el que la población con potencial de ahorrar se incrementó entre 2022 y 2025 al pasar de 23,7 a 28 millones de personas, el gran reto en este momento es promover el ahorro e incrementarlo en un escenario de desaceleración e incluso de estancamiento económico.
«En años pasados la economía de México se reportaba relativamente estable, pero prácticamente desde mediados del año pasado si bien se ha descartado una recesión, sí podemos hablar de un periodo de estancamiento que no favorece el ahorro y la inversión, menos en un segmento de la población ligada al trabajo informal», dijo Sofía Ramírez.
Como consecuencia del escaso crecimiento económico este universo de 28 millones de personas que pueden ahorrar, o ahorrar más en caso de que ya lo estén haciendo, enfrentan ahora un problema adicional que es el de la reducción del efectivo disponible para el ahorro.
Otro factor que reduce el potencial de ahorro en el mercado mexicano es la confianza en las instituciones, así como la penetración del sistema de pensiones en el país que pese a registrar una importante expansión en los años recientes todavía está lejos de abarcar al grueso de la población.
«Varias cifras nos demuestran lo que falta por hacer en el sistema; por ejemplo, según algunas de nuestras conclusiones apenas el 50% de la población en el país considera a la pensión como una fuente de ingresos para solventar los gastos de la vejez, es decir no existe una gran esperanza en lograr un ingreso sólido por este medio en los últimos años de la vida», dice la directora general del México Cómo Vamos.
Las 7 claves para impulsar el ahorro y la inclusión financiera en México
Con base en los resultados obtenidos, el estudio realizado por México Cómo Vamos y auspiciado por Vanguard, pone sobre la mesa siete puntos que de abordarse efectivamente podrían impulsar a esos 28 millones de potenciales ahorradores a destinar recursos para tal fin.
- Herramientas digitales: promover aplicaciones y plataformas móviles fáciles de usar.
- Inclusión automática: vincular trámites con el INE con la apertura de cuentas AFORE digitales, acompañadas de incentivos y educación financiera.
- Incentivos fiscales claros: comunicar los beneficios del ahorro formal frente a esquemas informales para hacerlo más competitivo frente a opciones informales como las tandas.
- Educación financiera innovadora: utilizar juegos, simuladores y asesoría conductual.
- Formalización del ahorro informal: integrar esquemas comunitarios al sistema financiero formal mediante plataformas digitales.
- Confianza institucional: mejorar la comunicación, mostrar resultados y combatir la desinformación.
- Trámites simples: diseñar procesos intuitivos, incluyentes y accesibles para fomentar la adopción de productos financieros formales.


Por Antonio Sandoval

