En 1998, Vanguard se estrenó en el mercado europeo con su primer fondo. Desde entonces, la firma estadounidense ha centrado su crecimiento en una oferta consistente, de bajo coste, con un horizonte a largo plazo y muy pegada a la realidad de la región. Fruto de ese trabajo, la gestora acaba de superar el medio billón de dólares en activos gestionados en Europa.
Jon Cleborne, director de Vanguard para Europa, ha sido testigo directo de la evolución de la industria y del negocio, en el Viejo Continente. Aunque la firma mantiene su posicionamiento clásico como proveedor de gestión pasiva de bajo coste, ha comenzado a ampliar de manera estratégica su oferta de gestión activa, especialmente en renta fija. “La industria europea de fondos vive un gran momento, tanto para los inversores como para las gestoras. Nosotros hemos registrado un crecimiento sólido, sostenido en el tiempo y también histórico. Creo que el motivo es que, tradicionalmente, Vanguard se ha centrado en cómo dar a los inversores diariamente las mejores oportunidades de inversión para tener éxito a largo plazo”, afirma Cleborne.
Pilares estratégicos
Para aprovechar la madurez de la industria europea, Cleborne explica que la firma ha establecido tres pilares estratégicos: participar y apoyar el paso del ahorrador europeo a inversor; ofrecer a los inversores un producto comprensible; y ayudar a lograr unos ingresos adecuados para la jubilación. En su opinión, estos pilares estratégicos encajan perfectamente con el momento que vive la industria europea, impulsado por el objetivo de la Unión Europea de movilizar capital, dotar a los inversores de mayor acompañamiento, acceso y formación financiera; y reducir la brecha de los sistemas de pensiones.
“Desde mi experiencia en el mercado estadounidense, la primera observación es que los europeos son ahorradores extremadamente disciplinados, aunque curiosamente participan en los mercados capitales a un nivel inferior que en otros países desarrollados. Es una oportunidad para nosotros descubrir cómo desbloquear ese potencial inversor. Curiosamente, uno de los comentarios que más escuchamos es que invertir ‘no es para ellos’. Por eso, creemos que un primer punto de trabajo es cambiar esa mentalidad, trabajando con compañías que hagan más sencillo comenzar a invertir y con productos fáciles de entender, evitando que la inversión se vea como algo complejo”, explica sobre el primero de ellos.
Y añade: “A través de los diferentes mercados en los que estamos presentes, trabajamos para dar a los inversores los vehículos que necesiten para construir sus carteras y asegurarse de que cumplan con sus objetivos financieros. En este sentido, consideramos fundamental que tanto ellos como los asesores financieros tengan acceso a productos de inversión bien diseñados, bien diversificados y de bajo coste, bien sean ETFs o estrategias indexadas”.
Sobre el último de sus pilares, Cleborne señala que dotar a los ciudadanos de los ingresos adecuados para afrontar su jubilación es un desafío estructural de toda Europa, dada su actual tendencia demográfica, y una oportunidad de negocio. “Queremos trabajar con todos los agentes implicados, desde los políticos a los ciudadanos y, por supuesto, con los asesores financieros, para descubrir cómo hacer que los europeos puedan planificar su jubilación”, apunta sobre cómo lo están orientando.
Generación V
Con estos pilares estratégicos, el directivo considera que la gestora tiene una oportunidad para ofrecer una propuesta diferenciada y de valor tanto para inversores de todo tipo. Pero, sobre todo, ve una oportunidad clara en las nuevas generaciones de inversores que comienzan a mostrar interés por los mercados. “Estamos posicionando la idea de la Generación V, V de Vanguard, con el espíritu de ayudar a que la gente comprenda que la inversión también es para ellos, y que se puede hacer de forma sencilla y a un bajo coste”, insiste Cleborne.
Según su experiencia, estos nuevos inversores usan más canales digitales o plataformas, por lo que Cleborne destaca que una parte importante de cómo alcanzar esta nueva generación pasa por establecer acuerdos y alianzas con plataformas como Trade Republic, Revolut o ING.
“Es clave construir partnerships con ellos y asegurar que nuestros productos de inversión estén presentes. Por ello, hemos construido buenos acuerdos con un gran número de ellos. Se trata de algo recíproco porque estas plataformas también están interesadas en trabajar con nosotros dado nuestro enfoque educativo y por nuestra propuesta de ofrecer productos que permitan a los inversores estar enfocados en sus objetivos financieros y en la inversión a largo plazo”, señala.
A la hora de hablar de productos, Cleborne afirma que estas nuevas generaciones de inversores están interesadas por los criptoactivos o por los productos más populares del momento en el mercado, como los temáticos. Sin embargo, su experiencia le ha demostrado que la estrategia más demandada de Vanguard es de renta variable global, ya que es “básicamente la capacidad de tener las acciones más relevantes de todo el mundo en un único producto”. Según explica, “esta es una tendencia que vemos en muchos países diferentes y que refleja que la gente está buscando hacia vehículos de bajo coste, con una exposición muy diversificada y con un horizonte a largo plazo”.
ETFs activos
Llama la atención que dentro de la estrategia y enfoque que Vanguard tiene para Europa, Cleborne no mencione una de las palabras que está de moda en Europa, los ETFs activos. Según explica, no es una cuestión de falta de experiencia, ya que la gestora es una de las firmas más relevantes en este segmento en EE.UU., sino porque consideran que este mercado aún está en sus primeras etapas.
“En EE.UU., el mercado ha crecido y consolidado rápidamente porque cuenta con una serie de ventajas fiscales que en Europa no existen, lo cual puede penalizar su crecimiento. Está claro que este tipo de vehículo ofrece la gran ventaja de tener una gestión activa y realizar cambios, manteniendo los beneficios que ofrece la estructura de un ETF. Esta eficiencia y flexibilidad es algo que sí se mantiene en Europa”, explica.
En este sentido, Cleborne insiste en que consideran que la región aún está en sus primeras etapas, pero es un tipo de producto que están vigilando. “En Europa todavía hay mucho interés por la gestión activa y por las estrategias activas, tal y como nos trasladan los asesores y partners con los que hablamos. Para nosotros, lo relevante es que esta tendencia siga reforzando la marca y el vehículo ETF, en especial con su ventaja de producto de bajo coste. En este sentido, lo que me preocupa es que este matiz se desvirtúe al usarse con estrategias que tenga implícito un mayor coste. Dicho esto, creo que, hasta ahora, se ha demostrado que es un vehículo interesante, aunque no pensamos necesariamente que deberíamos ser los primeros en entrar en este segmento”, concluye.


Por Alicia Miguel Serrano
