Desde su llegada a la Casa Blanca, Donald Trump, presidente estadounidense, ha realizado numerosos comentarios en contra de la figura de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), así como del trabajo que está realizando. Trump deja entrever que estaría dispuesto a cesar de su cargo a Powell, a la par que le manda indirectas sobre su deseo de que baje los tipos de interés. Por su parte, el presidente de la Fed se mantiene al margen de comentarios y se aferra a su argumento habitual: sus decisiones dependen de los datos.
Según Tiffany Wilding, economista de PIMCO, y Libby Cantrill, jefa de Políticas Públicas de PIMCO, a corto plazo, si bien es probable que Trump continúe criticando a la Fed y abogando por tasas más bajas, no es probable que intente despedirle. En cambio, aseguran, Trump comenzará a dar forma a la Fed a través de los próximos nombramientos, comenzando con la expiración del mandato de la gobernadora Adriana Kugler en enero y la presidencia de Powell en mayo -el mandato de Powell como gobernador, distinto de su papel como presidente, se extiende hasta enero de 2028-.
“Quienquiera que Trump elija como próximo presidente, como cualquier líder de la Fed, tendrá que presentar un caso creíble para las decisiones de política monetaria que obtenga primero la confirmación del Senado y luego el apoyo mayoritario del FOMC. Al igual que con otras instituciones del sistema de gobierno de Estados Unidos, la Fed está estructurada con controles y equilibrios incorporados que limitan la capacidad de cualquier individuo para cambiar drásticamente su trayectoria política”, recuerdan estos dos expertos de PIMCO.
Si hablamos de candidatos o aspirantes al cargo de Powell, los más repetido son: Lael Brainard, Philip Jefferson, Michelle Bowman y Lisa Cook. “La cuestión de la sucesión de Powell cristaliza mucho más que un simple debate institucional: refleja las tensiones entre una política monetaria independiente y la creciente presión política. En un contexto en el que cada palabra pronunciada por un presidente de la Fed puede influir en los tipos de interés y sacudir los mercados, la elección de su sucesor se interpretará como una fuerte señal de continuidad o ruptura. Para los inversores, lo importante no será el nombre, sino la dirección que tome”, sostienen desde Mirabaud Wealth Management.
En este sentido, Felipe Mendoza, Analista de mercados financieros ATFX LATAM, destaca un nuevo episodio. La gobernadora de la Reserva Federal, Adriana Kugler, dejará el cargo el viernes 8 de agosto, y el presidente Donald Trump considera seriamente nombrar a su sucesor como próximo presidente de la Fed. «Trump dijo que decidirá sobre el gobernador de la Fed antes de que termine la semana, y que la lista para presidente de la Fed se reduce a cuatro nombres: “dos Kevins y dos más”; las probabilidades de que el asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, sea el próximo presidente de la Fed suben al 36%, según Kalshi», apunta.
Barreras para destituir a Powell
Ahora bien, hasta que punto es realista la opción de que Trump destituya a Powell. Según explican Wilding y Cantrill, hay cuatro razones de peso por las que Powell cumplirá con su mandato completo. “A pesar de los persistentes rumores y las amenazas ocasionales del presidente, seguimos creyendo que es muy poco probable que Trump se mueva para despedir a Powell antes de que finalice su mandato en mayo de 2026. Hay razones legales, políticas y prácticas convincentes para este punto de vista”, señalan.
En primer lugar, explican que la barrera más importante para destituir a Powell es la legal, ya que, a principios de este año, la Corte Suprema afirmó el estatus especial de la Reserva Federal como una institución cuasi-privada, cuyos gobernadores solo pueden ser destituidos por «causa», un umbral alto generalmente reservado para conductas indebidas graves como el fraude.
“Si bien algunos legisladores republicanos han tratado de construir un caso señalando los sobrecostes en las renovaciones de edificios de la Fed, la Junta de la Reserva Federal ha respondido rápidamente con refutaciones razonables. Powell también ha pedido una revisión independiente del Inspector General e indicó en privado que impugnaría cualquier intento de destituirlo, probablemente permaneciendo en su puesto mientras se litiga el asunto”, apuntan Wilding y Cantrill.
En segundo lugar, los expertos de PIMCO hablan de “realidad políticas”. Es decir, incluso si Trump pudiera destituir legalmente a Powell, hacerlo sería políticamente arriesgado y probablemente contraproducente. Cabe recordar que todos los nominados de la Fed requieren la confirmación del Senado, comenzando con el Comité Bancario del Senado. Dado el panorama político actual, podría ser difícil para Trump obtener el apoyo unánime de los miembros republicanos del comité, especialmente si la medida se percibe como un ataque a la independencia de la Fed.
En tercer lugar, tal y como ya se ha visto, despedir a Powell podría conllevar importantes riesgos de mercado. “Las especulaciones pasadas sobre su posible destitución han llevado a tasas de interés a largo plazo más altas y caídas en los mercados de valores, resultados contrarios a los objetivos de la administración. Destacados economistas y ex funcionarios de la Fed han advertido que tal medida podría socavar la confianza en el banco central, aumentar las expectativas de inflación y cuestionar el estatus global único de los mercados de capitales de Estados Unidos. Las consecuencias probables: curvas de rendimiento más pronunciadas, tasas más altas y un dólar más débil”, argumentan ambos.
Por último, los expertos de PIMCO recuerdan que existen una serie de controles institucionales. Según indica, “el presidente de la Fed tiene solo uno de los 12 votos sobre el FOMC que establece la política monetaria. Incluso si Trump instalara un presidente políticamente partidista, está lejos de ser seguro que el resto del comité apoyaría un cambio dramático en la política. Vale la pena señalar que de los siete miembros actuales de la Junta de Gobernadores de la Fed, todos los cuales votan en el FOMC, solo dos fueron nominados durante el primer mandato de Trump, mientras que los demás fueron nominados por el presidente Joe Biden”.