La volatilidad campa a sus anchas en los mercados financieros, azuzada por las guerras comerciales y arancelarias y las tensiones geopolíticas, pero hay una estrategia que permite sortearla: el trade finance. Mediante la misma, el inversor accede a una relación directa entre dos instituciones de prestigio y de alta calidad crediticia (un banco global y un cliente multinacional), sin estar sujeto a los vaivenes del mercado.
Bertrand de Cominges, gestor del fondo Santander Trade Finance -establecido en Luxemburgo en formato de RAIF SICAV y destinado exclusivamente a inversores profesionales-, explica en esta entrevista exclusiva con Funds Society cómo funciona, y la oportunidad que ofrece el trade finance en un entorno como el actual para añadir rentabilidad a las carteras, con una volatilidad muy baja. Algo que de lo que presume: «Desde la llegada de la administración Trump el fondo ha demostrado ser hasta 14 veces menos volátil que algunos de los fondos de renta fija más vendidos en el mercado», indica.
Una estrategia alternativa que aplica en su cartera, que generalmente invierte en activos de deuda comercial corporativa a corto plazo (las facturas entre una multinacional y sus clientes o proveedores) y que cuenta con gran flexibilidad para para mover posiciones, por ejemplo, ante un deterioro crediticio, gracias a las condiciones pari passu en las que invierte, o ante eventos como los aranceles -recientemente han tomado posiciones defensivas en algunos programas que podrían verse afectados por las tarifas-. Sus expectativas: que la estrategia se mantenga estable y en crecimiento durante los próximos tres años y potencialmente a lo largo de toda la próxima década, incluso en momentos de alta volatilidad como los actuales. Nos da todos los detalles en esta entrevista, que reproducimos a continuación.
En momentos de elevada volatilidad, las estrategias de trade finance pueden ayudar a sortearla. ¿Por qué?
Es fundamental analizar los elementos clave de la inversión. La oportunidad que ofrece el trade finance se basa en el acceso a una relación privada entre un banco global y un cliente que opera a nivel multinacional. Al inversor se le permite participar en la financiación que el banco proporciona a su capital circulante a corto plazo, de forma que su inversión queda aislada de los vaivenes del mercado. En este tipo de inversión, el riesgo asumido corresponde al pago por parte de una entidad corporativa con un plazo medio cercano a los 30 días, en el marco de programas de financiación de multinacionales con calificación investment grade. Por tanto, la inversión está protegida frente a la volatilidad del mercado.
¿Cómo funcionan estas estrategias y cuáles son las claves para ofrecer rentabilidad en entornos complejos?
Hay varios aspectos a considerar. En primer lugar, la inversión se realiza en un entorno pari passu, es decir, el fondo invierte con las mismas condiciones con las que el banco financia a su cliente. Además, el fondo ocupa un rol secundario dentro de la estructura de financiación. Estos programas suponen un esfuerzo de capital y operativo significativo por parte del banco, y siempre se desarrollan dentro de una relación de largo plazo entre el banco y su cliente. El fondo participa únicamente en aquellos programas en los que el banco mantiene el control total de dicha relación, es decir, hace partícipe al inversor de esta relación de exclusividad. Así, permite al banco incrementar la liquidez de su cliente a través de su inversión en el fondo, pero siempre manteniendo el control.
Por otro lado, en general, los programas de trade finance no implican un compromiso de financiación por parte del banco, lo que otorga al fondo la posibilidad de ajustar su posición semanalmente en función de la calidad crediticia de la empresa, de noticias relevantes u otros factores. Esto proporciona al gestor flexibilidad e independencia en la gestión de la cartera, cuya composición cambia todas las semanas.
Al final, estas estrategias se posicionan en activos de deuda corporativa…
Correcto. Generalmente invertimos en activos de deuda comercial corporativa a corto plazo: las facturas entre una multinacional y sus clientes o proveedores. A finales de abril, los activos en el fondo mantenían un plazo medio de amortización óptimo, inferior a 30 días, lo que está muy por debajo del objetivo del fondo, que es de menos de 90 días y con un máximo de 180 días.
Pero entonces, ¿están expuestas a los vaivenes de los mercados financieros de algún modo?
Nuestro inversor disfruta de una volatilidad baja y protegida de los vaivenes del mercado. La única exposición de la rentabilidad a dichos cambios se produce a través de la tasa base de financiación (Euribor para operaciones en euros o SOFR para las financiadas en dólares). En estos últimos cuatro años, marcados por eventos como el COVID, la guerra en Ucrania y las políticas arancelarias estadounidenses, el fondo ha experimentado una volatilidad muy limitada e inferior a la de cualquiera de los nueve fondos de renta fija más vendidos en el mercado.
A lo largo del tiempo, ¿qué tipo de rentabilidades y con qué niveles de riesgo se pueden conseguir con este tipo de estrategias?
Desde su lanzamiento en junio de 2021, nuestros inversores han recibido todas las semanas rentabilidades superiores a la tase base del Euribor. Por ejemplo, en abril de este año han obtenido entre 70 y 80 puntos básicos por encima del Euribor a un año, y con una volatilidad muy reducida. Con un Euribor a un mes que el último día de abril alcanzó el 2,17% y un Euribor a un año del 2,05%, los inversores recibieron una rentabilidad anualizada neta del 3,01%, o unos 5,2 puntos básicos semanales promedio.
