Manuel Sánchez, subgobernador del Banco de México (Banxico), resaltó en el marco de la reunión del Instituto Internacional de Finanzas (IIF) el crecimiento de la economía mexicana a pesar del actual contexto global, habló sobre una posible desaceleración en los flujos de capitales y la necesidad de mantener una política monetaria firme y vigilante.
Mencionando el afectado entorno global que se presentó el año pasado, donde la economía global se expandió menos que el promedio de las décadas previas a la crisis, el funcionario resaltó, en las citadas conferencias celebradas el pasado 20 de febrero en la Ciudad de México, la tendencia positiva que continúa mostrando el país azteca, cuyo crecimiento de 3,9% en 2012 fue mayor en casi un punto porcentual al promedio de los veinte años antes de la crisis.
De cara al futuro, y utilizando datos de la encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado realizada en enero por Banxico, espera que el crecimiento en México sea de 3,6% en 2013 y de 4% en 2014.
Hablando sobre el flujo de capitales Sánchez mencionó que gracias a las tasas actuales, los inversionistas extranjeros han depositado importantes fondos tanto en renta fija como variable mexicana, sin embargo el funcionario aconseja que tanto inversionistas, emisores e intermediarios financieros sean cautelosos y se preparen para una desaceleración de los flujos una vez que las tasas cambien, mencionando que esta situación de altos flujos «podría detenerse e inclusivo revertise».
En cuanto a la política monetaria, Sánchez identifica como principales riesgos a la inflación, que en diciembre de 2012 y enero de 2013 cruzó a la baja el umbral del 4%, lo que a pesar de ser tomado con gran optimismo, no necesariamente significa el comienzo de una tendencia, sino una situación que fue afectada por los cambios de precios en las telecomunicaciones y un crecimiento moderado en los precios agrícolas, eventos que de no considerase ponen a la inflación cerca del limite superior. Y concluyó mencionando que el alcanzar la meta de una inflación del 3% “será una labor que requiera de más de unos meses con buenos resultados” por lo que deben mantener una política monetaria vigilante y atenta.