En septiembre de 2025, los ETFs de oro respaldados físicamente registraron su mayor entrada mensual de capital, lo que convirtió al tercer trimestre en el más fuerte de la historia en términos de flujos netos positivos (26.000 millones de dólares), según un informe del World Gold Council. A estas alturas una conclusión se impone: el apetito por los fondos cotizados de oro no es pasajero.
Las entradas de septiembre llevaron a que el valor total gestionado (AUM, por su sigla en inglés) de los ETFs globales respaldados en oro alcanzara un máximo histórico, subiendo un 23 % respecto al trimestre anterior. En términos de volumen, las tenencias pasaron a 3.838 toneladas, un incremento del 6% trimestral, quedando apenas un 2% por debajo del récord histórico de 3.929 toneladas observado en noviembre de 2020.
Según el informe, los volúmenes de negociación en el mercado del oro se dispararon: en septiembre, el promedio diario alcanzó los 388.000 millones de dólares, lo que representa un avance del 34 % respecto al mes anterior. Este incremento se observó de forma general en las distintas plataformas (exchanges, OTC, ETFs).
Estos flujos y movimientos de mercado estuvieron influenciados por varias fuerzas macroeconómicas y geopolíticas, incluyendo la incertidumbre global, la debilidad del dólar, expectativas de reducciones en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed), presión inflacionaria y búsquedas de refugio frente a riesgos sistémicos.
Por región: los ETFs de EE.UU. con flujos históricos
Estados Unidos lideró la demanda durante septiembre, con entradas por unos 10.6 000 millones de dólares, marcando el cuarto mes consecutivo con flujos positivos.
A lo largo del trimestre, los inversores norteamericanos aportaron 16.1000 millones de dólares , cifra que constituye el mayor flujo trimestral en la historia de los ETFs de ese país (y la segunda cifra trimestral más alta a nivel global).
Varias razones motivaron este comportamiento: la persistencia de riesgos políticos y comerciales sin señales claras de resolución; una depreciación del dólar que se consideraba sobreextendida, lo cual generaba apuestas por un rebote técnico (short squeeze); expectativas de que la Fed seguiría recortando tasas; y la tendencia del oro a marcar récords continuos, captando la atención de inversores que no descartan una corrección en mercados bursátiles.
Los fondos europeos también registraron flujos positivos sostenidos. En septiembre, ingresaron unos 4.4 000 millones de dólares, lo que representó uno de los meses más fuertes en la historia de la región. Se trata del quinto mes consecutivo de entradas netas. Los países que destacaron fueron Reino Unido, Suiza y Alemania.
La región asiática experimentó un desempeño más moderado. En septiembre registró flujos positivos por aproximadamente 2.1000 millones de dólares, una cifra que ayudó a salvar el trimestre, que hasta ese momento mostraba lentitud en la demanda. China, con 622 millones de dólares e India, con 902 millones fueron los principales compradores. aunque Japón también contribuyó con 415 millones de dólares.
El impulso en India se atribuye a movimientos favorables en su divisa local y la búsqueda de refugio frente a la debilidad del mercado accionario local y riesgos geopolíticos o de comercio. En China y Japón, la fortaleza del precio del oro en moneda local parece haber sido un factor clave para activar la demanda de ETFs.
Volúmenes de negociación y posición de mercado
El informe del World Gold Council subraya que el mercado del oro se caracterizó en septiembre por un aumento extraordinario de la actividad. Como se mencionó, el promedio diario de negociación llegó a 88.000 millones de dólares, un salto del 34 % mes a mes.
Dentro de ese volumen:
- En los mercados bursátiles (exchanges), el promedio fue de alrededor de 188.000 millones de dólares diarios, con incrementos del 66% respecto al mes previo. Las bolsas que más contribuyeron fueron Comex (EE.UU.), con un crecimiento del 58%, y la Bolsa de Futuros de Shanghai, con un aumento del 84%.
- En los mercados OTC (over-the-counter), la negociación diaria promedio fue de alrededor de 191.000 millones de dólares, un alza del 12% respecto al mes anterior y 50% más que el promedio de 2024 (unos 128.000 millones de dólares).
- En los ETFs respaldados físicamente, el volumen promedio diario fue de cerca de 8.000 millones de dólares, un crecimiento del 84% intermensual, liderado por los fondos norteamericanos, que aportaron unos 6.5 000 millones de dólares de ese total (lo que representó una subida de 78% entre mes y mes). Los ETFs norteamericanos acapararon en torno a 78% de todo el volumen de negociación sido de ETFs físicos.
Una tendencia creciente en un mundo incierto
El carácter récord del tercer trimestre sugiere que el apetito por los ETFs de oro no es algo pasajero, sino posiblemente parte de una tendencia creciente ante un mundo de alta incertidumbre. La confluencia de factores macro —tasas, divisas, inflación, riesgo global— parece favorecer al oro frente a otros activos.
El hecho de que el valor total de los ETFs de oro esté lejos de su récord en toneladas, pero que su AUM (valor en dólares) sea histórico, implica que el aumento del precio del oro está contribuyendo fuertemente al crecimiento patrimonial, más allá de solo nuevas compras. Eso dice algo sobre la sensibilidad de los inversores al momentum y al valor percibido del metal.
También es relevante el rol de los mercados de derivados y futuros: las posiciones netas largas crecientes muestran que muchos inversores no solo optan por el oro físico, sino que buscan exposición apalancada o especulativa con expectativas alcistas. Si estas posiciones empiezan a revertirse, podrían generar ajustes pronunciados en precios.
Sin embargo, algunos riesgos deben mencionarse. Tasas de interés que no bajen tanto como se espera, un repunte del dólar, cambios bruscos en expectativas de inflación, o la resolución —o alivio— de tensiones geopolíticas podrían debilitar el impulso hacia el oro. Si los mercados bursátiles mantuvieran su fortaleza, eso podría atraer capitales desde refugios hacia activos de riesgo de mayor rendimiento.
Por último, el papel de los ETFs como vehículo de inversión en oro sigue consolidándose. Su simplicidad, liquidez y vinculación directa al oro físico los hacen atractivos frente a métodos tradicionales de inversión en oro (lingotes, joyería, minería). Si esta tendencia continúa, es plausible que los fondos cotizados respalden una proporción aún mayor del mercado global del oro en los próximos años.