La actividad económica global mantuvo en 2025 un ritmo de crecimiento moderado, en línea con la tendencia de los últimos trimestres, según Guy Wagner, CIO de BLI (Banque de Luxembourg Investments), y su equipo en su informe mensual Highlights. Tras los acontecimientos históricos de este año, así como los grandes cambios monetarios, geopolíticos y comerciales, los expertos de la firma consideran que 2025 acaba sin grandes sorpresas.
“En Estados Unidos, el cierre gubernamental más largo de la historia interrumpió la publicación de muchas estadísticas clave, ensombreciendo temporalmente la situación económica. Sin embargo, la ligera desaceleración prevista para el cuarto trimestre debería revertirse a principios del próximo año tras la aplicación de medidas de apoyo fiscal”, afirma Wagner.
El director de inversiones hace énfasis en que en la eurozona, los indicadores económicos permanecen en general estables, reflejando un crecimiento moderado todavía impulsado por los servicios, mientras que la industria sigue teniendo dificultades para recuperar impulso. En el caso de Asia, en China, los signos de fragilidad se multiplican a final de año, afectando tanto a los servicios como a la manufactura, lo que refleja una demanda interna débil y un clima de incertidumbre que persiste a pesar de las medidas de apoyo del gobierno. Mientras que en Japón, el PIB se contrajo un 0,4% en el tercer trimestre, con una contribución negativa tanto del consumo interno como de las exportaciones netas, después de un buen comportamiento en el trimestre anterior.
Según explica el documento, tras dejar Jerome Powell abierta la orientación futura de los tipos de interés después del recorte de finales de octubre, los inversores se mostraban inciertos sobre el resultado de la reunión de diciembre. No obstante, a la luz de los comentarios recientes de varios miembros del comité y de los signos de deterioro del mercado laboral, un nuevo recorte de los tipos de interés clave parece ahora el escenario preferido por los mercados financieros. En la eurozona, según recordó la presidenta del BCE, la política monetaria permanecerá sin cambios tras la última reunión del Consejo de Gobierno del año.
La conclusión que dejó noviembre
“Noviembre fue relativamente tranquilo en los mercados de renta fija. En Estados Unidos, la rentabilidad de los bonos del Tesoro a diez años cayó ligeramente a finales de mes, ya que los inversores fueron incorporando gradualmente la posibilidad de un recorte de los tipos clave por parte de la Reserva Federal en diciembre”, enfatiza el economista luxemburgués.
Sin embargo, según detalla, este descenso de los tipos a largo plazo en EE. UU. no se replicó en Europa debido al statu quo monetario del BCE. El tipo de referencia a diez años cayó en Estados Unidos, mientras subió ligeramente en Alemania, Italia y España y se mantuvo prácticamente estable en Francia. Desde principios de año, el índice JP Morgan EMU Government Bond ha subido un 1,3%.
En el caso de los mercados de renta variable, las caídas bursátiles a mitad de mes, recuperación al final. Según comenta Guy Wagner, tras otro mes favorable en octubre, los mercados bursátiles consolidaron sus ganancias en noviembre: “Las dudas sobre las elevadas valoraciones de las acciones vinculadas a la inteligencia artificial, combinadas con la incertidumbre de los inversores sobre la probabilidad de un recorte de tipos por parte de la Reserva Federal, provocaron un retroceso a mitad de mes, seguido de un repunte al final del período”.
En conjunto, el MSCI All Country World Index Net Total Return, denominado en euros, retrocedió ligeramente. A nivel regional, el S&P 500, el STOXX Europe 600 y el Topix japonés registraron ligeros ascensos, mientras que el MSCI Emerging Markets cayó.
“Por sectores, los de salud, materiales y bienes de consumo básico fueron los que mejor se comportaron, mientras que los industriales, el consumo discrecional y la tecnología fueron los de peor desempeño”, concluye el experto.



