A falta de unas horas para conocer el resultado del referéndum sobre el Brexit, en GVC Gaesco Gestión creen que las probabilidades del remain (quedarse en la Unión Europea) son superiores a las del leave (salir de la Unión Europea). La conclusión varía en función de si se utilizan encuestas convencionales, telefónicas, de Internet, si se mira los mercados de apuestas, o si se pregunta a los gestores de fondos, por ejemplo. En conjunto, teniendo en cuenta además las diferencias entre encuestas y voto real de casos precedentes, parece que las probabilidades (que no porcentaje de votos) del remain están situadas alrededor de los dos tercios y las del leave alrededor de un tercio, dice Jaime Puig, su director general.
“Sabemos que se va a tratar de un referéndum muy visceral, en el cual, pese a lo que está en juego, va a haber votos movidos por temas parciales como puedan ser el control de la inmigración, el nivel de burocratización de la Unión Europea, un cierto voto anti-Cameron o la asistencia sanitaria que reciban los británicos con residencia en países mediterráneos, por ejemplo”, explica.
También incide en que el referéndum surge como una herramienta de negociación que el primer ministro inglés Cameron ha utilizado en su proceso negociador con la UE, con un notable éxito por su parte. “En este contexto, si en la votación se impone el remain, el impacto en los medios del Brexit se reducirá notablemente hasta su práctico olvido a los pocos días. ¿Recuerdan el Grexit?”, dice Puig.
Pero, ¿qué ocurrirá si gana el leave? “En ese caso, saldrán a la palestra dos tipos de problemáticas: en primer lugar, las de tipo más económico que afectarían prioritariamente a Gran Bretaña; en segundo lugar, las de tipo más político, que se centrarían más en la UE”.
En Gran Bretaña, dice, entrarían numerosas cuestiones en consideración, desde un probable descenso de su PIB ante la incertidumbre que existiría en cualquier trato a futuro sobre las exportaciones desde Gran Bretaña a la UE (45% del total) a la espera de una hipotética negociación de un Estatus de Libre Comercio, o incluso a las exportaciones desde Gran Bretaña al resto del mundo al pasar a tener unas condiciones distintas a las que actualmente tiene desde la UE. “La City de Londres podría perder peso y fuerza claramente en detrimento de otras plazas financieras como Fráncfort y París. Se le abrirían frentes en Escocia, Gibraltar e Irlanda del Norte, etc”, explica.
Respecto a la UE, tendría dos pérdidas importantes a nivel político: “por una parte, perdería a un socio muy importante, lo cual le restaría poder de negociación; por otra parte, y de una forma preocupante, la UE perdería un punto de vista más pragmático y liberal, el cual actúa de contrapeso, u otro tipo de visiones del mundo que se tienen desde el continente. La UE sería mejor con Gran Bretaña dentro”.
Estas consideraciones parten, sin embargo, de una premisa: considerar que Brexit significará Brexit, lo cual no es tan evidente. El referéndum es consultivo y requeriría de una posterior votación del Parlamento, que sería realmente vinculante. “Entre el referéndum y la votación del Parlamento transcurrirían unos meses, durante los cuales la cintura política podría hacer muchas cosas, como la de evaluar convenientemente todos los pros y contras y hasta la de revertir la situación, incluyendo numerosas posibilidades entre las que se encuentra también la celebración de un nuevo referéndum”.
Puig explica que, aun suponiendo que la votación del Parlamento fuera finalmente pro-Brexit, transcurriría mucho tiempo, entre dos años por la parte baja y unos 10 por la parte alta, hasta que se renegociaran todos los términos necesarios y se ejecutara efectivamente el Brexit.
“En definitiva, si las probabilidades del no-Brexit son superiores a las del Brexit, si aún éste último presenta muchos matices que darían pie a varias interpretaciones en los próximos meses, y si además el referéndum se produce en el mes de junio, que no en el de diciembre, nuestra posición inversora es clara: mantenemos todas las inversiones en renta variable intactas, habiendo incrementado únicamente nuestra exposición a activos financieros en libras. Sea cual sea el resultado del referéndum, pensamos que las bolsas estarán a finales de diciembre por encima de los niveles actuales. La estrategia de vender una parte de renta variable de cara al referéndum o de comprar protección (¿no ha salido un poco cara esta protección dado que todo el mundo estaba en el mismo lado de la horquilla?) es más comercial que financiera”, apostillan.