En estos ocho meses, la incertidumbre ha sido la gran protagonista de los mercados financieros. Las medidas tomadas por la Administración Trump, los aranceles, las tensiones geopolíticas, las guerras, los cambios regulatorios, los máximos en los mercados y las consiguientes correcciones… la lista ha sido larga hasta el final del verano y los eventos se han sucedido con rapidez en los titulares que los selectores de fondos repasan a diario.
No es la primera vez que se enfrentan a un escenario de este tipo. “Ya hemos pasado por otros episodios de incertidumbre como, por ejemplo, la gran crisis financiera de 2008 o el COVID. De ello aprendimos a relativizar los titulares de las malas notcias que generan incertidumbre y a focalizar en las oportunidades que brinda el mercado”, afirma Jordi Sánchez, responsable de Fondos Externos de Creand Crèdit Andorrà.
Para Rubén Ruiz, director Long Only de CaixaBank, los selectores de fondos han lidiado y vivido muchísimos escenarios de volatilidad, correcciones y cambios de opinión de los inversores, pero, en su opinión, el elemento diferenciador de 2025 es el mayor peso de la
geopolítica en la economía global y en la política comercial. “La lección más valiosa que he aprendido es que, por mucho que hayas vivido, el mercado te sorprenderá. Nunca hay que bajar la guardia”, comenta.
Al hacer balance, Patricia Gutiérrez, miembro del equipo de selección de fondos y ETFs de BBVA Quality Funds, reconoce que si bien a comienzos de 2025 era el excepcionalismo americano lo que marcaba la evolución de los mercados, actualmente los aranceles y su impacto en la economía copan el protagonismo. “En cuanto a qué vigilar, es relevante todo lo que tiene que ver con EE.UU.: tarifas, datos de inflación, empleo, PIB, etc., actuaciones de la Fed y el futuro cambio de su presidente. Igualmente, nos preocupan los conflictos entre los distintos países, y que estos puedan extenderse como, por ejemplo, China-Taiwán o China-Filipinas”, cita la experta.
En opinión de José María Martínez-Sanjuán, responsable global del equipo de selección de fondos de Santander Private Banking, parece que los riesgos de la primera mitad de año están evolucionando hacia un menor rango de incertidumbre, con un escenario de desaceleración económica, sin estancamiento a nivel global, con una desinflación que persiste en los datos y con los bancos centrales con capacidad de actuación. “Debemos monitorizar a los sospechosos habituales, como son los aranceles y la energía, que exigen un análisis pormenorizado debido a sus efectos de segunda ronda”, matiza.
Los selectores coinciden en que EE.UU. será el tema estrella para lo que queda de año, pero no el único. A medida que se acerca el cierre de 2025, lo que más les preocupa no es tanto que se produzca un evento concreto, sino la acumulación de factores que podrían amplificar la incertidumbre y la volatilidad de los mercados. “En el tema arancelario, el mercado ha asumido que las nuevas tarifas que impondrá EE.UU. al resto del mundo estarán entre un 10% y un 15%. Lo que nos preocupa es que éstas se incrementen de manera importante y no estén descontadas por el mercado. En segundo lugar, se encuentra la propuesta fiscal del gobierno americano y su incidencia sobre la deuda de EE.UU. Y, por último, el comportamiento de la inflación, principalmente, la americana”, afirma Diego Rueda, responsable de Fondos de Fondos de Unicaja Asset Management.
Una visión que también comparte Ion Zulueta, director de Análisis de iCapital: “Me preocupa la sobre-valoración de algunos mercados, el auge de la gestión pasiva que no discrimina entre lo bueno y lo malo y el comportamiento de algunos inversores que miran en exceso por el retrovisor, son demasiado corto placistas y/o especuladores. Me genera también desasosiego el repunte en EE.UU. de la mora en préstamos al consumo y ligados a oficinas y la polarización política y sus potenciales consecuencias”, reconoce.
En este entorno, los selectores consideran fundamental distinguir el ruido de las señales, y evitar así caer en movimientos tácticos excesivamente reactivos. “En entornos de mercado tan cambiantes como el actual, es fácil dejarse llevar por los resultados de corto plazo, pero hay que mirar más allá y evaluar la solidez del proceso de inversión, la alineación de intereses, la gestión del riesgo y la capacidad de adaptación a distintos ciclos. Además, debemos tener una visión transversal.
El selector ya no puede limitarse a analizar fondos en compartimentos estancos. Es fundamental entender cómo cada fondo encaja dentro de la construcción global de carteras, qué aporta en términos de diversificación real y cómo se correlaciona con otras exposiciones”, defiende Francisco Julve, responsable de Productos de Terceros en A&G.
