Durante los seis primeros meses de 2025, la emisión global de bonos GSS alcanzó los 495.000 millones de dólares, lo que supone una caída del 13% respecto al mismo periodo del año anterior. Aun así, el segundo trimestre igualó los niveles de 2024, lo que apunta a una recuperación progresiva tras un comienzo más débil.
En este contexto, las emisiones de Bonos Verdes en el Reino Unido crecieron un 10 % en el último año. El 64 % de estos bonos fueron emitidos por entidades financieras, casi el doble que la media global. Este dato pone de relieve el creciente protagonismo de bancos y aseguradoras en la financiación de iniciativas sostenibles.
MainStreet Partners, parte de Allfunds y proveedor especializado en datos ESG, ha publicado su informe trimestral sobre el mercado de bonos verdes, sociales y sostenibles (GSS), correspondiente a la edición de verano de 2025. El análisis recoge las principales tendencias del primer semestre del año, marcado por una moderación en la actividad económica y por la evolución del marco regulatorio en Europa.
“A pesar del entorno económico más exigente, los Bonos Verdes han demostrado ser una herramienta sólida y fiable dentro de la financiación sostenible. Los datos más recientes confirman que los bonos GSS canalizan capital hacia actividades mejor alineadas con la Taxonomía. No obstante, siguen existiendo importantes vacíos en materia de transparencia y cumplimiento. Reducir esas diferencias será clave para reforzar la solidez del marco normativo y preservar la integridad del mercado a largo plazo”, explica Pietro Sette, director de investigación en MainStreet Partners.
Un marco regulatorio en transformación
El informe también examina el impacto de las reformas regulatorias más recientes. Hasta mediados de año, el EU Green Bond Standard ha registrado emisiones por valor de 8.500 millones de euros, con una participación destacada de organismos públicos y entidades supranacionales. Esta normativa establece exigencias más estrictas para clasificar un bono como verde, lo que refuerza la credibilidad del mercado.
En paralelo, la revisión del paquete legislativo Omnibus, vinculado a la Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad (CSRD), ha reducido significativamente el número de compañías obligadas a presentar informes de sostenibilidad. La nueva versión retrasa la aplicación a las pymes cotizadas hasta 2028 y limita las empresas sujetas a divulgación de 50.000 a unas 11.000.
Mayor alineación, pero con brechas sectoriales
Los emisores de bonos GSS presentan mejores niveles de elegibilidad y alineación con la Taxonomía Europea en comparación con el resto del mercado. El 43 % cumple los criterios de elegibilidad, y el 15 % está alineado con los objetivos marcados por la UE, frente al 31 % y 9 % respectivamente en los instrumentos no GSS.
Por sectores, el análisis revela disparidades. Las empresas de servicios públicos lideran la alineación de inversiones en capital (CapEx), con un 73 %, mientras que ámbitos como el inmobiliario o el transporte muestran altos niveles de elegibilidad, pero todavía encuentran dificultades para cumplir plenamente con los estándares regulatorios.