Brookfield ha anunciado que adquirirá el 26% del capital que aún no posee de Oaktree Capital Management por aproximadamente 3.000 millones de dólares, lo que le permitirá hacerse con la propiedad total de la firma especializada en crédito y deuda distressed con sede en Los Ángeles. También podrá consolidar su posición como una de las principales fuerzas en el ámbito del crédito alternativo, según una información de Bloomberg.
El acuerdo, que valora la totalidad de Oaktree en unos 11.500 millones de dólares, se cerrará a principios del próximo año y se sumará a los ingresos de Brookfield. La empresa adquirió por primera vez una participación mayoritaria en Oaktree hace seis años, lo que contribuyó a acelerar la expansión de su negocio crediticio, que ahora es una de sus divisiones de más rápido crecimiento. Una vez completada la operación, Estados Unidos se convertirá en el mayor mercado de Brookfield, representando más de la mitad de sus 550.000 millones de dólares en activos e ingresos.
A raíz de esta operación, Bruce Flatt, CEO de Brookfield, ha declarado: “Cuando nos asociamos con Oaktree hace seis años, unimos fuerzas con uno de los inversores crediticios más respetados del mundo, y los resultados han superado nuestras expectativas. Nuestra asociación ha creado un valor significativo para nuestras empresas. Ha impulsado la rápida expansión de nuestra plataforma de crédito privado, ha respaldado el crecimiento de nuestro negocio de soluciones patrimoniales y ha contribuido a impulsar un crecimiento del 75 % en los activos gestionados por Oaktree. Dar este siguiente paso nos permitirá ampliar nuestra franquicia de crédito, mejorar la colaboración entre nuestros negocios y reforzar nuestra capacidad para seguir ofreciendo valor a largo plazo a nuestros inversores”.
Por su parte, Howard Marks, co presidente de Oaktree, ha afirmado: “Nuestra asociación con Brookfield ha sido un gran éxito, basada en valores compartidos de inversión disciplinada, visión a largo plazo e integridad. Juntos, hemos demostrado nuestra capacidad para trabajar a la perfección y ofrecer lo mejor de ambas empresas a nuestros clientes. Pasar a formar parte de Brookfield es una evolución natural que permitirá a Oaktree seguir prosperando como parte de una de las organizaciones de inversión líderes en el mundo. Con esta alineación más estrecha, Oaktree seguirá siendo fundamental para la estrategia crediticia de Brookfield, y vemos importantes oportunidades para hacer crecer la franquicia y ampliar lo que podemos ofrecer juntos a nuestros clientes”.
Los términos de la operación
Según los términos propuestos para la transacción, Brookfield Asset Management Ltd. (BAM) y Brookfield Corporation (BN) adquirirán todas las participaciones restantes en el capital social de Oaktree por un importe total aproximado de 3.000 millones de dólares. Sujeto a los términos de la transacción, los accionistas de Oaktree tendrán la opción de elegir entre una contraprestación en efectivo, acciones de BAM o, con ciertas limitaciones, acciones de BN.
Las acciones de BAM y BN emitidas como contraprestación estarán sujetas a restricciones de venta de dos y cinco años, respectivamente, lo que proporcionará a los titulares de Oaktree la oportunidad de participar en el crecimiento y los beneficios futuros del negocio combinado, al tiempo que se mejora aún más la alineación a largo plazo.
Tanto BAM como BN tienen la intención de adquirir un número de acciones propias correspondiente al importe emitido en el marco de la transacción. Dichas compras se realizarán de forma ordinaria en el mercado abierto o, en el caso de BAM y sujeto a las aprobaciones reglamentarias, a BN, que ha acordado poner a disposición dichas acciones, lo que garantiza que la transacción tenga un impacto dilutivo mínimo o nulo para los accionistas actuales de BAM y BN.
El acuerdo supone un importante aumento del valor de Oaktree, cuyos activos bajo gestión han crecido un 75% desde la inversión inicial de Brookfield. La transacción sigue a una ola de consolidaciones entre gestores de activos alternativos, incluida la adquisición por parte de BlackRock de Global Infrastructure Partners por 12.500 millones de dólares.