El crecimiento sin precedentes del mercado mundial de fondos cotizados (ETFs) está creando nuevas oportunidades en regiones como América Latina. Un estudio de Brown Brothers Harriman (BBH) explora el potencial comercial y los retos a los que se enfrentan los gestores de activos, los distribuidores y los proveedores de servicios que operan en toda América Latina.
El informe recuerda que los inversores, en general, aprecian la evolución y la innovación en la industria de los ETFs, con productos cotizados en bolsa que abarcan un conjunto de activos cada vez más amplio y una gama de estrategias de inversión con un alcance geográfico cada vez mayor.
Los costes competitivos, la flexibilidad, la transparencia y el fuerte potencial de diversificación de los ETFs también están demostrando ser características atractivas en un mundo cada vez más incierto.
Y aunque gran parte de la historia de los ETFs hasta la fecha se ha centrado en Norteamérica y Europa, otros mercados, como Asia, también se están contagiando de la fiebre de los ETFs. En otros lugares, los productos ETF también están despertando un interés creciente en los mercados latinoamericanos, sobre todo en Brasil, México, Colombia y Chile.
Dado que los gestores y los emisores de ETFs buscan cada vez más ampliar la distribución de sus fondos, las ventas de productos domiciliados en Europa han seguido la evolución de los intereses de los inversores regionales. Y, según el estudio de BBH, Latinoamérica se ha convertido en un “objetivo claro” para la distribución de ETFs. Incluso, cita algunas estimaciones que apuntan a que el mercado latinoamericano de ETFs podría alcanzar un tamaño superior a los 40.000 millones de dólares en 2030.
La región sigue registrando un importante crecimiento del mercado de ETFs. Muchos de estos productos están domiciliados en Europa y se distribuyen a través de fondos UCITS transfronterizos.
Si bien las ventas de ETFs / ETFs UCITS en América Latina se han visto impulsadas por inversores institucionales, como los planes de pensiones locales, especialmente en mercados como el de México, en la firma creen que, con el tiempo, también podrían surgir importantes oportunidades en el mercado minorista en todos los mercados regionales.
Las características únicas de los productos UCITS (como las clases de acciones de acumulación que no distribuyen dividendos, sino que los reinvierten) están demostrando ser muy populares tanto entre los inversores minoristas mexicanos como en los centros de contratación offshore de Estados Unidos y Canadá.
Diversidad del mercado
Aunque América Latina ofrece un potencial significativo para los gestores que promocionan fondos cotizados, la firma recuerda que la región “está lejos de ser un mercado homogéneo”. De tal manera, que “puede resultar desafiante, debido a las idiosincrasias locales y a las culturas de inversión fragmentadas en los países que la componen”.
Por otra parte, la firma destaca que también pueden aplicarse diferentes normas reguladoras de un país a otro, siendo algunos regímenes más avanzados y sofisticados que otros. Como ejemplo de ello, las normas para inversores institucionales de Colombia permiten ahora la asignación directa de ETFs como instrumentos elegibles -mediante actualizaciones del decreto en 2024-.
En México, los reguladores han autorizado recientemente a los fondos de pensiones, o Afores, a invertir en ETFs activos estadounidenses e internacionales, aunque todos deben pasar por un proceso de aprobación para poder ser adquiridos por los Afores mexicanos. Tradicionalmente, los fondos han invertido en ETFs pasivos.
Otros mercados locales también han experimentado cambios normativos recientes. En Chile, por ejemplo, el regulador local -la Comisión Clasificadora de Riesgo- modificó sus normas para permitir que las pensiones invirtieran en ETFs gestionados de forma activa tras un proceso de registro y aprobación.
Infraestructura variada
La infraestructura del mercado también varía en toda la región. El proyecto de integración del Mercado Integrado Latinoamericano (MILA) ofrece operaciones transfronterizas que pueden agilizar el acceso de los emisores de la UE que se dirigen a los mercados participantes de Chile, Colombia, México y Perú a través de una infraestructura comercial unificada.
Un nuevo proyecto, NUAM, también promete una mayor integración de las bolsas de valores de Colombia, Chile y Perú a través de una bolsa de valores única y totalmente nueva que abarcará varios países. “Tener presencia local o un conocimiento significativo del mercado local puede resultar fundamental para que los gestores se ganen la confianza de los inversores locales”, recoge el estudio de BBH, que pone como ejemplo de ello a Colombia. En este país, “puede ser clave trabajar con corredores de bolsa locales para acceder a los inversores a través de vehículos de ETFs de Latinoamérica”, apuntan.
Una vía tradicional para acceder al mercado en la región, a juicio de la firma, es a través de emisores europeos que se asocian con bancos globales cuyas sucursales locales pueden llegar a clientes institucionales y minoristas. Las plataformas digitales de gestión patrimonial también son canales clave para la distribución minorista y el asesoramiento en algunos mercados latinoamericanos. Aquí, existe un importante apoyo en los centros de fondos europeos, como Dublín y Luxemburgo, que “cuentan con una gran experiencia y que apoyan a los gestores de activos que se dirigen a Latinoamérica con ETFs UCITS y otros productos”.