El resultado de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil ha sido una sorpresa para muchos, ya que se esperaba una segunda vuelta con otros protagonistas y será Aécio Neves del PSDB quien se enfrente a Dilma Rousseff tras haber conseguido un sorprendente 33,55% de los votos en la primera vuelta, diez puntos más de los que le daban las encuestas un día antes de los comicios, celebrados este domingo 5 de octubre. Este vuelco electoral y sus repercusiones en la economía brasileña ya están siendo analizados por algunas gestoras, que destacan que las perspectivas macro del país siguen siendo inciertas porque sea quien sea el que gane en segunda vuelta –el 26 de octubre-, no podrá haber ningún cambio inmediato.
“Como era de esperar, la titular Dilma Rousseff ganó la mayor parte de los votos en la primera vuelta de las elecciones, llevándose el 41,6% de los mismos. Sin embargo, inesperadamente, su oponente en la segunda vuelta no será Marina Silva y sí Aécio Neves, que obtuvo el 33,5% de los votos. Marina se quedó en tercer puesto, con sólo el 21% de los votos”, explica Craig Botham, economista de Mercados Emergentes de Schroders.
Steve Drew, director de Crédito de Mercados Emergentes de Henderson Global Investors, está convencido de que Dilma Rousseff será reelegida presidenta. Para Drew, los votantes brasileños se dividen entre más de lo mismo: una inversión prometedora en programas sociales y de infraestructura por parte de Rousseff o la promesa de luchar contra la inflación y estimular el crecimiento económico con reformas muy necesarias. “No importa quién gane las elecciones, Brasil seguramente pasará por un momento difícil en el futuro”, subrayó.
Drew explica que la segunda vuelta será una batalla entre visiones opuestas para el desarrollo del país y las opiniones están divididas en cuanto a qué candidato ganará finalmente la presidencia. “El ganador del 26 de octubre será probablemente el candidato que pueda persuadir a los terceros clasificados, los votantes de Marina, de que su programa es bueno para el futuro de Brasil”.
Asimismo, Drew apunta que muchos inversores están esperando que el candidato pro negocios Neves implemente políticas de mercado que combatan la inflación y el comienzo de las reformas tan necesarias destinadas al crecimiento del país. “Hay evidencias de que los inversores están actualmente largos en activos de riesgo en Brasil con grandes entradas de capital, principalmente de Rusia, pero también de cuentas crossover de Estados Unidos”. Drew añade que mientras una victoria de Neves podría conducir inicialmente a riesgos sobre la confianza de los mercados, un triunfo de Dilma haría todo lo contrario, ya que los inversores perciben que las reformas están fuera de la agenda.
Por su parte, Daniela da Costa Bulthuis, portfolio manager de Mercados Emergentes de Robeco, cree sin embargo que aumentan las posibilidades para que el candidato Neves gane en segunda vuelta, especialmente si Marina Silva le apoya.
Urban Larson, especialista en Deuda Emergente de Standish, parte de BNY Mellon, matizó que los mercados han sido muy claros desde el principio apuntando que su candidato preferido era “cualquiera menos Dilma”. Ahora se ve a Aécio con mejor posición de la esperada para prevalecer sobre Dilma en la segunda vuelta, “lo que explica el rally de hoy en los activos brasileños. Ésta no será una contienda entre los dos partidos más grandes y mejor organizados del país, el PT de Dilma y el PSDB de Aécio. Para Larson, Rousseff tiene la ventaja de la incumbencia y el apoyo de los pobres, mientras que Aécio –como candidato más amistoso para los mercados- se espera que reciba el apoyo empresarial y de las clases medias y altas. Éste también coincide con los otros expertos en que ahora queda por ver si Marina se decanta por apoyar a alguien.
Larson subraya que independientemente de quien gane finalmente las elecciones brasileñas, el nuevo Ejecutivo tendrá que tomar una serie de medidas para mejorar la formulación de políticas y reforzar la calidad crediticia del país. “Nosotros esperamos ver medidas destinadas a fortalecer el balance del gobierno y el aumento de la credibilidad de la política monetaria, ya sea Dilma o Aécio.
