La Reserva Federal estadounidense y el inicio de su programa de “tapering” están acaparando la atención de los mercados y han puesto de manifiesto la necesidad de gestionar con mayor atención, frente a unos últimos años sin preocupaciones, el riesgo de tipo de interés en las carteras de renta fija… también en la deuda europea y tanto en el segmento de bonos públicos como corporativos. “El riesgo de tipo de interés parece liderar de nuevo las estrategias de renta fija, frente a unos años de crisis del euro en el que era una preocupación menor”. Por eso para Tanguy Le Saout, director de Renta Fija Europea de Pioneer Investments, una buena gestión de la duración puede marcar una gran diferencia en este escenario. La gestora la mantiene a raya en sus carteras.
“Las estrategias de crédito aún pueden tener un papel en las carteras, pero de forma selectiva. Con los diferenciales en mínimos, el activo en su conjunto y sobre todo el segmento de grado de inversión apenas podrá resistir la presión de la subida de tipos en los mercados core”, explica. Aunque el experto rechaza la idea de bruscas subidas de rentabilidad como ha ocurrido en el pasado ante temores inflacionistas, cree que los cambios en las expectativas de los inversores pueden desatar la volatilidad. “No deberíamos olvidar que las rentabilidades de los bonos de calidad ya estaban en mínimos hace tiempo y que un mero proceso de normalización podría presionar la curva al alza, siguiendo a la primera posible subida de tipos en Estados Unidos”. Así, aunque considera que las curvas en Europa estarían menos afectadas por esta posibilidad, dice que si la confianza en la recuperación económica del Viejo Continente persiste, habría escaso espacio para el decoupling con respecto al gigante americano.
“Los bonos soberanos alemanes están en un proceso de catch up con las rentabilidades de los bonos del Tesoro porque se considera la posibilidad de que medidas similares al tapering también se vean en Europa. Esta convergencia puede ser prematura, pero algunos eventos inesperados pueden llevar a este tipo de reacciones en los mercados financieros”, apostilla.
A pesar de esa recuperación económica, Le Saout tampoco confía en que la deuda pública de los países periféricos pueda estrecharse porque considera que “forma parte del universo de crédito y seguirá así hasta que los problemas que llevaron a la crisis del euro estén totalmente solucionados”. Por eso aplica a este activo las mismas perspectivas que para la deuda corporativa: “Los gestores pueden jugar estrategias de crédito sin verse afectados por las subidas de tipos de interés pero hay poco espacio para la reducción de diferenciales en los niveles actuales. La consolidación fiscal ya ha sido descontada en las valoraciones del mercado y la experiencia pasada muestra que la subida de tipos en Estados Unidos apenas apoya a los mercados de crédito en su conjunto”, dice.
Duración a raya
En este contexto, apuesta por mantener la duración a raya. “Hemos tenido la duración por debajo del benchmark desde la especulación del inicio del tapering y la seguimos manteniendo así a pesar de que las rentabilidades ya han subido, porque los niveles aún son bajos comparados con los estándares históricos”. El experto considera que, a pesar de que los bancos centrales gestionarán de forma activa el riesgo de inflación e impedirán subidas bruscas de tipos que pongan en peligro la recuperación económica, y aunque la mejora de los fundamentales de las empresas impedirán también fuertes subidas de diferenciales en el crédito, hay que ser cautos. “Nuestra experiencia nos recuerda que una primera subida de tipos en Estados Unidos desata la volatilidad y que los inversores en renta fija no están cómodos con ella. Por eso hemos de gestionar la duración con estas premisas”, añade.
Recuperación económica
El responsable de renta fija de la gestora dibuja un escenario de mejora del crecimiento del PIB de la Eurozona pero cree que la política monetaria de bajos tipos de interés continuará en Europa, pues Mario Draghi, presidente del BCE, aseguró que aún existen riesgos bajistas para el crecimiento económico y que la inflación estará controlada por ese motivo. “Un reciente informe del Banco Central Alemán pidió al BCE elevar los tipos si la presión inflacionista crecía y esa puede ser la razón por la que la autoridad europea ha afirmado su convicción en el llamado forward guidance” (tipos a cero).
El experto añade un nuevo signo de normalización: la evidencia de la mejora del saneamiento de los bancos europeos en la medida en que algunas entidades están devolviendo créditos bajo el programa LTRO, un aspecto que contribuirá a la mejora del crecimiento económico de la zona.