La iniciativa del presidente de EE.UU. Joe Biden, para potenciar las inversiones con factores ESG, sufrió un gran revés en el Congreso luego de que los republicanos obtuvieran el apoyo de dos demócratas para evitar que estas estrategias puedan ser incluidas en los planes de retiro. La votación reavivó la discusión política y la promesa de que el presidente de EE.UU. emita su primer veto puso a la sostenibilidad arriba de la mesa en un año en el que el mercado trata de recomponerse.
Por estos motivos, algunos inversores profesionales se pronunciaron sobre esta situación y cómo puede afectar a las estrategias que tienen en cuenta las inversiones con factores ESG.
Para UBS “la sostenibilidad sigue siendo un factor clave a pesar de la división partidista en EE.UU”.
Para el banco suizo, si bien el debate demuestra que “la inclusión de consideraciones climáticas en las inversiones sigue siendo controvertida” creen que la inversión ESG continúa con una tendencia positiva.
“Creemos que la sostenibilidad sigue ganando adeptos y se está convirtiendo en una clave del éxito de las inversiones”, publicó UBS en una texto editorial este lunes.
Para UBS, la sostenibilidad es “una guía útil del rendimiento empresarial para los inversores” y lo argumenta basado en que “múltiples estudios han demostrado que las empresas que gestionan mejor las cuestiones de sostenibilidad tienden a obtener mejores resultados”.
“También creemos que las empresas que gestionan mejor su negocio, las partes interesadas y el impacto medioambiental deberían estar bien posicionadas para obtener resultados financieros. Los estudios también han demostrado que el éxito de la gestión de las cuestiones ESG conlleva un alto rendimiento de las inversiones. Los rendimientos anualizados del MSCI ACWI ESG Leaders superaron a los de la renta variable mundial (MSCI ACWI) tanto a cinco como a diez años”, dice el informe.
UBS admite que algunas partes del universo de inversión en sostenibilidad obtuvieron peores resultados el año pasado, “ya que los inversores abandonaron los sectores orientados al crecimiento en favor del valor”.
Sin embargo, el banco suizo alerta de que la “volatilidad entre las empresas de crecimiento dice más de la importancia de la diversificación de la cartera que del propio enfoque de la inversión planificada”.
“Por ejemplo, vemos numerosas oportunidades orientadas al valor en las cadenas de suministro de alimentos, la gestión de residuos y el reciclaje. Además, los valores de mejora ESG (Rockefeller Improvers ESG Index) han superado al Bloomberg US 3000 Total Return Index en dos puntos porcentuales al año durante los últimos cinco años”, ejemplificaron los expertos.
“Con fuertes compromisos de capital por parte de gobiernos y empresas por igual, seguimos creyendo que la sostenibilidad debería ser un motor clave a largo plazo de los rendimientos de la inversión. Recomendamos a los inversores que diversifiquen entre sectores, estilos y clases de activos, y también vemos oportunidades en temas como la economía circular, el aire limpio y la reducción de las emisiones de carbono, la movilidad inteligente y la eficiencia energética”, concluye el informe.
Por otro lado, Alberto Bravo, vice president del área de Investment Solutions de Snowden Lane en Coral Gables, dijo a Funds Society que aún no se sabe si habrá un impacto inmediato luego de la votación en el Congreso o el posterior veto de Biden.
“Fondos con tales pólizas ya están presentes y en amplio uso. Consideraciones a ESG se han visto crecidamente a medida que aumente la conciencia de la población sobre los problemas geopolíticos, sociales e ambientales. Los efectos se verán más con los planes de jubilación y la gobernanza alrededor de ERISA”, comentó.
Además, para Bravo, con la propuesta de Biden “quizás habrá más gestionarios que puedan proponerse a usar estrategias con enfocos a ESG. Pero las libertades proporcionadas por la misma resolucion pueden permitir cambios intrínsecos dentro los objetivos de la inversión y la posible politización de las estrategias de gestión de inversiones. Es una línea muy fina y será probada con más frecuencia”, estimó.
Con respecto al veto de Biden, para el experto de Snowden Lane puede presentar más discusión sobre el tema en inversiones, las agendas e objetivos de cada gestionario. Además, las consideraciones que administradores pueden tomar para exponer sus inversionistas a estos tipos de estrategias y los costos asociados a ellas.
En cuanto a si este golpe a la política de Biden es un llamado a pensar en las inversiones solo por rentabilidad y no tener presente la sustentabilidad, Bravo opinó que no es tan claro o distinto, “ni que sea un llamado a uno u otro”.
“La resolución de Biden es un revés a la resolución de Trump que requiere fiduciarios a solamente considerar factores monetarios que también tengan efectos materiales en el riesgo de inversiones y rendimiento. Mas aun fue hecho con la intención de «aclara» las responsabilidades de ERISA”, explicó.
Bravo contextualizó que desde 1970, ERISA ya ha tenido el mandato de evitar el uso propio de fondos de jubilación por parte de los administradores a pesar que se opina que quizás esas reglas fueron muy amplias.
Sin embargo, Bravo cree que “debería haber regulaciones responsables con respeto a ESG y las responsabilidades fiduciarias por parte de los gestionarios/administradores, ya que será una consideración expandiente para ellos y sus inversionistas”, concluyó.
Contexto
El Senado de EE.UU. votó el 1 de marzo a favor de revocar una norma del Departamento de Trabajo que facilita a los gestores de fondos de pensiones la consideración de factores ESG a la hora de tomar decisiones de inversión. Los senadores demócratas Joe Manchin y Jon Tester votaron con los republicanos del Senado a favor de eliminar la norma.
La votación en el Senado se produjo un día después de que los republicanos anularan la norma de la administración Biden en la Cámara de Representantes, por un margen de 216 votos a favor y 204 en contra.
La Casa Blanca dijo el 27 de febrero que Biden vetaría la resolución si ésta llegaba a tramitarse en el Congreso.