Desde Standish se encuentran positivos en Brasil, en donde ven valor tanto en los bonos en reales como en los gubernamentales emitidos localmente, así como en los corporativos en dólares y en los cuasi soberanos. También es positivo Maarten Jan Bakkum, estratega de mercados emergentes de ING IM, que considera que si se piensa que Neves ganará las elecciones, la consigna será comprar activos de Brasil “en general”, tanto deuda como acciones y también tener exposición a su divisa. En una entrevista a Reuters explica que, dentro de la renta variable, se verían favorecidos nombres más sensibles a una mejora en el clima de inversión que propiciaría Neves, poniendo como ejemplo Petrobras. Por el contrario, matiza que si Dilma gana de nuevo, “no se sabe qué hará pero se supone que más de lo mismo”, es decir, más gasto público sin que ello se traduzca en una mejora del clima económico. Incluso cree que las agencias podrían rebajar el rating del país por debajo del grado de inversión e incluso que el crecimiento podría situarse por debajo del 1%.
Con todo, en su opinión las elecciones traen esperanzas de cambio y es en lo que se han de enfocar los mercados, teniendo en cuenta que Neves puede estar muy cerca de la victoria si consigue apoyos de Silva. De ahí que espere un rally en los mercados. “Es el candidato que más gusta a los inversores y hará que la confianza en el clima de inversión mejore pronto. Aunque tiene que afrontar reformas y será difícil, los mercados reaccionarían positivamente a su victoria”, asegura.
Resultados electorales del 5 de octubre en Brasil
Este resultado, que ha sorprendido a propios y extraños – después de las encuestas que mostraban un fuerte segundo puesto para Marina- se puede atribuir probablemente a los lúgubres debates televisados de la candidata socialista, según Botham de Schroders. Las implicaciones para el resto de la carrera, y la economía brasileña son ambiguas. Mientras Neves tiene mayores credenciales de reforma, hasta la fecha las encuestas han demostrado consistentemente su derrota en la segunda vuelta frente a Dilma.
Un problema que enfrenta Neves es la habilidad de la campaña de Dilma para retratarlo como un rico playboy alejado de las necesidades de la media brasileña. Esto pone en duda que los partidarios de Silva le transfieran automáticamente su apoyo. Un punto alentador aquí es el rendimiento más fuerte del esperado del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) en el noreste de Brasil –normalmente un bastión del PT de Dilma (el Partido de los Trabajores).» Queda por ver si Marina apoyará formalmente a Neves; sin esto, es difícil prever su victoria», puntualiza Botham.
Bianca Taylor, analista senior de deuda soberana en Loomis, Sayles & Co (de Natixis GAM), está de acuerdo en que para la victoria de Neves es necesario que gane los votos de Marina Silva y las primeras encuestas mostraban que solo le había transferido un 30% de esos votos. “Sin embargo, Silva ha dicho que entiende que Brasil quiere un cambio y que apoyará a Aécio. Asumiendo que le dé un fuerte apoyo, Neves tendrá posibilidades de ser presidente”. En su opinion, mientras Silva no era el “Modi” que los mercados querían, Neves puede serlo: “En el estado de MG, rebajó su propio salario, el de los trabajadores públicos y atajó la corrupción. Si gana las elecciones en Brasil podría haber un mayor cambio en el país”, apostilla.
Más allá de la incertidumbre electoral, sin embargo, las perspectivas macro siguen siendo inciertas porque sea quien sea el que gane, no puede haber ningún cambio inmediato. Brasil se enfrenta a una gran cantidad de problemas macroeconómicos profundamente arraigados y mientras que la política puede hacer una diferencia se necesitará tiempo para revertir el daño de los últimos años. Todavía, un resultado negativo parece ahora más probable que antes, dado el historial de la política económica.