Esta semana la iniciativa fiscal del presidente estadounidense Donald Trump, que entre otras cosas contempla crear un impuesto de 5% a los envíos de remesas de extranjeros o personas con visas temporales a sus países de origen, sigue avanzando hacia su votación final en la Cámara de Representantes.
Todo indica, de acuerdo con analistas, que será complicado evitar dicho impuesto; en este sentido un análisis de BBVA México concluye que un impuesto a las remesas sería injusto, regresivo y contrario a los compromisos internacionales, pero al mismo tiempo tendría efectos limitados y no afectaría de forma significativa a la balanza de pagos del país.
De acuerdo con Juan José Li Ng y Carlos Serrano, autores del análisis en la institución, en caso de aprobarse dicho impuesto el costo promedio de enviar 350 dólares de Estados Unidos a México pasaría de 6,00 a 23,50 dólares (casi 4 veces el costo real). Sin embargo, esta gran distorsión en los precios provocaría que los migrantes no documentados busquen alternativas para los envíos de dinero.
En ese sentido, los expertos han identificado tres alternativas que se podrían usar para evitar el impuesto:
- Recurrir al apoyo de familiares o amistades con ciudadanía o residencia en Estados Unidos para que ellos manden sus remesas a sus familiares en México.
- Optar por la bancarización para recibir remesas mediante transferencias interbancarias.
- Utilizar canales informales de envío.
Aunque los analistas también opina que si el gravamen promueve el uso de canales informales para el envío de remesas, y éstos se fortalecen, se podría incentivar la participación de organizaciones criminales en estas actividades.
Los estados más afectados
Según BBVA, los estado mexicanos que podrían verse más afectados por este gravamen, con la consecuente reducción de los flujos que reciben cada año, serían: Tamaulipas (-4.4%), Guerrero (-4.3%), Puebla (-3.6%), Oaxaca (-3.6%) y Veracruz (-3.4%).
El año pasado México recibió 62.500 millones de dólares en remesas provenientes de Estados Unidos, enviados por 8 millones de personas nacidas en México con estatus legal (ciudadanos o residentes), además de millones más de segunda generación.
Según BBVA el universo potencialmente afectado por un impuesto sería el de los aproximadamente 4 millones de mexicanos no documentados que residen en Estados Unidos ya que la propuesta considera cobrar ese impuesto a quienes no tengan estatus de ciudadanía o residencia legal en Estados Unidos.
La propuesta señala que se aplicaría un impuesto del 5% sobre todas las transferencias de remesas enviadas desde Estados Unidos hacia el extranjero, este impuesto deberá ser cubierto por la persona que realice el envío al momento de la operación. Asimismo, la empresa remesadora será la responsable de recaudar este impuesto y transferirlo al Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La ley propuesta para su aprobación por el Congreso estadounidense señala que estarán exentas del pago de este impuesto las personas ciudadanas estadounidenses (incluidas las personas nacionales).
Para ello, la empresa remesadora deberá contar previamente con una certificación que acredite que ha verificado de manera adecuada la identidad y ciudadanía del remitente.
El impacto sobre el PIB de México
Sin embargo, a pesar de que las remesas constituyen un componente fundamental de la balanza de pagos en México, el análisis del déficit de la cuenta corriente aumentaría en 3,5 % del PIB, alcanzando niveles similares a los de la crisis de balanza de pagos de 1994.
No obstante, BBVA considera que con una estimación de una caída de 1.563 millones de dólares, no habría un problema significativo en la balanza de pagos, ya que el déficit de cuenta corriente se incrementaría únicamente en 0,08% del PIB.
El próximo año podría registrarse una disminución mayor en las remesas, explicado por una caída en la actividad económica de Estados Unidos derivada de las políticas comerciales erráticas adoptadas por ese país, que podrían provocar un aumento en la tasa de desempleo.
«Esta eventual reducción en los flujos hacia los estados receptores en México, no estaría relacionada con el impuesto a las remesas», dice el BBVA.