La multitud de vehículos existentes, las nuevas tendencias, el creciente uso de la tecnología y de las herramientas digitales, y la mayor sofisticación de los clientes hacen necesaria una mayor especialización para el correcto análisis y la selección de fondos
Estrategias favorecidas
Fruto de comprender cómo encaja cada fondo en la construcción de las carteras y del contexto actual, los profesionales reconocen que se han detenido más en la búsqueda y análisis de ciertas estrategias. Con todo, dejan claro que su elección de gestores y fondos no depende del contexto económico o del mercado, sino de su férreo y sólido proceso de análisis. Dicho esto, por ejemplo, Julve señala que han puesto el foco en estrategias flexibles. “Tanto de renta fija como en estrategias global macro y fondos mixtos, estamos favoreciendo gestores con capacidad de adaptación a distintos entornos, con procesos robustos y probados en diferentes ciclos”, afirma. Por su parte, Zulueta matiza que, a nivel de clases de activos y estrategias, han visto atractivo en metales preciosos, small cap equities, retorno absoluto no direccional, deuda local emergente y CLOs. “En mercados privados, favorecemos secundarios tanto en buy outs como en venture capital, infraestructuras y deuda privada”, añade.
Mientras Rueda afirma que, en líneas generales, están priorizando mantener una duración elevada en las posiciones de renta fija, reduciendo la exposición a renta variable. “Entrando más en profundidad, en cada activo, preferimos la duración europea frente a la americana, y el crédito con grado de inversión, más que los bonos de alto rendimiento. Dentro del crédito con grado de inversión, estamos muy positivos en la deuda subordinada de los bancos europeos. En renta variable, tenemos el mismo peso tanto en renta variable europea como americana. Por tanto, respecto a un índice global de renta variable, estamos infraponderados en EE.UU. y sobreponderados en Europa. Dentro de Europa, como nos ocurre en renta fija, tenemos posiciones en el sector financiero. En EE.UU., las posiciones están en fondos con un comportamiento muy similar al índice de referencia y en empresas de pequeña capitalización que se pueden ver beneficiadas por las medidas implementadas por el gobierno de Trump”, señala desde su óptica de responsable de Fondos.
Un trabajo continuo
Como bien recuerda el responsable de Fondos Externos de Creand Crèdit Andorrà, no hace falta esperar a un evento concreto de mercado, pues la labor constante de análisis de los selectores hace que, en cual- quier momento, haya cambios en los fondos seleccionados o recomenda- dos. “Este inicio de año seguimos dando preferencia a la renta fija flexible porque el mercado es muy volátil y el activo sigue ofreciendo un yield interesante. Aunque, úl- timamente, también estamos primando categorías de renta variable como emergentes, compañías de pequeña o mediana capitalización o estrategias de dividendo”, comenta Sánchez.
Esta visión de trabajo también la comparten desde Andbank. “Nuestra selección es en tiempo continuo. Todos los días revisamos y analizamos los desempeños de los fondos y de los activos en los que invierten. Es cierto que las categorías que más hemos tocado han sido en renta variable growth y en small caps. Pero lo relevante en este caso es estar atentos a los cambios que hacen las gestoras, así como los gestores que se mueven de una firma a otra y, sobre todo, las tripas de las estrategias de inversión”, destaca Sebastián Larraza, director de Análisis, Selección y Gestión de fondos de Andbank Wealth Management.
Martínez-Sanjuán explica que su trabajo no trata de priorizar unas estrategias frente a otras, sino hacer la lista recomendada de productos que consideran mejor para el cliente. “No gestionamos carteras, ni somos asset allocators, pero damos respuesta a los inversores de forma que puedan aterrizar sus ideas de inversión en todo momento. Los cambios de fondos recomendados son consecuencia de pérdidas de recomendación a nivel producto o vehículo, no porque se favorezca un asset class u otro”, afirma. Eso sí, reconoce que ahora están incrementando el análisis y recomendación de fondos, incluyendo los ETFs: “Hay una demanda por este tipo de vehículo y tiene todo el sentido construir las carteras de inversión combinando mutual funds y ETFs, apostando por el alfa o la beta en función de las circunstancias. Hay, en líneas generales, producto para lo que estamos buscando”.
Rubén Ruiz (CaixaBank): “La oferta de proveedores continúa creciendo, por lo que cada vez tenemos más gestoras en el universo, con una oferta de producto amplísima que cubre con creces nuestras necesidades”
El prisma de los criterios
Un aspecto clave en el trabajo que realizan los selectores de fondos es que los criterios y metodología que usan permanecen inmutables ante cualquier circunstancia. Por ejemplo, para Martínez-Sanjuán los tres criterios que marcan su trabajo son prudencia, “para no dejarse llevar por el momento”; análisis riguroso, “para ser fieles a la forma de hacer las cosas en Santander Private Banking”; y visión al plazo que demanda la clase de activo recomendado, “es decir, alineando el producto con el horizonte temporal de inversión”.
