La cuesta de septiembre se presenta este año más pronunciada que nunca. Tras un verano con temperaturas récord, los hogares españoles han hecho frente a las vacaciones más caras de la historia reciente – un 48% más que en 2024 – que culminan con gastos de la vuelta al cole. Esta situación afecta directamente a la capacidad de ahorro de los hogares españoles. Según datos de UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios), entidad especialista en financiación sostenible, los españoles destinan actualmente un 14,6% de sus ingresos al ahorro, frente al 17,8% de 2024, lo que supone una caída del 18% en apenas un año.
Esto se traduce en una media de 292 euros mensuales, 50 menos que el año anterior, tomando como referencia el salario medio en España de 2.003 (Instituto Nacional de Estadística).
Por regiones, los aragoneses lideran el ranking de tasa de ahorro mensual con un 19%, seguidos por los asturianos (18,3%) y castellanoleoneses (17,4%). En el extremo opuesto, andaluces y canarios destinan apenas un 11%, mientras que castellanomanchegos y cántabros se sitúan en un 13,2%.
8 de cada 10 españoles consigue ahorrar a final de mes
Este descenso confirma una tendencia preocupante: la capacidad de ahorro real disminuye, incluso en un contexto donde más hogares aseguran poder apartar dinero a final de mes, ya que 8 de cada 10 encuestados (el 81%) revela que ha incorporado hábitos de ahorro mensuales; mientras que el 19,3% considera inasumible guardar dinero mensualmente.
Según el estudio, Extremadura (92%), Cantabria y Navarra (86%) son las comunidades con mayor proporción de hogares ahorradores, mientras que Comunidad Valenciana (73%), Canarias (74%) y Andalucía (77%) se sitúan a la cola.
En cuanto a los factores que dificultan el ahorro, el 85% de los encuestados señala el aumento de los gastos esenciales y la percepción de contar con unos ingresos insuficientes; seguido de tener que hacer frente al pago de deudas (61%). Por su parte, un 47% señala que los gastos imprevistos dificultan su capacidad de guardar dinero.
La cesta de la compra y la factura de la luz, en el punto de mira
El informe identifica cuáles son los gastos domésticos que más inquietan a los españoles. En primer lugar, se encuentra la cesta de la compra, con una puntuación media de preocupación de 7 sobre 10; seguida muy de cerca por la factura de la luz (6,4). A estas les siguen la factura del agua (5,2), la cuota hipotecaria (4,7), el gas (4,6) y los gastos de internet (4,5).
Aunque estas preocupaciones han disminuido ligeramente respecto a la edición anterior de este informe, la cesta de la compra y la energía eléctrica se mantienen como elementos centrales en la presión económica de los hogares. Entre los menores de 54 años y en comunidades como Andalucía y Madrid, la cuota de hipoteca ocupa también un lugar destacado.
Pequeños gestos que contribuyen al ahorro de los hogares
En ese sentido, el Observatorio elaborado por UCI destaca que el uso de sistemas que maximicen la eficiencia energética en los hogares contribuye al ahorro en los gastos de suministros. Entre las prácticas más extendidas se encuentran la sustitución de las bombillas tradicionales por luces LED (un 62,8% afirma haberlo hecho), el aprovechamiento al máximo de la luz natural durante el día para minimizar el uso de iluminación artificial (60,8%) y también la reducción del consumo innecesario de agua (56,8%). Además, un 50,8% de los encuestados afirma que apaga la calefacción o el aire acondicionado durante la noche.
Otras medidas incluyen planificar y optimizar las compras para reducir gastos y mantener la temperatura recomendada en el hogar (ambas con un 45,8%), usar electrodomésticos en los tramos de menor coste energético (42,8%) y evitar dejar aparatos en modo “standby” (40,4%).
Estas acciones, aunque sencillas, pueden suponer un ahorro considerable a lo largo del año y, además, contribuyen a un modelo de consumo más sostenible.
«En un momento en el que los gastos esenciales continúan presionando la economía de los hogares, es fundamental aprender a gestionar el dinero de forma eficaz y planificar el presupuesto familiar. Desde UCI, creemos que la educación financiera es una herramienta clave para mejorar la estabilidad a largo plazo y asumir gastos como la cesta de la compra, las facturas energéticas o la hipoteca. Apostar por pequeñas acciones y una gestión consciente puede marcar una gran diferencia en la capacidad de ahorro de las familias», explica Cátia Alves, directora de Sostenibilidad en UCI.