Durante esta semana los mercados han estado preocupados por las implicaciones que la mejoría de la economía norteamericana puedan tener sobre la ultra expansiva política monetaria de la FED. Entre tanto, como señala Bill McQuaker, codirector de renta variable de Henderson Global Investors en un comentario de mercados, seis bancos centrales han rebajado sus tipos de interés durante los últimos días: el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de la Reserva de Australia el Banco de la Reserva de India, el Nationalbank de Dinamarca, el Banco Nacional de Polonia y el Banco de Corea. “En conjunto, estos seis bancos representan casi un cuarto del PIB mundial”, afirma el experto.
En el caso del BCE, McQuaker señala que el recorte de 25 se esperaba dada la continuada debilidad de los datos de sus países miembros durante el mes de abril. “Aunque un recorte de 25pb no tenga un impacto material en el crecimiento, la decisión demuestra que el BCE está dispuesto a pasar a la acción y tras este recorte se prevén nuevas medidas que mejoren las condiciones de financiación de pequeñas y medianas empresas”.
El Banco de la Reserva de Australia también rebajó tipos en un 0,25%, hasta dejarlos por debajo de donde estaban en el peor momento de la crisis financiera. “La decisión se ha tomado tras la publicación de datos económicos débiles, en especial los precios del mercado de la vivienda”, comenta McQuaker en su nota, añadiendo que si bien los recortes se esperaban para Europa y Australia, la decisión de bajar tipos por parte del Banco de Corea (del 2,75% al 2,5%) ha tomado por sorpresa al mercado. “El BoK ha estado sometido a presiones políticas para bajar tipos tanto por la situación económica global como por el efecto negativo de las amenazas a la seguridad nacional sobre la actividad económica doméstica, aunque más importante ha sido el efecto de la debilidad del yen sobre las exportadoras coreanas”, añade el experto de Henderson.
Bill McQuaker concluye afirmando que estos hechos demuestran que la economía de EE.UU. va por delante de la del resto del mundo, aunque la recuperación económica global está lejos de asentarse. “A pesar de que EE.UU. sea la primera potencia económica global, no parece probable que pueda tirar de la economía mundial en solitario. Para que los fundamentales económicos globales mejoren y apoyen a los activos de riesgo, es necesario que las actuaciones tomadas por los diversos bancos centrales produzcan resultados”.