Ante la creciente presión sobre los márgenes, las gestoras de activos deben transformar la tecnología para que deje de ser un “generador de costes” y se convierta en un verdadero “facilitador de productividad escalable”, según la visión de los expertos de Mackesy&Company. En palabras de Jonathan Godsall, Philipp Koch, Piyush Sharma y Raj Bector, en representación de la Práctica de Servicios Financieros de McKinsey, “la industria global de la gestión de activos se encuentra en un momento crítico”.
En este sentido, el diagnóstico que estos expertos hacen es claro. “Los vientos de cola que la han favorecido durante mucho tiempo —principalmente en forma de bajos tipos de interés y crecimiento estable del PIB— han cambiado de dirección, sumándose a los desafíos existentes derivados del cambio de la gestión activa a la pasiva y de los productos tradicionales a los alternativos. En conjunto, estas tendencias están obligando a las firmas a encontrar vías más sostenibles para lograr un rendimiento superior”.
Caída de márgenes y coste tecnológico
Es cierto que, tras una década de crecimiento de mercado sin precedentes, los costes de la industria se han vuelto cada vez más rígidos, mientras que los ingresos son impredecibles. Según sus cálculos, como resultado, los márgenes han caído un 3% en Norteamérica y un 5% en Europa en los últimos cinco años.
En cambio, en este contexto, los costes tecnológicos han crecido de forma desproporcionada, pero este aumento del gasto no se ha traducido de manera consistente en una mayor productividad. Y, al mismo tiempo, la IA está surgiendo como una fuerza transformadora, con algunos gestores de activos comenzando a aprovechar esta tecnología para impulsar la próxima ola de productividad. “Para un gestor de activos promedio, el impacto potencial de la IA, la IA generativa y ahora la IA agente podría ser transformador, equivalente al 25%-40 % de su base de costes, según nuestro análisis. En nuestra investigación, identificamos áreas de generación de valor impulsadas por la IA, como la mejora de los flujos de distribución, la optimización de procesos de inversión, la automatización del cumplimiento normativo y la aceleración del desarrollo de software. Y capturar estas eficiencias representa solo la primera ola de lo que probablemente sea una reinvención más amplia de la industria liderada por la tecnología”, argumentan los expertos de Mackesy & Company.
Estos expertos proponen un “enfoque estructurado” para lograr un retorno significativo de la inversión tecnológica (ROI). “Basándonos en ideas prácticas y estrategias probadas, este enfoque se centra en identificar oportunidades de alto impacto y en establecer las capacidades fundamentales necesarias para desbloquear valor sostenible, incluyendo el rediseño de dominios, la mejora de las competencias del talento, la transformación del gobierno corporativo y de las TI, plataformas de datos unificadas y una gestión del cambio sostenida”, defienden.
El salto a la IA
En este contexto, para las gestoras, la revolución de la inteligencia artificial (IA) representa una oportunidad oportuna para liberarse de estructuras de costes rígidas mediante el aumento de la eficiencia en todas las funciones del negocio. Según su visión, con la llegada de la IA agente existe una oportunidad única en una generación para que las gestoras recuperen y superen los niveles de rentabilidad.
“Bien ejecutada, la IA puede ayudar a recuperar los márgenes”, argumentan. Para ello, ponen como ejemplo que una gestora de tamaño medio con 500.000 millones de dólares en activos bajo gestión podría capturar entre un 25% y un 40% de su base total de costes en eficiencias gracias a oportunidades de IA habilitadas por la reimaginación de flujos de trabajo de extremo a extremo. “Para materializar este valor, será crucial adoptar un enfoque basado en funciones, integrando agentes virtuales y automatización tradicional de forma fluida junto a los roles humanos, a la vez que se presta atención a la gestión del cambio y a la adopción”, indican.
Más allá de estas ganancias de productividad, señalan que algunas gestoras ya están viendo beneficios iniciales tanto en el crecimiento de ingresos como en la reducción de riesgos gracias a la IA. Y sostienen que algunos casos de uso concretos —como la optimización de la construcción de carteras y una segmentación de clientes más eficaz— ya están generando impacto en ingresos. Al mismo tiempo, defienden que la IA está ayudando a reducir el riesgo operativo mediante herramientas como el monitoreo automatizado de cumplimiento y la codificación del conocimiento institucional, lo que puede mitigar pérdidas importantes durante transiciones de talento.
