Después de 15 años de tipos bajos, altos rendimientos y una navegación relativamente tranquila, los inversores particulares de todo el mundo están preocupados por el impacto que el actual periodo de inestabilidad podría tener en sus objetivos de inversión a largo plazo, con ramificaciones en la toma de decisiones y la planificación financieras. La encuesta realizada por Natixis Investment Managers entre más de 7.000 inversores particulares de todo el mundo revela que el 70% está preocupado por el impacto de la inestabilidad en sus finanzas.
A medida que prevalece la incertidumbre, la encuesta de inversores particulares con más de 100.000 dólares en activos invertibles, encontró que tres cuartas partes (73%) elegirían ahora la seguridad sobre el rendimiento cuando se trata de sus inversiones, con un 72% preocupado de que los mercados se vuelvan más volátiles en el futuro. En consecuencia, los inversores buscan cada vez más claridad. Necesitan ayuda para entender lo que los recortes de tipos significan para sus inversiones y buscan comprender mejor qué oportunidades de inversión son las más adecuadas para sus necesidades financieras actuales.
En tiempos de tanta incertidumbre, el valor percibido del asesoramiento profesional sigue siendo alto: aunque la confianza en muchas fuentes ha disminuido en los últimos cuatro años, los encuestados son ahora los que más confían en su asesor (91%) a la hora de tomar decisiones de inversión, mientras que en España lo hace un 95% de los inversores preguntados. En este punto cabe destacar que en torno a un 43% confía en la inteligencia artificial para asesoramiento financiero.
Los inversores pierden terreno ante la subida de precios
A la hora de hablar de preocupaciones, la inflación sigue encabezando la lista de temores financieros de los inversores particulares (51%). De hecho, un 66% afirma que actualmente ahorran menos debido al aumento de los precios cotidianos y un 59% afirma que la inflación ha erosionado sus ganancias. Como consecuencia de ello, el 38% asegura que le resulta más difícil alcanzar sus objetivos a largo plazo, especialmente a los inversores situados en el extremo inferior del espectro patrimonial, y el 45% de los inversores minoristas promedio afirma que sus objetivos están cada vez más lejos de su alcance. Los inversores tampoco prevén que la inflación vaya a remitir pronto. Incluso cuando la inflación se acerca al objetivo del 2% fijado por los bancos centrales de todo el mundo, son menos de la mitad (41%) los que piensan que una inflación elevada ya es cosa del pasado.
Además, los inversores están cada vez más preocupados por conservar lo que ganan: el 34% sitúa los impuestos en tercer lugar entre sus temores financieros y el 70% cree que los rendimientos después de impuestos son más importantes que antes de impuestos, un sentimiento que también se refleja en los servicios que los inversores buscan en su asesor financiero. Cuando se les pregunta, el 74% de los inversores asesorados de todo el mundo afirma que la gestión de las obligaciones fiscales es un aspecto clave de la planificación financiera con su asesor.
Expectativas más realistas
Teniendo en cuenta el entorno actual, los inversores han moderado sus expectativas de rentabilidad este año, ya que buscan generar un 7,3% por encima de la inflación para 2025. Esto supone un descenso del 33% con respecto a los rendimientos del 10,9% que declararon obtener el año pasado. En el caso de los inversores españoles estas mismas expectativas han descendido del 13,4 al 6,7%, uno de los porcentajes más bajos entre los encuestados tan sólo por delante de Suiza, Corea del Sur y Francia, dentro de los países que han participado en la encuesta. Este dato supone una reducción de las expectativas de rentabilidad del 50% respecto al año pasado. Sin embargo, los inversores se mantienen cautelosamente optimistas, ya que la mayoría espera que se trate de una alteración temporal del rendimiento y confía en poder generar rendimientos del 10,7% por encima de la inflación a largo plazo, un dato que para el caso español se reduce al 9,1%.
Sin embargo, los asesores financieros consideran que esta expectativa a largo plazo del 10,7% por encima de la inflación es demasiado ambiciosa y sugieren que un objetivo más alcanzable se situaría en torno al 8,3%. Según indican desde la gestora, es importante destacar que la disparidad entre lo que esperan los inversores y lo que recomiendan los asesores ha disminuido significativamente, pasando de una brecha del 42% en 2023 al 28% actual.
