State Street Corporation anunció un programa para igualar la contribución inicial que hará el gobierno de Estados Unidos a las nuevas cuentas de ahorro infantil incluidas en la legislación fiscal aprobada este año, una medida que ha generado atención en el sector financiero institucional y de gestión de patrimonios.
La iniciativa federal, conocida como “Cuentas Trump”, fue establecida por el Congreso estadounidense a través de la llamada One Big Beautiful Bill Act, con el objetivo de fomentar el ahorro y la inversión a largo plazo para menores de 18 años.
Estas cuentas ofrecerán un depósito inicial de 1.000 dólares aportados por el Tesoro norteamericano para cada niño nacido entre 2025 y 2028, y permitirán contribuciones adicionales de padres, familiares y empleadores, con límites anuales que pueden alcanzar hasta 5.000 dólares por niño.
En ese contexto, State Street informó que igualará el aporte de 1.000 dólares realizado por el Tesoro en las cuentas de los hijos elegibles de sus empleados activos en Estados Unidos, duplicando así la inversión inicial para esas familias y ampliando el potencial de crecimiento de las cuentas.
Según la firma, el programa —que se espera entre en vigor el 4 de julio de 2026, coincidiendo con el 250º aniversario de la independencia estadounidense— forma parte de su misión de promover el ahorro de largo plazo y la inclusión financiera desde edades tempranas.
Ron O’Hanley, chairman y CEO de State Street, enfatizó que la iniciativa busca “dar a la próxima generación una ventaja inicial para comenzar a ahorrar e invertir, aprovechando el poder de los mercados financieros para generar riqueza a lo largo del tiempo”.
La medida se enmarca en una tendencia más amplia del sector financiero: otras instituciones, como Charles Schwab, Robinhood, BlackRock y BNY Mellon, también han declarado que igualarán el aporte de 1.000 dólares del Tesoro para los hijos de sus trabajadores, evidenciando un impulso corporativo por apoyar este tipo de programas con beneficios laborales vinculados al bienestar financiero familiar.
Estas “Cuentas Trump”, aunque han generado debates públicos sobre su diseño y alcance, representan un nuevo eje de política pública dirigido a la educación financiera y la acumulación de capital desde la infancia. Analistas y legisladores han señalado que, a diferencia de esquemas estatales previos, la iniciativa federal busca incentivar el uso de vehículos de inversión indexados a los mercados de capitales y fomentar la cultura del ahorro a largo plazo entre las familias estadounidenses.
Para gestores, asesores y profesionales del asset & wealth management, el desarrollo de este tipo de programas —donde actores privados complementan iniciativas públicas de ahorro— ofrece un caso interesante sobre cómo las grandes firmas financieras pueden integrar propuestas de valor social con estrategias de retención de talento y posicionamiento institucional en el mercado.



Por Carlos Ruiz de Antequera