Aunque la mayoría de los activos de los ETFs de renta variable se mantienen en productos de gestión pasiva, las firmas están lanzando fondos cotizados de gestión activa, algunos de ellos, dirigidos por gestores de fondos de renta variable conocidos y de éxito. ¿Cuáles son los pros y los contras de los ETFs activos de renta variable? ¿Y qué preguntas debería hacerse antes de comprar uno? Jason Kephart, director senior de calificación de estrategias multiactivos de Morningstar, aclara las dudas más comunes a la hora de incorporar los ETFs activos a las carteras de inversión.
Kephart explica que la mayoría de la gente probablemente esté familiarizada con los ETFs pasivos, que siguen un índice como el S&P 500 o el Russell 2000. Y lo que realmente los diferencia de los fondos de inversión es que cotizan intradía y tienen algunas ventajas fiscales. Pero, actualmente, cada vez más gestores de activos están lanzando versiones activas de ETFs que, básicamente, «son lo mismo que un fondo de inversión: un gestor selecciona valores para intentar batir un índice en lugar de replicarlo», replica Kephart.
Por qué los gestores de activos están lanzando ETFs activos de renta variable
El experto cree que los gestores están lanzando ETFs activos, en su mayor parte, «por los impuestos». En este punto, Kephart añade que los fondos de inversión no son muy eficientes desde el punto de vista fiscal, «especialmente en el caso de los fondos de renta variable», al contrario que los ETFs.
Pero recalca que los ETF activos tienen algunas ventajas más: «No importa en qué plataforma vayas a estar; puedes acceder a ellos. Además, suelen ser mucho más baratos que los fondos de inversión; tienen un precio bastante parecido al de las acciones institucionales -a las que muchos particulares no pueden acceder porque no alcanzan sus elevados mínimos-, y unos mínimos de inversión realmente bajos». Unos factores que, a juicio del experto, beneficia a cierto tipo de inversores, ya que «los más jóvenes, que no poseen 2.500 dólares para comprar una acción A de un fondo de inversión de renta variable activa, pueden conseguir un ETF de renta variable activa por un par de cientos de dólares».
Ventajas de los ETFs activos de renta variable
Kephart considera que uno de los mayores obstáculos que tienen los gestores activos para batir a los índices son las comisiones. Y, añade, que como los ETFs activos son más baratos, ese obstáculo se reduce. Ahora bien, «no va a ser una fórmula mágica, en el sentido de que se lance un ETF activo y de repente se bata al S&P 500, pero lo facilita. Por lo tanto, resalta que si se eligen gestores «realmente buenos» que se cree que tienen una ventaja a largo plazo, «las comisiones más bajas siempre van a inclinar las probabilidades a favor de los inversores, y los ETFs activos definitivamente tienen eso a su favor».
En cuanto a las estrategias activas clásicas de selección de valores, Kephart observa «más clones que no son exactamente clones». Es decir, que estos vehículos van a tener «como un 90% de solapamiento, van a seguir el mismo proceso de inversión, y van a parecerse mucho a sus hermanos fondos de inversión, pero no van a ser clones per se, por lo que puede que haya pequeñas diferencias de rendimiento».
¿Por qué los ETFs activos de renta variable son más eficientes fiscalmente que los fondos de inversión?
Uno de los defectos de los fondos de inversión en una cuenta sujeta a impuestos, según Kephart, es que cada año natural están obligados a distribuir las plusvalías a los accionistas, «lo que puede ser una experiencia realmente molesta y tal vez dolorosa si no esperabas recibir una factura fiscal».
Pero con los ETF activos, «no están obligados a hacer lo mismo», por lo que sólo pagará plusvalías cuando el inversor decida vender, explica Kephart. «Lo que hagan otros inversores en el fondo no afectará realmente a la situación de plusvalías y eso es lo que hace que los ETFs activos sean más eficientes».
Contras de los ETFs activos de renta variable activos
Pero los ETFs activos de renta variable también cuentan con aspectos desfavorables. Kephart apunta a uno claro: no pueden cerrarse a nuevos inversores como un fondo de inversión. El experto pone un ejemplo: «Una estrategia de pequeña capitalización suele tener una capacidad limitada. Si un fondo se hace demasiado grande, el gestor podría no ser capaz de ejecutar su estrategia en valores pequeños de la misma manera que lo hacía cuando el fondo era más pequeño. Y un ETF no puede hacer eso».
De esta forma, considera «un reto» las estrategias con más limitaciones de liquidez, como las de pequeña capitalización. «Las grandes capitalizaciones probablemente no sean una preocupación tan grande, pero creo que hay que vigilar de cerca los ETFs activos de pequeña capitalización, sobre todo si hay mucha selección de valores», concluye.
Preguntas para un asesor antes de invertir en ETFs activos de renta variable
Lo primero que hay que tener en cuenta, según Kephart, es que, sea cual sea el envoltorio, la selección de valores es muy difícil. «Es muy difícil batir a los índices a largo plazo, sobre todo teniendo en cuenta lo baratos que son los ETFs pasivos. Se puede obtener el S&P 500 por un par de puntos básicos. Por lo tanto, aunque los ETFs activos sean más baratos, sigue siendo fundamental que los inversores y asesores hagan sus deberes y elijan a los gestores que consideren que tienen una ventaja duradera que puede conducir a mejores resultados, especialmente dada la menor estructura de comisiones».