El responsable de Fondos Externos de Creand Crèdit Andorrà explica que los criterios para seleccionar fondos no han cambiado, pero sí reconoce que tienen en cuenta otros elementos como, por ejemplo, la exposición a las 7 Magníficas en los fondos de renta variable global o norteamericanos. Aun así, Sánchez apunta claramente a la generación de alfa de forma consistente a través de la selección de compañías; el control de los drawdowns en episodios de estrés de mercado; y el enfoque diferencial en la estrategia o el proceso de inversión.
En el caso de A&G, Julve considera que uno de los pilares de su trabajo es estar muy cerca de los gestores de fondos con mandatos flexibles para entender cómo están interpretando el entorno y cómo están posicionando sus carteras, ya que esa visión aporta información muy valiosa para afinar sus propias decisiones de selección y construcción de carteras.
“La interlocución con muchas casas y gestores de fondos supone una fuente muy valiosa de generación de ideas de inversión, tanto en temas como en fondos que ayudan, especialmente en momentos de incertidumbre, a alimentar el debate en los comités internos de asset allocation y dar soporte a los gestores de car- teras en la implementación práctica de esas ideas con herramientas contrastadas. También somos el termómetro en nuestra casa para detectar nuevas tendencias en el sector como puedan ser los fondos semilíquidos evergeen en alternativos o la gama de passive enhanced que están ofreciendo cada vez más gestoras internacionales; o en formato líquido, para trackear ciertos índices con presupuesto de riesgo limitado que permita generar algo de alfa”, añade Julve.
El trabajo que realizan los selectores es complejo e implica numerosas variables a tener en cuenta al elegir un fondo o entidad: “Los criterios son múltiples como para enumerarlos todos. Haciendo un gran esfuerzo de síntesis, a riesgo de simplificar en exceso diría: gestoras consolidadas, pero centradas en generar valor para sus inversores; equipo gestor experimentado, motivado y dotado de los suficientes recursos; filosofía clara basada en unos principios que permitan generar alfa en el mercado en el que se invierta; proceso de inversión completo y bien estructurado; track record, generado por el mismo equipo gestor, suficientemente longevo como para que la valía del equipo gestor se haya podido poner a prueba en diferentes entornos; y por último, riesgo operacional mínimo”, comenta el director de Análisis de iCapital.
Más allá de los datos
Para Gutiérrez, si nos centramos exclusivamente en la selección de fondos, los criterios a destacar son el estudio de los procesos de inversión y la búsqueda de equipos estables y consistentes, que permitan entender de dónde proceden las fuentes de rentabilidad de cada fondo de inversión: gestión del riesgo, especialmente en un entorno como el actual, y gestión de la liquidez, que siempre es un aspecto muy relevante en la parte de renta fija.
También considera que no se puede quedar fuera la aplicación de las nuevas tecnologías, “tanto conociendo cómo la aplican los gestores en sus procesos, como evaluando casos de uso por nuestra parte”. Y, teniendo una visión más amplia sobre su trabajo, apunta como clave “entender las necesidades de nuestros clientes, ir de la mano con ellos para cubrirlas, y darles todo el apoyo en la información y seguimiento de los fondos en los que invierten”.
Dada la amplia gama de gestoras con las que trabajan, los profesionales consideran imprescindible conocer bien sus equipos de inversión. En palabras de Ruiz, de CaixaBank, “la principal apuesta pasa por la solidez de las gestoras involucradas en las recomendaciones y la fortaleza de los procesos y equipos involucrados en los fondos de nuestras gamas. La oferta de proveedores continúa creciendo, por lo que cada vez tenemos más gestoras en el universo, con una oferta de producto amplísima que cubre con creces nuestras necesidades”.
Más allá de analizar las gestoras y sus equipos de inversión y el aspecto técnico de los fondos como su desempeño, sus métricas o su política de inversión, Rueda considera muy importante dedicar una parte significativa del tiempo a la lectura. Según el responsable de Fondos de fondos de Unicaja Asset Management, “no sólo a lo que te ayuda a mantener la convicción, sino también —y más importante— a leer aquellos argumentos que ponen en cuestión la tesis de inversión. Si son lo suficientemente convincentes, debes tener la flexibilidad y la cabeza fría para cambiar de opinión, y, si no lo son, es muy probable que estés en lo correcto. En un mercado cada vez más eficiente y donde la información se mueve cada vez más rápido, considero fundamental que un gestor disponga de esa habilidad para asumir que no siempre va a tener razón. Invertimos con probabilidades y riesgos y se trata de ganar más de lo que se pierde con una menor volatilidad”.
