En un contexto de tasas a la baja, los fondos de mercados emergentes vuelven a los portafolios de inversión y con ellos las presentaciones que miran y nos enseñan el mundo. Fernando Grisales, portfolio manager de Schroders, ofreció un repaso de los 20 años de la clase de activo en Montevideo y, con una catarata de datos, defendió una visión realista y a la vez constructiva de América Latina.
El mundo emergente está mejor y la clase de activo, consolidada
Los mercados emergentes pesan hoy 5 trillones de dólares, se trata de un mercado más grande que el High Yield estadounidense donde la mayoría de los activos tienen grado inversor.
Grisales se mostró especialmente gráfico: hace dos décadas un puñado de países y activos componían un fondo de emergentes, hoy en día hablamos de decenas de emisores y equipos grandes de análisis con mesas de trading en Nueva York, Singapur y México.
“En los años 80 hubo dos ciclos de defaults, 14 países fueron al default por la deuda y los cambios de dólar. Pero después esos países aprendieron y dejaron sus monedas flotar, controlaron los déficits, promivieron la independencia de los bancos centrales, entre otros. Como resultado, en los últimos años han caído los defaults en todo el mundo, los países son más solventes y tienen perfiles de deuda más largos”, dijo Grisales ante un grupo de inversores reunidos en Piso 40.
Y, además, la inflación promedio bajó en regiones como América Latina, mientras en algunos países de Asia hay deflación.
Razones para ser optimista con los activos latinoamericanos
Grisales ofreció un panorama especialmente alentador de Latinoamérica, una lectura que se extiende en el tiempo al margen del momento político y que resultó especialmente constructiva:
“Ahora hay más mercados locales que emiten en moneda local. La clase media ha crecido en Brasil, México, Perú, Colombia, Chile y Uruguay en los últimos 30 años. Los países emergentes se parecen a los desarrollados en un asunto clave: el uso de la infraestructura electrónica es la misma. Hace 30 años unos 30 millones de latinoamericanos viajaban por el mundo, ahora 450 millones de personas viajan en la región”.
Y la historia es similar en muchos países de Asia y Europa del Este: un mundo en marcha, lleno de oportunidades.
El equipo de Schroders monitorea el momento de crecimiento en el que se encuentra cada país y cada emisor, calibrando cuatro etapas del ciclo: equilibrium, blind run, crisis, adjustement. La columna vertebral de su estrategia son los países en equilibrio.
En la gestora piensan que en los próximos 12 a 14 meses bajarán las tasas, algo bueno para el empleo, el crecimiento económico y los fondos de emergentes. Y tarde o temprano los activos estadounidenses van a sufrir el peso de la deuda, que actualmente es del 130% del PIB y, si no se cambia el rumbo, llegará al 170%. Como comparación, la deuda pública de México representa el 30% del PIB.
¿Qué puede alterar este escenario?: un golpe inflacionario de gran magnitud, similar a una crisis petrolera o una guerra. De otro modo, los emergentes son una oportunidad y la ocasión es ahora.