“El modelo híbrido nos hace bastante únicos”, asegura Joaquín Rhodius, director comercial y cofundador de Betterplan. En ese sentido, un elemento que está en el corazón de las ambiciones de la fintech de gestión patrimonial chilena es la tecnología, que apalancan para llevar el servicio de asesoría de inversiones independiente a clientes del segmento mass affluent.
¿Qué quiere decir que sea un modelo híbrido? Según explica el ejecutivo a Funds Society, esto significa que atienden a los clientes a través de una plataforma digital. En esta herramienta, además de gestionar y monitorear sus inversiones, los clientes pueden operar activos –sin incentivar el trading de corto plazo–, “siempre acompañados por la asesoría humana de un asesor financiero certificado por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF)”.
Así, el modelo de Betterplan se basa en una asesoría personalizada, “con portafolios a medida construidos con productos de las mejores administradoras globales y locales”, en palabras de Rhodius. Y, por el lado de los clientes, el punto de foco es el mass affluent, entendido en la fintech como patrimonios entre los 100.000 y el millón de dólares, aunque también atienden a clientes con montos más altos.
Hacia delante, la compañía busca seguir consolidando su negocio, que ha estado operando desde 2019. La meta, de momento, es superar los 100 millones de dólares en AUA en el corto plazo. “Si todo marcha bien, cerraremos el año cerca de los 120 millones de dólares bajo asesoría y con de 2.000 clientes aproximadamente”, augura el profesional.
También hay luces de una posible expansión regional. Rhodius comenta que están evaluando la factibilidad de replicar su modelo híbrido en otros países. “Argentina nos atrae especialmente y estamos en una etapa de análisis preliminar”, indica, agregando que uno de los principales desafíos es encontrar un broker con la tecnología necesaria para conectar con la plataforma de Betterplan y automatizar proceso, para asociarse.
Betterplan y el modelo de MFO
Desde la firma aseguran que la mayor similitud de la fintech con los multi-family offices más tradicionales es el alineamiento con los clientes. En ese sentido, su cofundador y director comercial destaca tres variable clave.
Por un lado, está la asesoría personalizada. La plataforma, acota, permite a los inversionistas crear sus propias carteras y estrategias. “No trabajamos solamente con soluciones ‘pre-armadas’ iguales para todos”, comenta.
Además, cuentan con una comisión única, en línea con los MFOs “más grandes y ‘puros’”. Esto quiere decir que sólo cobran una tarifa de asesoría, sin costos por transacción o rebates de los fondos en los que invierten sus clientes.
En tercer lugar, Rhodius enfatiza en el diseño de arquitectura abierta que aplican, con acceso a todos los fondos disponibles en Chile, “con una curaduría previa hecha por nosotros para seleccionar los mejores”. Actualmente, los vehículos locales con los que trabajan incluyen a Moneda Asset Management, BTG Pactual, Toesca, LarrainVial, Falcom, Frontal Trust, MBI y Singular, entre otros. Por su parte, los nombres internacionales incluyen a BlackRock, JP Morgan, Vanguard, Pimco y Goldman Sachs.
“Estamos convencidos de que nuestro modelo es más eficiente y más alineado con el cliente en comparación a lo que ofrecen bancos y corredoras en este segmento”, comenta el ejecutivo.
El rol de la tecnología
Con todo, el profesional recalca que la combinación de asesoría humana y herramientas tecnológicas los diferencian de la competencia. “Existen plataformas de trading y también plataformas de fondos mutuos, pero no hemos visto ninguna wealthtech con el nivel de desarrollo tecnológico que tenemos ni asesores tradicionales que se alineen con el cliente como nosotros. Esto explica en parte el buen desempeño que hemos tenido”, señala.
La tecnología en particular juega un papel fundamental, considerando su rol en amplificar las capacidades de asesoría a más clientes, ofreciendo sus servicios a patrimonios más pequeños que los que suelen acceder los MFOs tradicionales.
“Hoy tenemos seis asesores y cada uno atiende, en promedio, cerca de 300 clientes. Este ratio sería imposible sin el soporte tecnológico”, ilustra Rhodius.
En ese sentido, desde la fintech apuntan a complementar la asesoría patrimonial tradicional con las herramientas tecnológicas.
“Todas nuestras iniciativas buscan tomar las mejores prácticas del mundo tradicional, replicarlas y escalarlas gracias a la tecnología. El término que más usamos es ‘personalización a gran escala’. Ese es nuestro lema”, señala.
Otros negocios
Si bien la asesoría de inversiones está en el corazón del modelo de Betterplan, han ido incorporando más aristas a su negocio, según describe Rhodius.
Además de la plataforma que usan sus inversionistas, la fintech desarrolló una plataforma interna para asesores independientes, un grupo que ha ido en auge en Chile y que ha tomado creciente protagonismo en los últimos años.
Esta tribuna ofrece un abanico de herramientas e información para manejar las carteras de sus clientes. Esto incluye, detalla el profesional, datos proporcionados por los clientes, reuniones por Microsoft Teams guardadas, interacciones del cliente con la plataforma y el desempeño de sus inversiones, entre otros.
La herramienta también incorpora inteligencia artificial, funcionando como un asistente virtual que optimiza la gestión comercial del asesor.
Además, están expandiendo la oferta para incluir seguros. En el último trimestre, relata el director comercial de la firma, Betterplan selló un acuerdo con Chubb, una aseguradora de talla mundial.
“Destacamos especialmente poder ofrecer una alternativa completa a nuestros clientes, sobre todo a los más jóvenes (30-45 años). En esta etapa de la vida, muchos aún no tienen resuelto su futuro financiero y contar con un seguro de vida e invalidez disminuye significativamente el riesgo de que un imprevisto afecte sus objetivos familiares”, explica.