“Make GAM Great Again” es el gran objetivo de Albert Saporta, CEO de la gestora. Aunque ocupa este cargo desde hace solo cuatro meses, el camino para alcanzar esta meta comenzó hace un par de años, cuando una alianza de inversores llamada NewGame -con la firma suiza de gestión de patrimonios Bruellan y el multimillonario francés Xavie Niel– logró convertirse en accionistas mayoritarios y tomar el control de la compañía.
“Fue hace dos años cuando comencé a interesarme por GAM y a invertir, ya que su acción había caído muchísimo. Conocía la gestora de mi carrera como gestor de inversiones alternativas y sabía que GAM era un gran referente y experto en inversiones alternativas. De hecho, era la principal entidad en el campo de los hedge funds durante los 80 y los 90, y parte de los 2000. Pero la compañía lleva cuatro años perdiendo dinero, lo cual es una anomalía en el sector. Al investigar, vi que los gestores seguían batiendo al mercado y que el prestigio de su marca era sólido, pese al escándalo del 2018, lo que parecía es que en GAM había un problema de gestión grave. En ese momento, decidí formar un grupo de inversores para adquirir una participación en GAM y, básicamente, actuar como un inversor activista constructivo para intentar influir en la gestión y la estrategia de la empresa. Conté con el apoyo de Xavier Niel para llevar a cabo esta tarea y reunir el capital necesario para invertir en la empresa. Así que creamos esta estructura en Suiza, en Ginebra, llamada NewGame, y bajo esta estructura, comenzamos a comprar acciones en el mercado”, relata Saporta sobre cómo fue el inicio de esta nueva etapa de GAM.
De la reestructuración al futuro
Tras estos primeros pasos, llegaron las desavenencias con la dirección de aquel momento, lo que les llevó a lanzar una OPA que les permitió tomar el control de la compañía. “En cuanto tomamos el control de la empresa y de la dirección, iniciamos un programa de reestructuración. En esta fase había algunas prioridades clave. Una de ellas era estabilizar la base de activos, que habían pasado de 85.000 millones a 20.000 millones, y los equipos de gestión de inversiones, así como a algunos de los empleados clave que queríamos conservar. La oferta de Lion Trust generó mucha incertidumbre y turbulencia, por lo que tuvimos que calmar la situación, y creo que lo conseguimos con bastante éxito”, recuerda.
Otro de los problemas con los que tuvo que lidiar fue que, tras el escándalo de 2018, los activos bajo gestión de GAM se vieron reducidos de forma drástica, por lo que las medidas a tomar también lo fueron: “Tuvimos que reducir el tamaño de la empresa. Una de las primeras cosas que hicimos fue vender el negocio de gestión de fondos de terceros en Luxemburgo y Suiza a Carne Group, ya que era muy intensivo en recursos, regulación y tiempo, y aportaba baja rentabilidad”.
Saporta considera que hoy esa reestructuración ha llegado casi a su fin, lo que permite tener el foco puesto en devolver a la compañía a su identidad inicial y construir un negocio bien posicionado para el futuro. “La primera gran decisión estratégica fue reposicionar a GAM en el negocio de los alternativos y hacerlo de forma rápida. Para ello, lo primero que hicimos fue cerrar acuerdos con socios relevantes que querían expandirse y creían en la narrativa de GAM. Así que hicimos 4 o 5 negocios con grandes firmas. Muchas de estas firmas eran personas que conocía desde mi experiencia profesional, personas que respeto y que son extremadamente bien observadas. Y como dije, la mejor clase, la mejor historia, el mejor nombre en el negocio”, afirma.
Fruto de este trabajo, en los últimos dos años, la gestora ha consolidado una red de alianzas estratégicas para ofrecer productos UCTIS de valor añadido y calidad a inversores institucionales, distribuidos y bancas privadas. Entre estos acuerdos, se encuentran firmas como Avenue Capital, Galena, Gramercy, Swiss Re y Liberty Street Advisors.
Para Saporta el valor de estas alianzas es que les permite mantener una oferta más especializada, de la mano de expertos en el sector y que aporta un valor añadido, algo que considera totalmente necesario para competir en una industria donde los márgenes son cada vez más estrechos. “Hemos construido estas alianzas sin entrar en conflicto con nuestra oferta propia de fondos y con una clara apuesta en la gestión activa en estratega también de renta fija y renta variable, y orientados al negocio wealth”, añade.
GAM del presente y del futuro
Hasta aquí, el camino recorrido por la gestora. Ahora Saporta quiere poner el foco en el futuro. Aunque reconoce que es complicado predecir cómo estará la compañía dentro de cinco años, o si incluso logrará su objetivo de volver a beneficios en 2026, sí se muestra seguro que la compañía será mucho más grande de lo que es hoy.
“La inversión en GAM seguirá siendo sólida, lo cual permitirá ganar más tamaño. Además, a corto plazo, lo primero que queremos asegurar es que la firma vuelva a ser rentable, que consiga completar su proceso de transformación. Creo que ahora tenemos todos los elementos necesarios para lograrlo. Hemos reestructurado la firma, hemos estabilizado los equipos de gestión de inversiones, hemos regresado al espacio de alternativos, y lo hemos hecho de una manera importante y diferenciada respecto a otras gestoras. La excelencia de las firmas con las que estamos colaborando demuestra que somos distintos. Creo que ya hemos cerrado la mayoría de las alianzas que queremos tener y lo hemos hecho sin convertirnos en un supermercado de fondos”, argumenta el CEO de la firma.
Para potenciar su propuesta de fondos, Saporta destaca que también han renovado completamente los equipos de ventas. “Además de un modelo escalable, una de las fortalezas de GAM es su red de distribución global. Eso es algo bastante único para una firma de este tamaño. Tenemos oficinas prácticamente en toda Europa, en los principales centros financieros, así como en Asia, Australia y Estados Unidos. También contamos con un socio en Chile para Sudamérica y otro en Hong Kong/China para esos mercados. Disponemos de una plataforma de distribución muy relevante, y hemos cambiado prácticamente a todos los responsables de estas oficinas en las distintas jurisdicciones”, destaca.
Mientras toda esta “maquinaria” y estrategia está en marcha, Saporta se centra estos meses en visitar cada una de las oficinas de la firma y en sentarse con los inversores para convencerles que el proyecto de GAM está vivo y merece la pena. “Formar parte del grupo inversor y tener una inversión significativa en GAM a través de NewGAM, da la credibilidad necesaria para transmitir ese mensaje. Y creo que está funcionando muy bien. Tenemos la ventaja de que aún contamos con un nombre muy reconocido y nos encontramos muy buena recepción a nuestra propuesta de ‘ayúdenos a devolver a GAM al lugar que ocupa antes y nosotros os ayudamos ofreciendo productos excelentes que os permitan hacer vuestro trabajo, superar a vuestros competidores y satisfacer a vuestros clientes’. Creo que ese mensaje está calando muy bien. Creo que estamos ya en la fase final para realmente dar la vuelta a esta firma”, concluye Saporta a su paso por Madrid.



