El gobierno de Donald Trump sigue rompiendo moldes, consumando hechos sin precedentes. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, informó este miércoles 24 de septiembre que negocia con funcionarios argentinos una línea de swap de 20.000 millones de dólares con el Banco Central de la República Argentina (BCRA). También dijo que la administración norteamericana está preparada para otorgar un “significativo” crédito stand-by a través del Fondo de Estabilización de Cambios y que está dispuesto a comprar bonos en dólares de Argentina, tanto en el mercado primario como en el secundario. Lo hará “cuando las condiciones lo justifiquen”, aclaró.
La confirmación oficial llegó un día después del encuentro que mantuvieron en Nueva York Donald Trump y el presidente argentino, el libertario Javier Milei, en el que el mismísimo Trump se deshizo en elogios hacia el mandatario argentino. Luego, reiteró su postura en X, y Bessent comentó el posteo, agregando: “Estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para apoyar a Argentina y al pueblo argentino”.
Además, el secretario del Tessoro expresó que se ha “puesto en contacto con numerosas empresas estadounidenses que tienen la intención de realizar importantes inversiones extranjeras directas en múltiples sectores de Argentina en caso de que el resultado de las elecciones sea positivo”. El funcionario aclaró que “inmediatamente después de las elecciones, comenzaremos a trabajar con el Gobierno argentino en los reembolsos de sus principales deudas”. Más tarde, remarcó ante periodistas que “Estados Unidos no impondrá ninguna nueva condición o exigencia” a la Argentina.
Elecciones clave
El apoyo explícito y la ayuda financiera de Estados Unidos llegan dos semanas después de la derrota del partido de Javier Milei en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, que concentra cerca del 40% del electorado del país. Ninguna encuestadora se acercó a la realidad, y la oposición tuvo una ventaja de 13 puntos sobre el oficialismo. El domingo 26 de octubre próximo, habrá elecciones legislativas a nivel nacional en Argentina. El presidente Milei necesita ampliar su representación parlamentaria para aprobar reformas estructurales, tras haber ordenado la macroeconomía y el frente fiscal.
Al otro día de la derrota en territorio bonaerense, los activos argentinos se derrumbaron, reviviendo al fantasma de las elecciones PASO (primarias obligatorias) de 2019, cuando el mercado se desangró un 50%.
El 8 de septiembre último, los bonos argentinos en dólares lideraron las bajas en emergentes, el índice Merval retrocedió casi un 13% y el peso argentino perdió frente al dólar un 4%. En los días siguientes, la dinámica continuó: persistió la negatividad, y el viernes 19 el Banco Central intervino en el mercado de cambios con la mayor venta diaria de dólares en 6 años (678 millones) para contener al peso. El ministro de Economía, Luis Caputo, reiteró tras la derrota el electoral que el dólar seguiría contenido dentro la banda cambiaria establecida el lunes 14 de abril, cuando sorpresivamente Argentina levantó el control de los tipos de cambio. Desde esa fecha, el país sudamericano implementó un nuevo régimen de flotación administrada, con una banda que oscilará entre los 1.000 y los 1.400 pesos por dólar, con una ampliación mensual del 1%.
En gran parte, la explicación de la negatividad a nivel financiero tuvo que ver con que el gobierno enfrenta vencimientos de deuda por 12.000 millones de dólares en 2026, y el mercado mira de cerca las reservas del Banco Central. Después del fuerte respaldo de Estados Unidos de esta semana, el optimismo se apoderó del mercado: los bonos en dólares aumentaron hasta un 12%, y el índice EMBI+ Argentina, referencia del riesgo país que elabora JP Morgan, mostraba una caída de 374 puntos hasta los 1.083 puntos básicos, lo que representa una baja de 25,2% en el día. El pasado viernes esta referencia alcanzó un máximo de 1.516 puntos básicos, cuando el dólar tocó la parte superior de la banda, obligando al BCRA a intervenir en el mercado.
La opinión de los analistas
“El Gobierno parece haber logrado dar vuelta un escenario donde las expectativas se habían desanclado”, señaló Eric Ritondale, economista jefe de PUENTE, luego de conocerse los detalles de la ayuda económica de Estados Unidos. En su opinión, la reacción del mercado antes y después del anuncio indica que la volatilidad de las últimas semanas “fue más de expectativas que de elementos fundamentales de la economía”.
“Después de los comicios, esperamos que el equipo económico busque recomponer reservas, avanzar en una actualización cambiaria y bajar tasas para reactivar la economía. Ese combo, si se consolida, puede sentar las bases de una recuperación”, agregó.
Grupo IEB publicó un informe especial titulado “Cambio de expectativas”, donde sostuvo que “este cambio de tendencia en las expectativas aliviana el panorama cambiario y monetario, dando lugar a posibles compras de divisas del Tesoro, potencial baja de tasas vía reducción de encajes y/o baja de la tasa de pasivos remunerados”.
El informe puntualizó algo que es central, sobre todo de cara a las próximas elecciones. Se necesita que “el impacto en la economía real se comience a sentir lo más rápidamente posible. El control del FX y la baja de tasas serán un buen punto de partida”. Para bajar la inflación, el gobierno aplicó un ajuste sin precedentes.
Por su parte, Delphos Investments insistió este miércoles en la recomendación de cautela a sus inversores hasta confirmar que el piso de las acciones argentinas haya quedado atrás. “El mercado reacciona de forma desproporcionada tanto a noticias positivas como negativas, y mientras que el fin de semana predominaron señales favorables de índole económica, los catalizadores políticos —quizás los más necesarios— siguen siendo escasos y poco predecibles”. El Departamento de Research de Capital Markets Argentina escribió en un informe que espera una elevada volatilidad en el mercado argentino en el corto plazo.