Los mercados privados han ganado tracción en los últimos años, por una combinación de efectos de demanda y de oferta, defiende José Cloquell, director de Inversiones Ilíquidas de Diaphanum. Pero uno de los factores que está impulsando esa demanda, la rebaja del mínimo de inversión para el minorista, no es una buena noticia según el experto, que se muestra muy crítico con la democratización de estos mercados y con los vehículos evergreen, y considera que los productos que han adoptado esa rebaja, en general, aportan menores rentabilidades, de forma que el sacrificio de la iliquidez y los plazos de inversión dejan de compensar.
El experto, que participará en la primera edición del Funds Society Leaders Summit el próximo 10 de septiembre en Madrid, nos cuenta en esta entrevista con Funds Society, que reproducimos a continuación, los segmentos en los que ve más oportunidades este año (private equity; deuda subordinada y, en activos reales, estrategias de valor añadido y oportunistas) y se moja en dar una cifra sobre el patrimonio máximo que los mercados privados podrían suponer en una cartera estanca: un 20%. No se pierdan la entrevista.
¿A qué crees que se ha debido el creciente interés de los mercados privados en los últimos años: situación de los mercados tradicionales, regulación que permite el acceso al minorista, innovación tecnológica que mejora el acceso…?
Ha sido fruto de una combinación de efectos de demanda y de oferta. Por una parte, la década de bajos tipos de interés vivida hasta mediados del año 2022 provocó una búsqueda de alternativas de inversión con expectativas de rentabilidad superiores a las inversiones tradicionales. Por otro lado, la reducción en los ingresos generados en la gestión de activos tradicionales abrió al capital privado la puerta de acceso a inversiones alternativas, tanto mediante vehículos especialmente concebidos para ello como a través de vehículos históricamente reservados a inversores institucionales.
La apertura al minorista ha sido uno de los hitos más recientes, con acceso a partir de 10.000 euros. ¿Es esta democratización una buena noticia?
No es una buena noticia, en nuestra opinión. La rebaja del mínimo de inversión se ha traducido en que los vehículos que la han adoptado, en términos generales, descafeínan profundamente la capacidad de generación de rentabilidad superior (por múltiples y altas capas de comisiones, por aportar íntegramente la inversión en el momento de suscripción, por reservar una cantidad relevante en liquidez antes de ejecutar las inversiones, o por una combinación de todo ello). El resultado es una expectativa de rentabilidad que, generalmente, no compensa en ningún caso el plazo de permanencia ni la iliquidez de la inversión. Como consecuencia, inversores para los que ese mínimo de inversión supone un esfuerzo de ahorro relevante renuncian a la liquidez a cambio de una expectativa de rentabilidad neta y en un plazo que deja de tener sentido. Salvo que se produzca un profundo avance en la tecnología de onboarding, administración de fondos, gestión de partícipes y de flujos de caja de los fondos alternativos, y que los GP y sus proveedores tengan voluntad de adoptarlo, la verdadera democratización, lógicamente y sin que suponga un problema, no es posible.
Entonces, ¿qué opinión te merecen los fondos evergreen, o los intentos de hacer líquidos los mercados privados?
Es, de nuevo, una malísima noticia. Salvo en clases de activos alternativos muy concretas (deuda privada senior con intereses cash), que tienen capacidad contractual de generación de liquidez, dotar de liquidez artificial a activos que, de manera intrínseca, son ilíquidos puede desembocar en incapacidad de atender solicitudes de desembolso y, en consecuencia, problemas reputacionales que afectarían a todo el mercado. Además de lo anterior, existe el riesgo de vender esta clase de vehículos de manera incorrecta a inversores incorrectos, que puedan entender que tienen capacidad de liquidar su inversión cuando, en realidad, hablamos de inversiones ilíquidas.
Más allá de esta visión crítica, ¿cuáles son las ventajas de los mercados privados en las carteras?
Introducidos de forma correcta, y para el inversor correcto, permiten acceder a clases de activos que, hoy por hoy, son de difícil acceso en mercados cotizados. Y ello, siempre y cuando se admita la renuncia a la liquidez, el horizonte de medio y largo plazo, y se entienda que no son inmunes a la evolución macroeconómica y de los mercados públicos, permite contar con expectativas de rentabilidad superiores a los activos tradicionales.
¿Qué porcentaje de las carteras crees que convendría tener en mercados privados? Es cierto que depende del perfil de riesgo, pero ¿qué porcentajes rozan los institucionales y los minoristas y cuáles podrían ser niveles razonables en España?
Es determinante la capacidad del patrimonio a invertir para generar más ahorro. En caso de que el patrimonio sea estanco, sin capacidad de crecimiento vía ahorro, el 20%, de manera diversificada por clases de activos y añadas, sería el límite de compromisos objetivo.
Dentro de los mercados privados, en qué segmentos estáis viendo ahora más oportunidades?
La ralentización del fundraising en todas las clases de activos provoca una mayor presencia de vehículos que, si bien continúan levantando capital, contienen varias inversiones en cartera, y permiten realizar compromisos con mayor visibilidad. Por otro lado, la reacción de la oferta ante esa ralentización del fundraising, fundamentalmente en el ámbito institucional, ha llevado a la creación de vehículos como evergreen y/o semilíquidos para atacar el capital privado/no institucional.
No en cuanto clases de activos sino en estrategias ha habido un claro incremento en el ámbito de los secundarios, tanto en private equity como en crédito e, incluso, en infraestructuras.
En Diaphanum, qué oferta tenéis de mercados privados y qué estáis recomendando ahora?
Nuestro modelo de servicio es el que determina las inversiones, y no al revés, pues no vivimos de la remuneración del producto. A raíz de nuestra visión macroeconómica planteamos nuestras preferencias de activos cada año, y adaptamos nuestras decisiones en consecuencia. Durante 2025 tenemos una visión ampliamente positiva en private equity, principalmente en lower mid market y con capacidades reales de conseguir mejoras operativas. Preferimos la deuda subordinada a la deuda senior y, en activos reales, nos decantamos por estrategias de valor añadido y oportunistas.