Desde su creación, el fondo ha invertido más de 6.000 millones de euros en más de 3 millones de activos, y lo ha hecho sin registrar ninguna pérdida. Desde el inicio de la administración Trump, la volatilidad del fondo ha sido de apenas 0,125%, en comparación con el 1,805% que han alcanzado algunos fondos de renta fija del mercado. La volatilidad media de los nueve fondos de renta fija más vendidos en España fue del 0,76%, es decir, 5,84 veces más alta que la del fondo.
Además, el nivel de riesgo es contenido. Esto es algo en lo que ponemos mucha atención. En nuestros modelos internos de análisis crediticio, el fondo presenta un riesgo medio equivalente a una calificación A+. Para hacernos una idea de la seguridad implícita de la estrategia, nuestros clientes de banca privada, por el mero hecho de estar invertidos en el fondo, tienen acceso a una línea de crédito preconcedido de hasta un 90% sobre su posición. Un nivel de lending value sobre valoración muy competitivo y que demuestra tanto la solidez crediticia de la inversión como su baja volatilidad.
Por último, gracias a las condiciones pari passu en las que invierte, el fondo puede reducir posiciones rápidamente ante cualquier deterioro crediticio. Por ejemplo, hace un par de años se ajustó la exposición a un programa inmediatamente tras una noticia negativa en la prensa de un país extranjero. También podemos tomar decisiones en el mismo día si una agencia de crédito reduce el rating de crédito del cliente del banco. O, defensivamente, en casos de negative outlooks, como nos ha sucedido recientemente debido al impacto sobre el comercio internacional de las subidas de aranceles por parte de la administración Trump.
¿Se puede considerar una estrategia «alternativa»?
Sí. A pesar de su alta liquidez, se considera como inversión alternativa porque estamos accediendo a la relación privada entre uno de los grandes bancos de financiación de comercio internacional y sus mejores clientes. No se trata una inversión que cotice en un mercado público y esto nos permite protegernos de la volatilidad. Este es un punto muy importante: el inversor accede a una relación directa entre dos instituciones de prestigio y de alta calidad crediticia sin estar sujeto a los vaivenes del mercado. Es decir, invierte en uno de los mejores negocios del Grupo Santander y con sus principales clientes, de manera flexible y disfrutando de liquidez y baja volatilidad.
¿Cuál es la estrategia que sigue vuestro fondo en concreto y a qué clientes va dirigido, desde Luxemburgo?
Nuestra estrategia es muy sencilla. Santander CIB es uno de los líderes globales en financiación del comercio internacional. Y el objetivo aquí es hacer partícipes a nuestros clientes de los programas de financiación a corto plazo, del capital circulante de la economía real, de los mejores clientes del banco, es decir, de las empresas y grupos multinacionales líderes, siempre con calificación investment grade.
Al estar establecido en Luxemburgo en una RAIF SICAV, es un fondo de venta exclusiva para clientes profesionales. Por regulación local, no es un fondo para clientes retail. Actualmente, nuestra base de inversores incluye todo tipo de clientes institucionales: private equity, aseguradoras, planes de pensiones, empresas, family offices de primer nivel y clientes de banca privada.
¿Qué ventajas para inversores y empresas ofrecen las estrategias de trade finance?
Como hemos comentado, ofrecen cuatro ventajas fundamentales: participación en uno de los negocios más sólidos del Grupo Santander, liquidez, baja volatilidad y seguridad en la inversión.
¿Por qué hay pocas estrategias de este tipo en el mercado?
El mercado de trade finance está dominado por los ocho principales bancos internacionales, entre ellos, Banco Santander. Las multinacionales exigen a sus entidades financieras presencia global y balances robustos. Solo unas pocas instituciones pueden ofrecer este tipo de soluciones, ya sean de gestión de caja o de financiación del capital circulante. Además, se requiere un alto nivel de sofisticación financiera, y en esto Santander CIB es uno de los lideres mundiales. Aunque el producto es relativamente sencillo, su correcta ejecución exige una gestión avanzada del balance y del capital del Grupo, capacidades que a día de hoy en Europa solo ofrece el Santander.
Para terminar, ¿qué esperas de la estrategia? ¿cómo podría comportarse en escenarios extremos de volatilidad y caídas (por ejemplo, si se recrudece la guerra arancelaria)? ¿Y en escenarios más moderados, se comportaría peor?
Esperamos que se mantenga estable y en crecimiento durante los próximos tres años, y potencialmente a lo largo de toda la próxima década. Hemos comprobado que en escenarios de alta volatilidad, como los vividos recientemente, el fondo mantiene su estabilidad y liquidez. Por otro lado, hemos tomado posiciones defensivas en algunos programas que podrían verse afectados por los aranceles y hemos dado la orden de salida o de reducción de algún programa. No porque esperemos ningún problema grave de crédito en la entidad subyacente, sino porque en esta estrategia el inversor busca principalmente remuneración, liquidez y un modelo de baja volatilidad.