FlexFunds y Funds Society comparten, dentro de su iniciativa Observatorio de Tendencias, la visión de Pablo Méndez, Chief Investment Strategist en LarrainVial, una de las principales firmas de asesoría financiera en América Latina. Con 90 años de trayectoria, la firma cuenta con presencia en Chile, Colombia, Perú, Panamá, México, Bolivia y Estados Unidos, además de asociaciones destacadas con gestoras de inversión en Europa.
Desde hace más de una década, Pablo Méndez forma parte de esta casa financiera. Hoy lidera el equipo de Estrategia de Inversión, y se posiciona como una figura clave en la evolución del asesoramiento patrimonial de alto nivel. Ingeniero comercial por la Universidad Diego Portales y con una maestría en Global Finance por NYU, Méndez representa a una nueva generación de líderes en wealth management: una que combina formación académica sólida, visión estratégica y un fuerte compromiso con el servicio personalizado.
Diseñando soluciones estratégicas
El equipo de LarrainVial Estrategia desarrolla soluciones de inversión tanto líquidas como alternativas para clientes de alto patrimonio. “Nuestro modelo se asemeja al de Portfolio Solutions en Estados Unidos: la relación con el cliente la lleva el banquero, pero nosotros articulamos la estrategia de inversión”, explica. En un entorno en el que los márgenes financieros se estrechan y los servicios tienden a homogeneizarse, Méndez subraya que “el gran diferenciador sigue siendo el servicio”. A pesar de los avances tecnológicos, insiste en que “las personas buscan una cara, una relación, un acompañamiento profesional. La tecnología no reemplaza eso”.
Renta fija y alternativos: claves actuales del portafolio
Consultado sobre la composición actual de portafolios, Méndez identifica dos bloques fundamentales. “En lo líquido, la renta fija ha retomado protagonismo, con tasas más altas que ofrecen una atractiva relación riesgo-retorno. En lo alternativo, hemos desarrollado programas que buscan generar descorrelación (hedge funds), flujo estable (alternativos de crédito) y apreciación de capital (private equity)”.
Hoy, el 28% de los activos bajo gestión patrimonial en LarrainVial están asignados a inversiones alternativas. Aun así, Méndez reconoce que existe una concentración excesiva en deuda privada local e inmobiliario, y ve como reto ampliar esa exposición hacia activos globales y diversificados.
Respecto del mayor reto que enfrenta para la captación de capital o la adquisición de clientes, el experto señala que la industria está en una etapa de madurez. “Ya no hay una gran masa de clientes desatendidos; quedan segmentos específicos, más sofisticados y exigentes. Además, los servicios tienden a estandarizarse, lo que hace aún más difícil diferenciarse”.
Otro desafío relevante es escalar el servicio sin perder personalización. “Es casi una paradoja, porque escalar suele implicar cierta estandarización, y eso puede ir en contra de la experiencia individualizada que los clientes valoran. Encontrar ese equilibrio es una prioridad”.
En el escenario actual, ¿qué factores prioriza el cliente a la hora de invertir?
La reputación y la experiencia institucional son lo primero. Luego, dependiendo del perfil, el cliente valora el conocimiento técnico o la capacidad de traducir ese conocimiento a un lenguaje accesible. En ambos casos, la clave está en la calidad del servicio.
Para Méndez, la personalización es más importante que el producto en sí. “La cercanía, el entendimiento real del cliente y la entrega de soluciones hechas a la medida son los elementos que generan una ventaja competitiva sostenible”.
El asesor como estratega: habilidades que marcarán la diferencia
En su opinión, el asesor financiero del futuro no será solo un analista técnico, sino un intérprete estratégico capaz de convertir datos en decisiones alineadas con los objetivos reales del cliente.
“La industria está transitando hacia una nueva configuración de talento. Por un lado, se requieren perfiles con dominio técnico —ciencia de datos, automatización, manejo de software— especialmente en áreas operativas. Pero lo que marcará la diferencia es la capacidad de abstraer”, afirma. “La clave está en tener la capacidad de salir de la fiesta y mirarla desde arriba: ver el conjunto, entender el entorno y tomar decisiones informadas”.
Ese enfoque se traduce en una asesoría patrimonial profundamente personalizada. “Antes de hablar de mercados o productos, hay que entender qué quiere lograr esa persona o institución. A partir de ese objetivo, construimos un portafolio que sea coherente con sus necesidades y restricciones reales”, explica Méndez.
Aunque existen soluciones estandarizadas según perfiles —con o sin alternativos, en pesos o dólares, desde conservadores hasta agresivos— el valor diferencial está en la adaptación. “No es lo mismo asesorar a una fundación con alta exposición inmobiliaria en Latinoamérica que a un family office con foco global. Nuestro trabajo es diseñar estrategias que tomen en cuenta ese punto de partida y evolucionen con el tiempo”.
Tecnología: eficiencia sí, pero sin perder el foco humano
En cuanto al impacto de la tecnología en la industria, Méndez es claro: “La inteligencia artificial tiene un rol fundamental en procesos y back office, pero su utilidad en la toma de decisiones de inversión es limitada por la eficiencia de los mercados financieros”.
Y advierte de una transformación en la estructura de los equipos: “La pirámide se invierte. Antes teníamos muchos perfiles enfocados en procesamiento de datos; ahora necesitamos más personas con capacidad de abstracción y toma de decisiones estratégicas”.
De acuerdo con Méndez, una de las tendencias más claras que transformarán la gestión de portafolios en los próximos 5 a 10 años es la profundización en inversiones alternativas. Este tipo de activos seguirá creciendo, siempre que estén bien alineados con los objetivos de los clientes. Hay un interés creciente por soluciones que ofrezcan diversificación real, descorrelación y horizontes de inversión de largo plazo.
“Por otro lado, veremos una evolución importante en la forma en que las instituciones financieras integran la tecnología. La automatización y la inteligencia artificial están liberando recursos que antes se destinaban a tareas operativas, permitiendo redirigir ese capital humano hacia áreas de mayor valor agregado, como la atención al cliente y la toma de decisiones estratégicas”.
En asset management, esto no implica reemplazar al asesor, sino redefinir los equipos. El rol humano sigue siendo central, especialmente en la asesoría patrimonial, pero los perfiles que se requerirán serán distintos: con mayor capacidad analítica, pensamiento estratégico y manejo de herramientas tecnológicas. Es un proceso de reconfiguración que ya está en marcha.
¿Qué distingue a LarrainVial de sus competidores?
“Ser una firma no bancaria nos da libertad para innovar -señala Méndez-. Podemos emprender internamente, crear soluciones independientes y reportar directamente a la alta dirección. Nuestro mandato único es generar rentabilidad y valor para el cliente”.
Ese enfoque ya ha sido reconocido. En diciembre del 2024, The Banker y PWM otorgaron a LarrainVial el premio a la Mejor Banca Privada de Chile y al equipo de Estrategia, el de Best Chief Investment Office de América Latina.
Entrevista realizada por Emilio Veiga Gil, Vicepresidente Ejecutivo de FlexFunds, en el contexto del Observatorio de Tendencias de FlexFunds y Funds Society.