Desde 2022, Schroders y Fundación A La Par han colaborado para fomentar la formación de personas con discapacidad intelectual y, así, contribuir a su inserción laboral. Una colaboración que nace de la inquietud que ambas organizaciones tienen por lograr un impacto real y transformador en la sociedad. Según la experiencia de ambos, la asociación estratégica con organizaciones de todo el mundo contribuye a conseguir este objetivo, al permitir una mayor inversión en capital social y maximizar el impacto que se puede alcanzar.
A veces, las mejores historias en el mundo de la economía no son solo números o gráficos, sino que tienen nombres, rostros y un propósito que va mucho más allá del beneficio financiero. Así es como comienza esta historia: con dos organizaciones muy distintas en su origen, pero conectadas por una visión común.
En 2022, la gestora global de inversiones Schroders y Fundación A LA PAR, con más de 75 años luchando por los derechos de las personas con discapacidad intelectual, afrontaron una pregunta en común: ¿cómo generar un impacto real, duradero y transformador?
La respuesta de ambas organizaciones fue clara: formar para incluir. A partir de esta respuesta se inició una relación entre ambas entidades que se materializó en una iniciativa global impulsada por la gestora, comprometida con generar impacto social positivo en todos los países donde opera.
“Schroders está muy involucrada con las causas sociales y nos pidió a todos los países que buscáramos alguna fundación u ONG que trabajara en el área de la inclusión. Tras evaluar diversas organizaciones, decidimos apostar por A LA PAR”, explica Pilar Vila, directora de Cuentas de Schroders.
Durante los tres últimos años, Schroders y Fundación A LA PAR han colaborado para fomentar la formación de personas con discapacidad intelectual y así contribuir a su inserción laboral. Por ejemplo, en 2024, con el curso “Evaluación y validación de páginas web”, financiado por la gestora, 14 jóvenes, miembros de Fundación A LA PAR, recibieron formación teórica y práctica, acorde con la normativa europea, para ser capacitados como validadores de espacios digitales.
Según explican, gracias a su experiencia personal, habilidades y sensibilidad cognitiva, junto con esta formación académica, los graduados podrán prestar servicios de evaluación y asesoramiento a empresas que quieran adaptar sus páginas web para eliminar las barreras cognitivas de acceso. A su vez, las compañías que han contratado sus servicios y adaptado sus entornos digitales han sido destacadas con un distintivo que avala su accesibilidad. Un dato significativo del éxito de esta colaboración es que, en la primera edición de Validadores web financiada por Schroders, un 69% de los alumnos participantes tuvieron una oportunidad laboral.
Una historia en evolución
Desde su inicio, esta colaboración ha evolucionado significativamente, ampliando tanto el alcance como el impacto de los proyectos conjuntos. En 2022, Schroders financió un curso de “Limpieza de superficies y mobiliario de edificios y locales” dirigido a 15 jóvenes con discapacidad en situación de desempleo.
En 2023, se avanzó hacia el ámbito digital con el curso “Formación, evaluación y validación de páginas web”, un proyecto que, como explica Pilar Vila, directora de Cuentas de Schroders, resulta muy ilusionante por varias razones:
“En los últimos años, hemos sido testigos de una verdadera revolución digital, por lo que consideramos que la promoción de la accesibilidad para todas las personas es un factor crucial para nuestra sociedad.”
Esta colaboración, que continuó en 2024 con una nueva edición de la formación, manteniendo una tasa de empleabilidad superior al 50%, ha logrado un efecto similar a las ondas expansivas. “Este proyecto tiene un efecto multiplicador, ya que no solo tiene un impacto positivo en los miembros de A LA PAR que logran emplearse, sino que también beneficia a todos los usuarios de las páginas web que ellos validan”, apunta Vila.
Además, el año pasado se retomó también la formación en limpieza, dado su alto índice de empleabilidad. Schroders colabora además con la bolsa de trabajo de la Fundación, buscando oportunidades para los validadores digitales que aún no han encontrado empleo.
Pero la alianza no se limita al aspecto formativo. En octubre de 2023, Schroders y su filial Schroders Greencoat organizaron una visita a uno de sus parques eólicos para un grupo de 40 alumnos. En 2024, se embarcaron en un proyecto de agricultura sostenible. “Este año también vamos a alquilar uno de los huertos de la Fundación, que cuidarán miembros de A LA PAR, pero en cuyo cuidado y mantenimiento nos involucraremos los empleados de Schroders y nuestras familias, ¡y cuyos frutos disfrutaremos todos!”, afirma Vila con entusiasmo.
