En medio de nuevas medidas para liberar los dólares que los argentinos tienen fuera del sistema, la consultora Ecolatina ofrece un informe sobre dónde está realmente esa masa de divisas. La clave está en el sector privado no financiero, que acumula unos 400.000 millones de dólares, aunque hay que ir al detalle para entender mejor la situación.
El cálculo de Ecolatina
Las estimaciones sobre los dólares fuera del sistema en argentino varían de manera millonaria y van de los 200.000 a los 400.000 millones de dólares, una brecha enorme. Estimar lo que está escondido o en “negro” es intrínsecamente difícil.
Los analistas de Ecolatina se basan en cifras oficiales. El INDEC calcula los Activos y Pasivos de Argentina con el resto del mundo en base a los flujos de la Balanza de Pagos, construyendo así la Posición de Inversión Internacional Neta.
Así, dentro de esa construcción, aparecen cuatro actores: el gobierno general (deudor neto), el BCRA, los Bancos y el sector privado no financiero (acreedor neto). A su vez, cuando el INDEC computa un flujo de dinero, puede inferir su destino y/o origen mediante estadísticas cruzadas en algunos casos (por ejemplo, si ese dinero se utiliza para comprar un bono, se registra como inversión de cartera).
Unos 246.000 millones de dólares en negro y en el sector privado
La búsqueda de dólares se focaliza en el sector privado no financiero, si bien dicho sector tiene pasivos por casi 228.000 millones de dólares, su activo es altamente superior al rondar los 400.000 millones de dólares. De esta manera, dicho sector es acreedor neto con el resto del mundo por más de 72.000 millones de dólares, contrastando con un gobierno general que posee un saldo deudor cercano a los 116.000 millones de dólares.
Ecolatina analiza cómo está compuesto el sector privado no financiero. Y 51.500 millones de dólares corresponden a Inversión directa, 102.400 millones de dólares se explican por Inversión de Cartera (títulos de deuda o acciones minoritarias) y 246.000 millones de dólares se registran como “otra inversión” (con el blanqueo se redujeron en 11.300 millones de dólares el último año). Este último rubro es al cual se hace referencia cuando se habla de los dólares “debajo del colchón”.
Para dimensionar esta cifra, la misma duplica por nueve las Reservas Brutas del BCRA, por casi 20 el circulante de billetes en moneda nacional, y representa cerca del 40% del PIB del 2024.
“No obstante, un punto no menor es que su cálculo surge como un remanente de las operaciones en las cuales no puede distinguirse un destino con claridad. En tal sentido, si bien una parte se puede inferir como depósitos en el exterior, la mayoría de dichos stocks no tiene una clara identificación y no necesariamente están en el exterior, simplemente están fuera del sistema”, dice la nota de Ecolatina.
En otras palabras, además de ser dólares debajo del colchón, pueden estar en cajas de seguridad o incluso ese mismo dinero puede haberse destinado a adquirir otro tipo de activo no tan líquidos, como propiedades inmobiliarias. Por ende, cuando hablamos sobre aquel stock, debemos tener en claro que sólo una porción de ellos se encuentra en activos líquidos que podrían volcarse al sistema financiero argentino eventualmente.
Como una aproximación al potencial de estos recursos en divisas tenemos al blanqueo reciente. Si bien en las estadísticas de INDEC la reducción del stock durante 2024 fue de 11.300 millones de dólares, los depósitos en moneda dura del sector privado aumentaron casi 13.000 millones de dólares desde el inicio del blanqueo hasta fines del año pasado. De tal forma, el flujo de divisas favoreció a los mercados financieros (mediante inversiones en el mercado de capitales, compra de títulos públicos, etc.) y permitió dinamizar los préstamos en dólares que otorgan los bancos a empresas exportadoras, aumentando así la oferta de divisas en el MULC para que el BCRA acumule divisas.
Será difícil devolver los dólares al sistema
Para los economistas de Ecolatina, “en un principio, las medidas recientes no parecen tener la fuerza suficiente para incentivar un mayor uso de estos dólares. De hecho, parecen estar más orientadas a que se vuelque dinero informal al sistema (sin diferenciar pesos de dólares) y fomentar la actividad. Asimismo, con el mencionado blanqueo realizado hace poco tiempo, no queda clara la predisposición y la liquidez que tengan los agentes para poder seguir ingresando dólares al sistema”.
En la consultora argentina piensan que, si bien puede haber un remanente de fondos que puede optar por volver al sistema argentino en caso de que el Gobierno avance con mayores medidas en búsqueda de ello, el grueso del ahorro argentino no volverá inmediatamente. De todas formas, las acciones se pueden interpretar como un primer paso hacia un conjunto de reglas (en donde entrarían en juego las leyes que envíen al Congreso) que tengan como objetivo de mediano plazo la mayor participación en la economía real del ahorro argentino acumulado en las últimas décadas. Para que esto suceda, será fundamental contar con una macroeconomía estable que aleje los fantasmas de los controles cambiarios, junto con evidencia concreta de que el cambio de reglas será sostenible en el tiempo y llegó para quedarse.