«Pero incluso estas expectativas moderadas implican un riesgo considerable. Perseguir rentabilidades de dos dígitos suele requerir una inversión sustancial en renta variable y una exposición a la volatilidad del mercado», apuntan. Y señalan que esto plantea un reto, ya que sólo el 53% de los inversores afirma sentirse cómodo asumiendo los riesgos necesarios para obtener mayores rendimientos. Los inversores también están empezando a analizar más detenidamente sus estrategias de inversión actuales, ya que casi la mitad (48%) teme que si los Siete Magníficos se tambalean, ello tendría un impacto negativo desproporcionado en sus carteras. «Por ello, los inversores tendrán que reflexionar detenidamente sobre la coyuntura actual, equilibrando sus aspiraciones de rentabilidad con su tolerancia al riesgo», afirman desde Natixis IM.
Desde la gestora considera que los inversores tendrán que reflexionar detenidamente sobre la coyuntura actual, equilibrando sus aspiraciones de rentabilidad con su tolerancia al riesgo. “La volatilidad que hemos visto en los mercados durante el año puede continuar, dadas las tensiones geopolíticas y los vaivenes de la guerra arancelaria. En este contexto, los inversores recurren a sus asesores financieros en busca de una orientación. El inversor español es cada vez más sofisticado y busca alternativas ante el hecho de que la renta variable y la renta fija están cada vez más correlacionadas, por lo que una distribución tradicional 60-40 ya no tiene el mismo efecto diversificador en las carteras. Y ante esta dinámica, la gestión activa y los mercados privados emergen como respuesta. Los activos privados pueden ofrecer diversificación real, reduciendo drásticamente la volatilidad de las carteras, y ofreciendo primas de rentabilidad adicionales”, comentó Javier García de Vinuesa, country manager de Natixis Investment Managers para España.
Activos emergentes y oportunidades de inversión
Ante la inestabilidad de los resultados de los mercados públicos, los inversores buscan oportunidades en otros lugares para 2025. Al igual que los inversores institucionales, los particulares encuestados se centran en el potencial de los mercados privados para mejorar la rentabilidad y la diversificación. En general, el 44% de los encuestados afirma que cuanto más leen sobre los activos privados, más desean invertir, y el 50% cree que los rendimientos merecen el gasto adicional. El potencial de rendimiento es una parte clave del atractivo, ya que el 34% afirma sentir que se está perdiendo las mejores oportunidades al limitarse a los mercados públicos, un dato que en el caso español aumenta al 44%.
Dicho esto, el 56% afirma que, aunque está interesado en invertir, le preocupa la liquidez. En lo que respecta a la inteligencia artificial (IA), en general los particulares no invierten plenamente en esta tendencia. Mientras que el 79% de los gestores de patrimonios afirman que la IA tiene el potencial de acelerar los beneficios durante la próxima década y el 63% de los inversores institucionales afirma que impulsará el crecimiento tecnológico en 2025, los inversores particulares no están tan entusiasmados: el 51% a nivel mundial afirma que la IA es una burbuja a punto de estallar.
Los inversores quieren un asesor financiero
En medio de tanta incertidumbre en los mercados, los inversores valoran mucho el asesoramiento y buscan una relación completa con su asesor. Además de su estrategia de cartera, los inversores buscan apoyo para planificar sus ingresos de jubilación (46%) y también recurren a asesores para obtener servicios de planificación financiera (46%). Muchos particulares de todo el mundo desean un enfoque más personal. Si bien el 52% de los gestores de patrimonios manifestó a principios de este año su preocupación por el hecho de que la IA está contribuyendo a convertir el roboasesoramiento en una amenaza competitiva significativa, los aspectos personales siguen siendo prioritarios en la relación con un asesor: un 33% afirma que considera valioso que su asesor comprenda sus circunstancias particulares y el 31% también quiere a alguien que se limite a escucharle. Solo el 40% confía en los algoritmos y la IA para respaldar sus decisiones de inversión. Las redes sociales también ocupan el último lugar en cuanto a confianza, ya que solo el 17% afirma confiar en las publicaciones que lee a la hora de tomar decisiones.