La riqueza financiera neta de las familias españolas prácticamente se ha duplicado en los últimos diez años y ha vuelto a registrar un máximo histórico en los 1,57 billones de euros, según los datos del Banco de España. Como se observa en el siguiente gráfico, la riqueza financiera neta de las familias españoles, la diferencia entre los activos financieros que poseen las familias y los pasivos o deudas que tienen contraídas, prácticamente se ha duplicado en la última década pasando de 837,2 millones de euros en 2009 a 1, 57 billones en 2019. Este balance se produce como consecuencia del aumento de los activos financieros, que han pasado de 1,79 billones de euros en 2009 a 2,34 billones en la actualidad, y de la reducción de los pasivos desde 955, 8 millones de euros a 774 millones en 2019.
A pesar de que en el primer semestre de 2019, las familias españolas incrementaron una décima el ritmo de crecimiento de sus pasivos financieros (0,2% de aumento en términos interanuales), en términos de PIB se mantiene en el entorno del 62%. Por su parte, la situación patrimonial de los hogares (financiera más inmobiliaria) en términos de PIB aumentó ligeramente hasta el 563% del PIB en el segundo trimestre de 2019 con respecto a diciembre 2018 (557%), debido principalmente al incremento de la riqueza financiera neta. Frente a ésta, la riqueza inmobiliaria se situó en el 436% del PIB, muy lejos aún del máximo obtenido en 2007 (584% del PIB).
El ahorro financiero crece, pero dos de cada tres euros corresponde al efecto mercado
El ahorro financiero de las familias españolas crece, pero casi dos de cada tres euros de ese crecimiento corresponde a la revalorización de los activos por el buen comportamiento de los mercados en la primera mitad del año. El resto, uno de cada tres euros, corresponde a la adquisición de activos financieros como depósitos bancarios, seguros o los fondos de inversón.
Según los datos del Banco de España correspondientes al primer semestre de 2019, el ahorro financiero se incrementó en 132.635 millones de euros, para situarse en 2,35 billones de euros, lo que supone un 6% más que a cierre de 2018. En concreto el 39% del aumento (52.182 millones de euros) corresponde a nuevas operaciones financieras, centradas casi exclusivamente en nuevos depósitos a la vista, cuyo saldo se aproxima ya a los 700.000 millones de euros.
Hasta el primer semestre de 2019 y por instrumentos, los mayores crecimientos corresponden a seguros con un 8,8% de aumento y a las Instituciones de Inversión Colectiva (fondos y sociedades de inversión) con un incremento del 5,9% de incremento porcentual, lo que supone casi 18.000 millones de euros más que en diciembre 2018.