Pocas sorpresas en la reunión de la Reserva Federal de mayo. El equipo de Jerome Powell mantuvo los tipos de interés en la horquilla del 4,25%-4,5% por tercera vez consecutiva y alertó, como muchos expertos esperaban, de las incertidumbres económicas. Pero el encuentro dio pie a múltiples interpretaciones por parte de los expertos.
Así, Dan Siluk, jefe de Global Short Duration & Liquidity y gestor de Janus Henderson, considera que la decisión de la Fed de mantener el precio del dinero refleja “un enfoque cauteloso en un entorno marcado por la incertidumbre económica” además de subrayar la intención del organismo de “mantener la estabilidad, al tiempo que vigila de cerca la evolución de las condiciones económicas”.
Siluk también entiende que al mantener la política monetaria, “la Fed señala su disposición a adaptar sus herramientas a los cambios en los datos económicos y los riesgos”. Asimismo, el experto interpretó la reacción de los mercados tras la decisión de la Fed -caída de la bolsa y subida de los precios de los bonos- como un mayor foco de los inversores “en las preocupaciones sobre el empleo y el crecimiento, dentro del doble mandato de la Fed, que en la inflación”.
Mientras, Ashish Shah, Chief Investment Officer de Public Investing en Goldman Sachs Asset Management, resalta que, por el momento, la Fed se mantiene a la espera de que se despeje la incertidumbre. “Los recientes datos de empleo, mejores de lo esperado, han respaldado la postura de espera de la Reserva Federal, y es responsabilidad del mercado laboral debilitarse lo suficiente como para reanudar su ciclo de relajación», argumenta el experto, que añade que cualquier debilitamiento del mercado laboral, sin embargo, “podría tardar varios meses en hacerse evidente”. De esta forma, ve “probabilidades sesgadas” hacia otro mantenimiento de los tipos en la reunión del mes que viene.
Jean Boivin, responsable del BlackRock Investment Institute, recuerda que si se mantienen los elevados aranceles actuales sobre el comercio entre Estados Unidos y China, “las consiguientes interrupciones de la cadena de suministros darán lugar probablemente a una contracción impulsada por la oferta en Estados Unidos este año”, lo que considera una situación “muy diferente de una recesión típica causada por el debilitamiento de la demanda”, en tanto que sería más parecido a lo visto en la pandemia: las interrupciones de la oferta conducen rápidamente a una contracción, pero la actividad también puede recuperarse rápidamente si esas interrupciones se disipan.
“Estábamos pendientes de si el presidente Powell reconocería esta naturaleza impulsada por la oferta de cualquier posible desaceleración”, admite Boivin, que lamentó que el organismo no fuera explícito al respecto, “dejando a los mercados que leyeran entre líneas y con poca orientación sobre la futura política de la Reserva Federal”. Sin embargo, Boivin destaca un breve comentario del presidente Powell: la Reserva Federal “no tiene las herramientas adecuadas para hacer frente a los problemas de la cadena de suministro”.
Por lo tanto, el experto, aunque espera una contracción de la actividad en Estados Unidos, “la posibilidad de que sea efímera y el apoyo constante de megafuerzas como la IA nos mantienen sobreponderados en renta variable estadounidense”.
Implicaciones
Ray Sharma-Ong, responsable de soluciones de inversión multiactivos para el sudeste asiático de Aberdeen Investments, ve varias implicaciones en la necesidad expresada por Powell de examinar datos concretos antes de determinar el rumbo de la política monetaria. Uno, que los gráficos de puntos de marzo de 2025 -que indicaban dos recortes para 2025- ya no sirven de guía para los mercados. “La Fed tendrá en cuenta el aumento de la incertidumbre y proporcionará al mercado un Resumen de Proyecciones Económicas revisado, y un gráfico de puntos en la reunión de junio de 2025”, augura el experto.
En segundo lugar, cree que el listón para los recortes de tipos “ha aumentado” debido a la mayor incertidumbre. Esto hace que sea más difícil para la Fed recortar los tipos de forma preventiva para apoyar el crecimiento económico, “ya que el riesgo de inflación elevada es alto debido al impacto de los aranceles”.
En último lugar, Sharma-Ong recuerda que dado que la Fed solo está dispuesta a actuar cuando se producen descensos en los datos duros -como una combinación de aumento del desempleo y cifras débiles de nóminas- esto indica que en caso de que la Fed recorte los tipos, “es probable que lo haga durante o después de julio de 2025”. La razón es que el impacto de los aranceles en la economía en general tardará varios meses en reflejarse.
Como conclusión, y teniendo en cuenta que la Fed se mantendrá a la espera durante este periodo, “somos partidarios de regiones fuera de Estados Unidos, como Europa y China, que cuentan con un fuerte apoyo fiscal y monetario”.
Credibilidad
Asimismo, David Macià, director de Inversiones y Estrategia de Mercados de Creand, destaca que en un entorno en el que los aranceles pueden llevar a una mayor inflación, a la vez que reducir la actividad económica, “el dilema es evidente”. Ante la duda, “la Fed no bajará los tipos, salvo que la desaceleración económica sea evidente”. La herramienta más poderosa de un banco central, según Macià, “ probablemente no sea ni la capacidad de fijar tipos de interés ni la de “crear” dinero, sino su credibilidad”.
Por lo tanto, considera que las amenazas de Trump, que consideró incluso cesar a Powell, “consiguen de hecho lo contrario de lo que pretenden: la Fed tiene que asegurarse que una reducción de la tasa de interés no se interprete como una concesión al presidente”.
Por otra parte, Miguel Ángel García, director de inversiones de Diaphanum, resalta que la Fed “no se encuentra en un escenario que implique urgencia en seguir bajando los tipos de interés”, sin embargo, destaca que la guerra comercial genera incertidumbre tanto en el crecimiento como en un posible fuerte aumento de la inflación, “de ahí su posición cauta”. Tampoco olvida las presiones que está ejerciendo Trump sobre la Fed, «incluso con amenazas de despedir a Powell», para que reduzca los tipos de intervención para dinamizar la economía, pero sobre todo para financiar los vencimientos de la gran deuda pública americana a unos costes más asequibles.
Con estas premisas, García concluye que el mercado espera dos o tres bajas de un cuarto de punto porcentual adicionales de los tipos a lo largo del año. Con unos tipos tan restrictivos, -argumenta- la Fed tiene espacio para precipitar las bajadas, “en caso de que el panorama económico muestre fragilidad, lo cual es una red importante de seguridad para los mercados de riesgo”.