“Los directivos de alto nivel de gestoras líderes con los que hablamos destacaron áreas adicionales de creación de valor impulsadas por la IA, como la mejora de los flujos de distribución, el perfeccionamiento del procesamiento de datos en la gestión de inversiones, la automatización del control de cumplimiento y la transformación del desarrollo de software. Aunque la mayoría de las firmas aún se encuentran en las primeras etapas de adopción, el potencial de impacto es cada vez más tangible en las funciones clave. Estas primeras señales de creación de valor sugieren que la IA, desplegada estratégicamente, puede ir más allá de la eficiencia para generar un impacto significativo en toda la **cadena de valor de la gestión de activos”, afirman.
Casos de uso por área
A fin de concretar, estos expertos de Mackesy & Company han identificado casos concretos de uso la IA por áreas:
- En roles de atención al cliente, la IA generativa está permitiendo interacciones más fluidas y personalizadas, con un impacto estimado del 9% en eficiencia. Los asistentes virtuales pueden proporcionar información de cartera bajo demanda y apoyar a los gerentes de relaciones con datos en tiempo real adaptados a las necesidades de cada cliente. También facilita la incorporación automatizada, asegurando una captura de datos más rápida y precisa. En el ámbito de contenidos, las herramientas impulsadas por la IA generativa ayudan a generar comunicación personalizada a gran escala, manteniendo el compromiso del cliente y reduciendo el esfuerzo manual.
- En la gestión de inversiones, la IA generativa está transformando la generación de ideas y la toma de decisiones, con un impacto estimado del 8% en eficiencia, según sus cálculos. Los analistas utilizan asistentes de investigación impulsados por ella para sintetizar datos de conferencias de resultados, informes financieros y eventos, acelerando el proceso de obtención de información. “Los gestores de cartera aprovechan estas herramientas para afinar estrategias, reducir el universo de inversión y optimizar la construcción de carteras. Modelos de riesgo mejorados e informes automatizados respaldan un enfoque más basado en datos”, añaden.
- En riesgo y cumplimiento, la IA generativa está agilizando procesos antes manuales e intensivos en tiempo, con un impacto estimado del 5% en eficiencia. Los responsables de cumplimiento utilizan asistentes de IA generativa para interpretar requisitos regulatorios complejos y detectar carencias en la documentación. Herramientas de monitoreo impulsadas por este tipo de IA se emplean para detectar anomalías y alertar sobre posibles incumplimientos, permitiendo una supervisión más proactiva. A medida que los flujos de trabajo operativos se automatizan más, la dependencia de controles manuales seguirá disminuyendo.
- En el área tecnológica, la IA generativa está transformando la forma en que se desarrolla y mantiene el software, con un impacto estimado del 20% en eficiencia. Según su experiencia, los desarrolladores utilizan copilotos de código impulsados por *gen AI* para acelerar la programación, depuración y pruebas, reduciendo significativamente los ciclos de desarrollo. La documentación generada por IA generativa mejora la coherencia y la transferencia de conocimiento entre equipos. En la gestión de servicios de TI, las herramientas con esta IA gestionan cada vez más solicitudes de forma autónoma, resolviendo incidencias rápidamente con mínima intervención humana.
“En conjunto, estas aplicaciones de IA generativa no solo están aumentando la eficiencia operativa, sino también elevando la calidad de los análisis y ofreciendo una mejor experiencia tanto a clientes como a empleados”, concluyen los expertos.
Construir las bases para escalar el valor
Por último, advierten que capturar un impacto del 8% al 9% por caso de uso, como se describe anteriormente, es significativo, pero solo un inicio. “Para aprovechar todo el potencial de la IA y mejorar de forma sustancial el retorno de la inversión tecnológica, las gestoras deberán ir más allá de esfuerzos aislados y acometer una reimaginación a nivel de dominio y una reconstrucción de flujos de trabajo, gestionando la complejidad del cambio que ello conlleva”, señalan.
En su opinión, aquí es donde reside el verdadero valor escalable y probablemente el mayor punto de fracaso potencial en las gestoras de activos. “En olas tecnológicas pasadas —como la nube o la analítica avanzada— a menudo no se obtuvieron los beneficios esperados porque las empresas trataron la tecnología como una capacidad aislada, desarrollada de forma separada por clase de activo, función o programa, y no como un habilitador estratégico integrado en todo el negocio”, comentan
Además, su advertencia es clara: “A menos que se aborden estas carencias fundamentales, el impacto seguirá siendo limitado. Las gestoras que actúen pronto y lo hagan bien se mantendrán por delante de la disrupción y liderarán la industria con su capacidad de reinvertir e innovar, dejando al resto luchando por ponerse al día”, concluyen.