La visión de A LA PAR
Desde Fundación A LA PAR, esta colaboración representa una oportunidad clave para ampliar el alcance de sus programas y garantizar su sostenibilidad. “Estas colaboraciones nos permiten impulsar proyectos que son fundamentales para fomentar la inclusión laboral de las personas con discapacidad intelectual y la sostenibilidad de nuestro servicio. Gracias a empresas como Schroders, podemos ejecutar programas de capacitación demandados por el mercado laboral, ampliar el alcance de las iniciativas, garantizar la sostenibilidad a largo plazo, fomentar la innovación y fortalecer nuestra misión”, señala Almudena Martorell Cafranga, presidenta de Fundación A LA PAR.
Martorell explica que las iniciativas implementadas “han consistido en proyectos de capacitación laboral enfocados en perfiles profesionales con alta demanda y en nuevos nichos de empleo emergentes debido a la transformación digital”. Además, añade que estas acciones les han permitido ofrecer oportunidades de empleo a las personas con discapacidad intelectual que atienden en su servicio de empleo.
Pero sin duda, lo más relevante es lo que ha supuesto para los beneficiarios del programa: “Las personas con discapacidad intelectual reflejan que han adquirido habilidades valiosas y han optado a oportunidades laborales. Además, los empleadores también han valorado positivamente la preparación de los candidatos, lo que ha facilitado la incorporación de los participantes en sus plantillas.
El reto de la inclusión
Según la experiencia de la fundación, con este tipo de colaboraciones la situación de las personas con discapacidad intelectual ha ido mejorando en aspectos como la formación y el empleo durante los últimos años. Según Martorell, se han desarrollado “programas específicos de capacitación laboral que incluyen habilidades técnicas, competencias blandas y formación digital”, lo que ha mejorado la empleabilidad de los participantes.
Se ha notado un aumento en las iniciativas de inclusión laboral, tanto en el sector público como en el privado. En este sentido, destaca que “las empresas están más conscientes de la importancia de la diversidad y la inclusión, implementando políticas para contratar a personas con discapacidad intelectual”. Además, se han hecho esfuerzos significativos para reducir las barreras que enfrentan, incluyendo la adaptación de entornos laborales y la sensibilización de sus plantillas.
Sin embargo, la presidenta subraya que persiste un desafío importante: la brecha digital. Según cuenta, “muchas personas con discapacidad intelectual enfrentan dificultades para acceder a tecnologías de la información y la comunicación”, lo que limita su acceso a oportunidades educativas, laborales y recreativas. Por ello, la fundación mira ya al futuro con una nueva apuesta: integrar la inteligencia artificial en los procesos de formación. “Nuestro siguiente paso es incorporar las ventajas de la IA en el aprendizaje de los jóvenes con discapacidad intelectual”, concluye Martorell.
Los motivos de Schroders para implicarse
Vila reconoce que de la Fundación A LA PAR le atrajo el enfoque práctico y transformador de sus programas. “Dentro de las múltiples labores que llevan a cabo, nos gustó mucho su proyecto de fomentar la inclusión social de las personas con discapacidad intelectual, formándoles para poder trabajar y aspirar a ser independientes económicamente”, afirma.
La motivación de Schroders para establecer esta alianza va más allá de una política de responsabilidad social. Según Vila, “para Schroders es muy importante crear un impacto positivo duradero en nuestra sociedad y mejorar el futuro de quienes nos rodean”.
En este sentido la colaboración responde a una visión estratégica de impacto que se materializa en proyectos concretos de formación y empleo. “Hace una labor excelente por las personas con discapacidad intelectual, por eso nos satisface colaborar con ellos en distintos proyectos educativos que nos permiten contribuir de manera directa a la inclusión social de este grupo”, señala.
Desde la perspectiva de Schroders, lograr la plena inclusión requiere diseñar instrumentos de intervención adecuados y ofrecer los apoyos necesarios para que las personas con discapacidad intelectual puedan integrarse en el mercado laboral de forma efectiva.
Una colaboración con futuro
Según afirman ambas organizaciones, la colaboración seguirá creciendo. Para 2025 y 2026 ya se preparan nuevas formaciones y desde A LA PAR están explorando cómo incorporar inteligencia artificial al aprendizaje de sus alumnos.
Martorell afirma que seguirán innovando en proyectos digitales y observando el mercado de trabajo para identificar nuevas oportunidades laborales. Por ello, se enfocan en el “aprendizaje práctico, asegurando que las personas con discapacidad intelectual adquieran habilidades relevantes y aplicables”.
También menciona que el siguiente paso de la Fundación es “incorporar las ventajas de la IA en el aprendizaje de los jóvenes con discapacidad intelectual”. Este enfoque permite avanzar en formaciones “cada vez más individualizadas, que refuercen sus competencias y mejoren sus conocimientos”.
Además, destaca que la alianza con Schroders ha sido clave para apoyar este proceso, el cual, según afirma, “solo puede avanzar”.
En tiempos en los que tanto se habla de ESG, de propósito o de sostenibilidad, este es un ejemplo concreto, real y esperanzador. Un recordatorio de que detrás de cada inversión también puede haber transformación.
Este artículo fue publicado originalmente en la Revista Funds Society.