¿Es posible proteger la inversión de las fluctuaciones del mercado sin perder a la vez las oportunidades que pueden ofrecer? Desde ALTEX Asset Management creen que sí, y para ello llevan más de 20 años analizando crisis financieras para desarrollar un sistema para hacerlo. En esta videoentrevista explica su funcionamiento Enrique Bailly-Baillière, director general y CIO de la firma.
Se trata en concreto de la estrategia DIPS (Dynamic Index Protection System), diseñada para proteger las inversiones en mercados bajistas, ya sea en crisis financieras o en periodos de alta volatilidad como el actual. “Es un sistema que nos permite ponernos cortos de mercados en índices como el S&P 500 y el Nasdaq. De ese modo gana dinero cuando los mercados caen, y cuando suben trata de perder poco para maximizar el beneficio”, indica Bailly-Baillière.
En las dos décadas de seguimiento de las crisis por parte de ALTEX, las causas han ido cambiado: ya sea por una burbuja como en 2001, en 2008 una crisis financiera global, el COVID, o ahora, provocada por los aranceles y la política monetaria y fiscal que está aplicando Estados Unidos. “La causa no es lo que más nos importa, sino qué hace el mercado, y en eso todas las crisis se parecen mucho más”, asegura.
Cuando el mercado empieza a caer hay tres fases: primero empieza a agotarse la tendencia alcista, luego llega una segunda fase de venta de los activos, cada vez más acelerada, y la tercera es de agotamiento de esa tendencia bajista. Bailly-Baillière explica que “el sistema detecta la tendencia bajista, cuando empieza a coger fuerza e introduce cortos de mercado, es decir, vende futuros sobre S&P y Nasdaq. Y cuando el mercado ya se sobrevende o entra en pánico, empieza a recoger beneficio”.
Es decir que actúa al contrario de lo que haría el ser humano: todas las crisis empiezan o desarrollan un canal bajista en el que hay fluctuaciones, bajadas y subidas. Esta estrategia busca “aprovechar ese canal bajista intentando aumentar posición corta cuando hay un rebote, para luego aprovechar más caída. Y cuando hay una sobreventa de mercado intenta ir capturando beneficio para precisamente maximizar esa ganancia durante la crisis”.
¿Y cuando el mercado sube?
El CIO señala que puede perderse algo en la subida al inicio, pero la estrategia reacciona de forma muy rápida, opera intradía, por lo que es capaz de adaptarse de inmediato y aprovechar el cambio de tendencia.
Incluso en una situación especial como la actual, particular porque depende mucho de las decisiones del presidente Donald Trump, que pueden cambiar de un día para otro y son muy difíciles de predecir. “Esta crisis es particularmente difícil de gestionar para un gestor en base a análisis macro o análisis fundamental, porque todo se desarrolla en el ámbito técnico y de flujos de mercado y además cambia en un minuto y a golpe de tweet (…) No sabemos la profundidad y no sabemos cuándo ni de qué manera vamos a salir de ella, pero como en todas las anteriores, se saldrá”.
Los errores a evitar
Bailly-Baillière subraya que el principal error que cometen los inversores cuando están en una crisis es tratar de predecir qué va a hacer el mercado a corto plazo, con un sentimiento de culpa por no haber podido predecir la caída. Eso lleva a cometer el siguiente paso en falso, que es adivinar qué va a pasar en el futuro próximo.
“Yo recomendaría a los inversores que pensaran en estos momentos en cuál es su estrategia, sobre todo si tienen miedo de caer más. Porque si tenían una estrategia válida hasta la fecha, no tiene por qué dejar de ser válida simplemente porque estemos en una crisis. Cada estrategia tiene unas reglas y las estrategias ganan dinero por la aplicación sistemática de esas reglas a lo largo del tiempo”, asegura.
Y añade: “Como sabemos que eso es muy difícil, y es muy difícil para todos los inversores, hemos diseñado precisamente esta estrategia DIPS para sistematizar las decisiones de incrementar y reducir riesgo”.
Con las decisiones de inversión basadas en un sistema probado estadísticamente en el pasado –indica-, las reglas no se cambian durante la crisis, lo que deriva en una rentabilidad muy atractiva.