Mientras transcurre la reunión de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), de la que sabremos sus conclusiones, decisiones y comentarios en unas horas, nos preguntamos si realmente está en peligro la figura de Jerome Powell y la independencia de la Fed, así como el “aterrizaje suave” en el que ha estado trabajando.
Según el análisis realizado por Natixis CIB, la política de Trump ha empezado a poner nerviosos a algunos miembros del Congreso, e incluso algunos responsables políticos republicanos han expresado su escepticismo. “Pero, aunque el Congreso piense que despedir a Powell es una decisión desaconsejable, no tendrá ninguna autoridad para impedir que los tribunales lo consideren admisible”, explica el estudio.
Desde la entidad reconoce que ya el verano pasado argumentaban que existían suficientes salvaguardas para evitar el despido de Powell y la pérdida de la independencia de la Reserva Federal. “Afirmábamos que la destitución de Powell recibiría resistencia por parte de los mercados y que el Senado contribuiría a evitar un reemplazo sin credibilidad. Aunque nuestra opinión sobre el papel del Senado no ha cambiado mucho, la forma en que Trump reacciona ante la inestabilidad del mercado sí lo ha hecho”, advierte.
Aunque los detalles específicos de la política comercial de EE.UU. siguen siendo un objetivo en movimiento, está claro que los anuncios arancelarios del “Día de la Liberación” superaron con creces las expectativas de casi todos y, por tanto, políticas que antes se descartaban ya no pueden seguir desestimándose.
El supuesto
Ante esta situación, ¿opondría resistencia el Senado? Los expertos de la entidad consideran que, aunque el Congreso pueda considerar que despedir a Powell es una mala decisión, no tendrá autoridad alguna para impedirlo si los tribunales lo consideran legal. “Si Powell es destituido, el Senado podría actuar como contrapeso para asegurar que su reemplazo esté cualificado y se mantenga dentro de los parámetros aceptables de la política monetaria”, señala el informe.
“Hemos estado trabajando bajo la suposición de que las barreras legales, institucionales y las impuestas por el mercado serían demasiado grandes como para que el presidente Trump pudiera acortar el mandato del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. Ahora ya no estamos tan seguros. La semana pasada, Trump volvió a expresar su descontento con Powell, diciendo que su “destitución no puede llegar lo suficientemente pronto”. Luego, Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional de Trump, confirmó que el equipo de Trump está estudiando si es legalmente viable destituir a Powell”, afirma Christopher Hodge, Chief Economist of the US en Natixis CIB Américas.
Por su parte, Jonathan Pingle, US Economist en Natixis CIB, añade que la legalidad de tal acción se verá influida por el caso en curso de dos personas nombradas por Biden que fueron despedidas por Trump en enero. “Estas dos personas —Gwynne Wilcox de la Junta Nacional de Relaciones Laborales y Cathy Harris de la Junta de Protección del Sistema de Mérito— han presentado una demanda ante un tribunal federal alegando que la independencia de sus instituciones las protege contra una destitución, salvo por causa justificada. La administración Trump ha apelado el caso, y el resultado se considerará un precedente clave para saber si los tribunales permitirán a Trump destituir a Powell”, explica.
Desde Nactixis CIB recuerdan que la independencia de la Reserva Federal es ahora más importante que nunca: “Los mercados de renta variable, deuda y divisas han sido sacudidos recientemente, pero no se ha observado pérdida de confianza en la Fed. Las expectativas de inflación a largo plazo, incluso con el inminente impacto arancelario, siguen firmemente ancladas, lo que demuestra la credibilidad de la Fed. Seguimos creyendo que Trump, en última instancia, no pondrá en riesgo a la Fed, pero nuestra experiencia con los aranceles nos hace más humildes respecto a esta predicción. En resumen, el abanico de posibles políticas se ha ampliado”.
Y después de Powell, ¿quién?
Si Jerome Powell no puede ser destituido, la pregunta es en quién esta pensando Donald Trump para tomar su relevo frente a la Fed. En opinión de Mark Dowding, CIO en RBC BlueBay Asset Management, Kevin Warsh parece ser, por el momento, el claro favorito. Sin embargo, reconoce que tratándose de Trump, ya hemos visto que puede ser impredecible, y en ese sentido resulta difícil anticiparse.
«Dicho esto, en RBC BlueBay consideran irónico que Warsh sea el candidato, dado que difícilmente se describiría a sí mismo como un defensor de los tipos de interés bajos. Además, su enfoque sugiere un fuerte compromiso con llevar la inflación de vuelta al objetivo. Ahora bien, si llegara a asumir el cargo en un contexto en el que la inflación se acercara al 4% en los próximos meses, podría darse la paradoja de que Warsh sea, en realidad, la persona adecuada para cumplir la promesa de Trump de lograr precios más bajos», afirma Dowding.