Con todos estos criterios sobre la mesa, los selectores de fondos consideran que su trabajo no debería verse afectado por el entorno de mercado, ya que su objetivo sigue siendo seleccionar las mejores opciones de inversión para el cliente, que le permitan posicionarse de acuerdo con sus decisiones de asset allocation.
“En estos entornos, es importante mantener la calma. Igual que pedimos consistencia a los gestores en los que confiamos, esa misma consistencia debemos mostrarla nosotros. Si hemos hecho bien nuestro trabajo, no deberíamos vernos forzados a realizar cambios significativos en nuestra selección, ni precipitarnos en retirar de nuestro listado de recomendaciones algún fondo que se haya visto afectado. Lo importante es hablar con los equipos, entender bien qué ha podido pasar, qué medidas han aplicado y, con toda la información, analizarla en detalle y tomar una decisión razonada”, sostiene Gutiérrez. Eso sí, coincide con sus colegas en que, en entornos complicados, sí se esfuerzan aún más en la comunicación con el cliente.
José María Martínez Sanjuán (Santander Private Banking): “Los cambios de fondos recomendados son consecuencia de pérdidas de recomendación a nivel producto o vehículo, no porque se favorezca un asset class u otro”
Los retos del selector
Durante las últimas décadas, el trabajo del selector se ha vuelto más complejo, ya sea porque el entorno de mercado lo es o bien porque sus metodologías y criterios han ido evolucionando para dar respuestas a nuevas realidades y exigencias, lo que ha hecho que sus retos también evolucionen. Según los profesionales, la multitud de vehículos existentes, las nuevas tendencias, el mayor uso de la tecnología y de las herramientas digitales, y la mayor sofisticación de los clientes hacen necesaria una mayor especialización para el correcto análisis y la selección de fondos. “Asimismo, debemos tener muy presente que estamos en un negocio de personas. La capacidad de comunicación con gestores, clientes y proveedores es imprescindible”, recuerda Ruiz.
Para Gutiérrez, el éxito radica en lograr una oferta que permita a sus clientes poder gestionar o mover la cartera en función de sus necesidades o decisiones de asset allocation en cada momento. “Por este motivo, no seleccionamos los fondos pensando en cuál se comportará mejor en los próximos meses, sino en que sean consistentes y estables, que nos permitan conocer el porqué de su comportamiento y qué podemos esperar de ellos. En línea con nuestro objetivo de buscar consistencia, la idea cuando un fondo de inversión pasa a formar parte de nuestro catálogo de recomendaciones es que permanezca a largo plazo”.
En este contexto de incertidumbre, Martínez-Sanjuán considera que uno de los retos a los que se enfrenta como selector es evadirse del ruido del mercado. “Los flujos y el interés a veces no se corresponden con la paciencia y el análisis bien hecho. Los inversores quieren ganar dinero pronto y van buscando la próxima historia que les va a dar frutos antes que a los demás”, reconoce.
Dentro de ese ruido también está la información referida a las propias gestoras y sus equipos. Sobre ello, Ruiz añade que un reto es evaluar la calidad de los gestores y los procesos en un entorno de tanta volatilidad y ruido en los mercados. “Como selectores tenemos que desgranar
la evolución de los fondos y decidir si se están comportando como esperábamos en el entorno de mercado actual (si el gestor hace lo que dice que hace). Otro de los grandes retos es el de comunicar a nuestros clientes cómo se están comportando los fondos y qué cambios están realizando los equipos gestores. Transmitir esta información es clave para fortalecer la confianza”.FFfF
Por último, y en línea con la esencia de su trabajo, todos estos profesionales coinciden en que, pase el tiempo que pase y sea cual sea el entorno, el mayor reto sigue siendo acertar. “La cuestión es acertar en la selección de gestores y, por lo tanto, en que estos generen valor o alfa a medio largo plazo. Un reto adicional es lograr que los clientes, compañeros y superiores sigan confiando en el equipo de selección y en su filosofía, diferente a la del mercado, que consiste en permanecer invertidos a largo plazo en los fondos de gestores capaces de batir a sus índices de referencia”, afirma Zulueta.
Por último, en la interpretación de sus retos como selectores pesa mucho lo aprendido a lo largo de su trayectoria profesional. “Normalmente, los selectores cubrimos todas las clases de activos y tenemos la posibilidad de acceder a cualquier gestor, así que lo importante es que, cuando lleguen la incertidumbre y los eventos de mercado, estés con el manager, el equipo gestor y la estrategia adecuada. Al menos, con aquel equipo de gestión que sea capaz de dar la mejor respuesta posible y ser transparente. Si el activo sufre, tú sufrirás, pero hay maneras y maneras de sufrir. Lo relevante es estar, en cada clase de activo, con la gestora adecuada”, concluye Larraza.



Por Alicia Miguel Serrano
